Mexicanos no le creen a Obama; escaso apoyo al combate al crimen (Gráficos)

Nacional
/ 22 septiembre 2015

La más reciente encuesta BGC-Excélsior muestra que no se percibe un aumento en los esfuerzos de EU en la lucha contra el narcotráfico

México, DF. La visita del presidente Felipe Calderón a Estados Unidos tuvo poco impacto en la opinión pública mexicana. De los temas tratados, la población se opone a la propuesta de permitir que los agentes norteamericanos puedan portar armas en nuestro país, según la más reciente encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior.

Si bien tiende a evaluarse bien la gestión de Calderón frente a EU en la lucha al narcotráfico, existe una actitud crítica hacia su labor para conseguir frenar el tráfico de armas y para lograr una reforma migratoria, revela la consulta.

El viaje del Presidente a EU fue medianamente conocido por la población con teléfono en su vivienda; 58% se enteró. Existe poca idea de qué mensaje trató de transmitir el mandatario mexicano allá (70% no sabe). La minoría que señala algo se refiere especialmente al combate al narcotráfico y al tráfico de armas.

De las conclusiones expresadas por los mandatarios de ambos países en torno al tema del narcotráfico y el crimen organizado, la mayoría provoca controversia.

Por ejemplo, las opiniones se dividen sobre si México y EU  están trabajando conjuntamente para lograr que la frontera sea una zona de oportunidades y no de conflicto. Asimismo, tiende a rechazarse la idea de que ahora es cuando más cooperación bilateral se ha logrado (falso, 51%).

En cambio, sí se concuerda en que la coordinación en investigaciones ha permitido alcanzar un récord en la captura de criminales (cierto, 72%).

Las palabras de Barack Obama sobre su respaldo a México no convencen a muchos. Su dicho de que EU es un aliado de nuestro país genera opiniones encontradas sobre su sinceridad.

Baja credibilidad también tienen las afirmaciones del mandatario estadunidense sobre los crecientes esfuerzos que dice que su país hace para detener el tráfico de armas hacia México (falso, 61%) y abatir el flujo de dinero que se genera por la venta de los narcóticos (falso, 58%). El único renglón en que se le tiende a creer es en el de la disminución del consumo de drogas mediante programas de educación y tratamiento de adicciones (gráfico 1).

Tras el asesinato del agente estadunidense Jaime Zapata en México, la posibilidad de permitir que los agentes norteamericanos estén armados en nuestro país genera rechazo, siete de cada diez desaprueba que se les permita portar armas y que se proponga a los senadores tal medida (gráfico 2).

Hay opiniones divididas sobre la solicitud norteamericana para extraditar a Julián Zapata Espinosa, El Piolín, presunto asesino del agente (acuerdo, 47%; desacuerdo, 46%).

En general, tiende a haber una percepción positiva sobre cómo Calderón maneja con Estados Unidos la cuestión del narcotráfico. Alrededor de la mitad (49%) la califica positivamente (gráfico 3).

En cambio, existe una actitud bastante crítica hacia el gobierno (gráfico 4) en torno a su labor con EU para tratar el tráfico de armas desde ese país: se evalúa principalmente mal o pésima (49%).

De los asuntos tratados en la visita, el tema que parece preocupar más a la población es el migratorio, tema donde la opinión pública mexicana cuestiona más al gobierno. Hay amplio consenso en que la situación de los migrantes mexicanos seguirá igual (87%) pese a la intención del presidente Obama de llamar la atención de los legisladores norteamericanos para impulsar la pretendida reforma.

La molestia con la falta de resultados en materia migratoria ha provocado que predomine la evaluación mala o pésima (gráfico 5) sobre la manera como Calderón trata este problema con Estados Unidos (65%).

La visita del Presidente mexicano se da en uno de los momentos con percepción popular menos favorable sobre el estado de la relación bilateral. Si bien 43% cree que es excelente o buena, este porcentaje es 8 puntos más bajo que hace poco más de un mes, cuando vino Hillary Clinton.

Se ha ido deteriorando el nivel de respaldo a la manera como el presidente Calderón maneja la relación con Estados Unidos; 51% está de acuerdo, el punto más bajo en lo que va del sexenio; 43% está en desacuerdo (gráfico 6), especialmente porque se piensa que no defiende a los migrantes.

La actitud del gobierno federal frente a EU tiende a ser criticada (gráfico 7) pues la mitad piensa que es dócil y sumisa (49%). Pese a esta percepción poco favorable, se cree que la reunión del presidente Calderón con Obama fue un evento programado con antelación como parte de las actividades regulares de cooperación bilateral (56%) y no un llamado a cuentas para responder por el atentado contra agentes estadunidenses en México (gráfico 8). 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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