Nos deben de indignar los niños con armas y las fosas: Iglesia

CDMX.- La Iglesia Católica condenó el incremento de la violencia en el país, las desapariciones y el hallazgo de un campo de exterminio en el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco.

“Un niño o un adolescente portando un arma nos debe de indignar. Un grupo de criminales golpeando con tablas a transportistas nos debe de indignar. Una persona muerta a causa de la violencia en el país nos debe de indignar. El hallazgo de una fosa común, en el lugar o la región que sea, nos debe de indignar”, señalaron en la editorial Desde la Fe.

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El clero puntualizó que aunque no sea visto de esta forma las desapariciones es un problema de todo el país, no solo de los familiares y colectivos de búsqueda.

“Observar a miles de madres, padres, hermanos, hermanas, abuelas, abuelos, buscando a sus familiares secuestrados por la delincuencia nos debe de indignar. Tantas veces las víctimas de la delincuencia nos han gritado ‘queremos justicia’, que los hemos dejado de escuchar”, añaden.

En el texto dominical enlistan algunos casos de desaparición como los 72 de San Fernando, los 43 de Ayotzinapa, los 29 de Culiacán, los dos de Cerocahui y otros casos de desaparición en el país.

En la editorial lamentaron que la violencia y los reportes de personas desaparecidas se está volviendo algo cotidiano y es por esa repetición que a muchos mexicanos les dejó de “doler” este tipo de hechos.

“La escucha en primer lugar hacia las víctimas de la violencia, la escucha hacia los familiares de las víctimas, la escucha hacia todos los que pueden aportar alguna contribución que lleve a erradicar este mal que nos está arrebatando parte de nuestra humanidad”, puntualizan.

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Esta postura por parte de la Iglesia Católica ocurren luego de que este 15 de marzo familiares de personas desaparecidas y colectivos se manifestaron en el Zócalo de la Ciudad de México para exigir justicia.

Estas protesta se realizaron también en otras plazas públicas en al menos 24 entidades del país, en las que cuestionaron el papel de las autoridades estatales y federales tras el hallazgo de un campo de exterminio en Teuchitlán.