Muere la Reina Isabel II, fallece a los 96 años, la reina más longeva de Gran Bretaña
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El príncipe Carlos, de 73 años, heredero del trono desde los tres años, ahora es rey
La reina Isabel II, la monarca con el reinado más largo en la historia británica, murió a la edad de 96 años.
El príncipe Carlos, de 73 años, heredero del trono desde los tres años, ahora es rey y será proclamado oficialmente en el Palacio de St. James en Londres tan pronto como sea posible.
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En un comunicado, el Palacio de Buckingham dijo: “La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”.
Como reina del Reino Unido y otros 14 reinos, y jefa de la Commonwealth de 54 naciones, Isabel II fue fácilmente la jefa de estado más reconocible del mundo durante un reinado extraordinariamente largo.
Al llegar al trono a la edad de 25 años, dirigió con éxito a la monarquía a través de décadas de cambios turbulentos, con su popularidad personal proporcionando lastre durante los tiempos más difíciles de la institución.
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A su lado durante la mayor parte del tiempo, el duque de Edimburgo siguió siendo su “fuerza y apoyo” durante un matrimonio que soportó muchas tensiones impuestas por su posición única.
A pesar de una vida familiar vivida bajo el deslumbramiento a menudo desafiante de la publicidad, Isabel II siguió siendo una figura tranquila y firme, sobrellevando los divorcios de tres de sus hijos y la crisis precipitada por la muerte de Diana, princesa de Gales, en un accidente automovilístico en París. en 1997.
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Sin duda hubo puntos bajos, pero las manifestaciones masivas de afecto en sus jubileos de plata, oro y diamantes dieron testimonio del lugar especial que ocupó para millones. Cuando hubo críticas a la institución, rara vez se tradujeron en un ataque personal hacia ella.
Quince primeros ministros la sirvieron, dando fe de su profundo conocimiento, experiencia en asuntos mundiales y dominio de la neutralidad política. Se remontaban a Sir Winston Churchill, que todavía era primer ministro cuando asumió el trono, con determinación y mucho antes de lo que esperaba, tras la muerte prematura de su padre, Jorge VI, en 1952.
Rara vez reveló públicamente su angustia privada. Su petición de un entendimiento justo a fines de 1992, su annus horribilis, un año sacudido por el escándalo real y una disputa por las finanzas, no tenía precedentes.
Una cristiana devota que asiste a la iglesia, la transmisión navideña anual de la Reina, que ella misma escribió, reveló a una mujer de fe inquebrantable. Se tomó en serio su posición como líder de la Iglesia de Inglaterra, incluso cuando tuvo que eludir el matrimonio civil de Charles con Camilla Parker Bowles al ausentarse de la oficina de registro como parte de la ceremonia. Sin embargo, fue un matrimonio, entre dos divorciadas, que era impensable cuando llegó al trono, pero que finalmente abrazó.
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Se quedó desconsolada por la pérdida de su compañero de toda la vida, Philip, quien murió mientras dormía a la edad de 99 años en abril de 2021 durante la pandemia de Covid. Se sentó sola y desconsolada en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, durante el conmovedor funeral, reducido enormemente debido a las restricciones del coronavirus. La pareja real, casada durante 73 años, había pasado los últimos meses de su vida juntos encerrados, resguardándose en el Castillo de Windsor debido a su vulnerabilidad al virus debido a su avanzada edad.
La muerte del duque se produjo durante uno de los momentos más turbulentos para la reina y su familia, cuando el duque y la duquesa de Sussex renunciaron como miembros de la realeza y se mudaron a los EE. UU. en busca de libertad y la posibilidad de ganar su propio dinero.
Harry y Meghan hundieron a la monarquía en crisis con una entrevista explosiva con Oprah Winfrey en marzo de 2021, mientras Philip estaba en el hospital, en la que acusaron a un miembro anónimo de la familia real de racismo hacia su hijo, Archie, antes de que naciera, y la institución de no ayudar a la duquesa.
