Con danza quieren evitar ecocidio en el Nevado
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Danzantes buscan hacer conciencia entre la población del deterioro ambiental al que se someterá el Parque Nacional
Toluca. Danzantes de diferentes lugares del Valle de Toluca realizaron una ceremonia en la Plaza Angel María Garibay, a través de la cual se manifestaron espiritualmente contra el cambio de estatus del Nevado de Toluca, al considerar que con esta acción las autoridades federales cometerán un ecocidio.
A través de la danza prehispánica "Mitotiliztli", los activistas buscaron llamar la atención de los transeúntes para generar conciencia del deterioro ambiental que causará el proyecto federal, dijeron.
"Nuestros bienes patrimoniales no se venden. Es momento que la gente despierte para que seamos una nación poderosa. El pueblo de México debe recuperar lo que le pertenece", expresó Ehekacuauhtli, instructora de danza.
Argumentó que la intención de convertir el Nevado de Toluca de Parque Nacional a Area de Protección de Flora y Fauna es "acaparar el agua y poner centros turísticos que van a perjudicar a los agricultores que siembran papa y van a contaminar las aguas", dijo.
"Nuevamente, como todos los gobiernos anteriores, éste quiere atentar contra el Xinantécatl. Para nosotros este es un lugar sagrado donde subimos a ofrendar, a pedir por el agua, a dar gracias por los elementos generadores de vida, a la madre tierra", dijo.
Con una ofrenda al agua, tierra y fuego, los danzantes provenientes de Toluca, Temoaya y Metepec recordaron a su dios y ancestros, y adelantaron que ésta no es la única actividad que van a realizar para defender a esta área natural.
La modalidad de Parque Nacional restringía las actividades realizadas en la zona, mientras que la de Protección de Flora y Fauna abre la puerta a una mayor presencia de actividades humanas -con diferentes niveles de impacto sobre los recursos naturales y sobre los ecosistemas (que incluye actividades agrícolas, pecuarias y pesqueras)-, sin contar con un plan de manejo, lo que incrementará la sobreexplotación y el deterioro de la superficie ya afectada del coloso, según denuncian organizaciones en favor de la ecología.
