Reportan otra fosa clandestina en Querétaro

Nacional
/ 22 septiembre 2015

Integrantes de una célula de La Familia eran los encargados de secuestrar y ultimar a sus víctimas. Se logró la detención de 8 probables delincuentes

QUERÉTARO, QRO.- El secretario de gobierno en el estado, Roberto Loyola Vera, confirmó el hallazgo de dos cuerpos en una fosa clandestina ubicada en la comunidad de Capula del municipio de Huimilpan. Un cuerpo más fue encontrado a unos dos kilómetros de distancia.

Presumiblemente estas personas fueron secuestradas y asesinadas por integrantes de una célula del grupo denominado La Familia. Dos de ellas eran vecinas de la comunidad de Ceja de Bravo, perteneciente a Huiimilpan, y otra radicaba en el municipio de Pedro Escobedo.

Mediante un comunicado oficial, la Procuraduría General de Justicia informó que como consecuencia de las indagatorias realizadas por los secuestros, se logró la detención de ocho  probables delincuentes, siete de ellos originarios del vecino estado de Michoacán y uno más de Querétaro.

Este último, de acuerdo a información preliminar, es un ex elemento de la policía municipal de Corregidora, que colinda con el de Huimilpan.

Durante el operativo policial que implementó la Dirección de Investigación del Delito (DID) desde el lunes pasado, se pudo asegurar armamento y vehículos que eran utilizados por los secuestradores.

Los detenidos y el armamento se localizaron en un par de casas de seguridad ubicadas en las comunidades de Capula y San Pedro, ambas en el municipio queretano de Huimilpan, que se encuentra a 35 kilómetros de la ciudad de Querétaro y a 29 de Amealco.

El pasado martes 15 de febrero, a unos 100 metros del límite del municipio de Amealco con el de Epitacio Huerta del estado de Michoacán, fueron encontrados los cuerpos de tres personas ejecutadas, todas ellas vecinas de Querétaro.

En el domicilio ubicado en la comunidad de San Pedro, Huimilpan, se aseguraron seis armas largas, tres armas cortas, cargadores y cartuchos, así como varios objetos personales.

De acuerdo a la declaración de los detenidos, llegaron al estado con el propósito de cometer ilícitos; para ello, buscaron rentar viviendas en algunos municipios, precisando que éstas debían estar alejadas de las cabeceras, además de iniciar amistad con los pobladores para conocer más acerca de la gente y entonces, determinar quién o quiénes pudieran ser sus víctimas.

Uno de los integrantes del grupo, de nombre Osvaldo Díaz Millán, era el encargado de rentar las casas en diversos municipios, haciéndose acompañar por Cristina Mirelles Gallegos, con el propósito de crear cierta empatía con los lugareños.

Ya establecidos en los domicilios, el resto de los ahora detenidos intervenía para planear la realización del secuestro de la víctima y, posteriormente iniciar la negociación, aunque desde un principio ya tenían contemplado que al término de la negociación tenían que perpetrar el homicidio, toda vez que existía la factibilidad de que fueran identificados.

En ambos casos, los detenidos pidieron a cambio de las víctimas, además de dinero en efectivo, tres vehículos que de acuerdo a su dicho fueron comercializados en el estado de Michoacán.

En sus declaraciones ministeriales el total de los ahora detenidos se encuentran confesos de los hechos que se les imputan.

Como probables responsables de haber privado de la libertad y haber dado muerte a tres personas, fueron detenidos Pedro Anaya Chávez, Eduardo Anaya Chávez, Benito Pérez Guerra, Daniel Leal Campos, Cruz Adalberto Alcázar Bustos, Osvaldo Díaz Millán, Sofía Araceli Martínez Jiménez y Cristina Mirelles Gallegos.

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