Así se fabrica la serpiente de fuego; es el fusil de asalto 100% mexicano

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Esta diseñado para la complexión de los elementos nacionales, pesa 3.6 kilogramos y puede ser utilizado por hombres y mujeres; su poder alcanza los 720 disparos por minuto, destaca el coronel Maldonado
La Serpiente de fuego es el fusil de asalto 100% mexicano que, en operativos contra el crimen organizado y misiones de defensa, es guardián de los elementos del Ejército, Guardia Nacional y Fuerza Aérea.
Con una capacidad de hasta 720 disparos por minuto y un alcance efectivo de 800 metros, el Xiuhcóatl FX 05 calibre 5.56 mm es parte de la familia de armas con las que el Ejército Mexicano busca que el país avance en la autosuficiencia tecnológica para fabricar su propio armamento.
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“Aunque tenemos economía globalizada, el fabricar nuestro armamento nos permite que no estemos dependiendo de cómo esté el mercado internacional en la oferta y la demanda, es decir, al haber conflicto en otros países se encarecen las armas, y hay poca disponibilidad. Esto le permite al Estado tener ahorro de divisas para contar con las Fuerzas Armadas debidamente equipadas”, explicó el coronel ingeniero industrial, Gerardo Maldonado Mejía, jefe de la fábrica de armas del Ejército.
El que México fabrique su armamento también permite darle mejor mantenimiento, al suministrar las refacciones a todas las regiones militares sin depender del exterior, lo que facilita el adiestramiento para todas las tropas.
La manufactura de este fusil que consta de 685 procesos, en la que participan máquinas de control numérico computarizado de última generación, así como el ensamble de las 112 piezas que lo integran se hace exclusivamente en un lugar del país: el Campo Militar 25E Venustiano Carranza de la Garza, en el municipio de Oriental Puebla, donde se localiza la fábrica de armas del Ejército Mexicano.
Con más de 28 mil 500 metros cuadrados y anteriormente ubicada en Tecamachalco, Estado de México, su capacidad de producción es de 30 mil armas por año y aunque por ahora trabaja con la mitad de la plantilla debido al proceso de traslado que está por concluir, se espera que en dos meses ya operen los 400 elementos con alta especialización, del los que 40% es personal femenino. La poderosa arma automática que está por cumplir 15 años dentro de la cartera de las Fuerzas Armadas no es para uso exclusivo de los hombres; con un peso de 3.6 kg, las mujeres también son adiestradas para su uso y manejo.
Se le pueden agregar miras telescópicas, lámparas tácticas e incluso un lanzagranadas que permite a las tropas contar con alta potencia y volumen de fuego.
“Es un arma que se diseñó utilizando la ergonomía del soldado mexicano, nuestra estatura, el largo de nuestros brazos, de tal manera que es un arma manipulable al 100%; es ambidiestra. Tiene su culata abatible y también desplegable, es decir, se puede ajustar a la anatomía de nuestros soldados”, detalló el coronel Maldonado.
Este fusil de clase mundial tiene su pieza estrella, la más importante: el cañón que, sólo para su fabricación, requiere de 50 operaciones. El proceso de forjado en frío es el que le da alma, un proceso único en América que obtuvieron de tecnología y aprendizaje alemán.
En él, enormes máquinas le dan forma para lograr el estirado del material, y hacer que el proyectil salga girando para cortar las capas de aire e impacte con la precisión requerida. Desde su minucioso diseño en computadora en el área de ingeniería, un arma de este tipo pasa por rigurosos controles de calidad y pruebas. Como un baño de fuego a 850 grados centígrados para darle la dureza y durabilidad necesarias, además de fosfatado manual, lo que logra que las piezas no se oxiden.
“Ha sido sometida a diferentes escenarios en las regiones de nuestro país, puede trabajar en desierto; está acondicionado para que si se le cae al soldado a la arena, pueda disparar, puede sumergirse en el agua o incluso en la nieve. Es sumamente versátil. Al ser un arma la herramienta principal del soldado no podemos soslayar en la calidad porque sabemos que está de por medio su vida”, dijo el jefe de la fábrica de armas.
La prueba final son las galerías de tiro donde el arma estándar del Ejército entra en funcionamiento en 100%. Ahí, a través de un esquema blindado se prueba por número de disparos en repetición y en modo automático. “Desde el momento en que la emplea el soldado está lista, en condiciones de cumplir con la misión que tiene encomendada”, sentencia el coronel Maldonado.
La Serpiente de Fuego ya no es el único orgullo armamentista que tiene el Ejército. El más reciente es la subametralladora Xiuhcóatl SAX 200 calibre 5.56 que tiene una cadencia de 800 disparos por minuto y un alcance efectivo de 300 metros; está a punto de ver la luz y comenzar a equipar a los elementos militares.