Juguetes tradicionales mexicanos luchan por sobrevivir

Nacional
/ 28 septiembre 2015

Las Marías, muñecas de trapo, trompos y baleros están a la venta en la Unión de Artesanos de Nuevo León, que tienen sus locales sobre Morelos casi en su cruce con Zaragoza, en pleno centro de Monterrey

Monterrey, Nuevo León.- A pesar del auge de los aparatos electrónicos que permiten el acceso a las redes sociales como: tabletas, celulares y computadoras portátiles, los juguetes tradicionales mexicanos luchan por sobrevivir.

Las Marías, muñecas de trapo, trompos y baleros están a la venta en la Unión de Artesanos de Nuevo León, que tienen sus locales sobre Morelos casi en su cruce con Zaragoza, en pleno centro de Monterrey.

Sus precios son muy económicos es posible encontrar un trompo desde los 10 pesos y son los juguetes con los que se entretuvieron las generaciones pasadas.

María de la Luz Esquivel comerciante del sitio comentó que en Navidad se les incrementan un poco más las ventas porque los papás buscan que sus hijos conozcan ese tipo de juguetes.

Se vende mucho lo que es el balero, el trompo, la maraca. Tenemos también lo que son las Marías, sostuvo la mujer.

Indicó que los precios de los trompos van de los 10 a los 30 pesos y son muy coloridos y ofrecen diversión a quienes saben como usarlos.

Por su parte, Alberto Rivera, comerciante del mismo lugar, expuso que el también vende mucho lo que es el carrito de madera.

La venta se incrementa en esta temporada. Todos los artículos son de Michoacán allá los hacemos, soy fabricante de todo esto, comentó.

Mencionó que el juguete tradicional mexicano lucha por subsistir ya que se gasta mucho en la fabricación y a veces sale poco.

Se llevan tiempo por la decoración. Luego la madera que llevan, la gasolina para transportar, pero tenemos que dar precios bajos para poder vender, afirmó.

Indicó que los que más llegan a comprarles son los abuelos y llevan a sus nietos para mostrarles los juguetes que los entretenían en su infancia.

¿A poco con esto jugabas abuelo?, les preguntan los niños, y ellos dicen sí. Muchas madres piensan que sus hijos se van a lastimar, por ejemplo, con un balero, pero no, porque son de madera livianita, compartió el vendedor.

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