Falso, que 90% de armas de narco vengan de EU: Stratfor

Nacional
/ 22 septiembre 2015

La consultora en seguridad señala que esta cifra es un mito, pues del total de armas incautadas en México apenas a 12% se les encontró origen en Estados Unidos; algunas provienen del mercado interno o del mismo Ejército

Ciudad de México.- Las afirmaciones en el sentido de que el 90% de las armas utilizadas por los cárteles de la droga en México provienen de Estados Unidos son un mito, asegura la consultora internacional en seguridad Stratfor en un nuevo reporte.

Más allá de esto, el documento asegura que las 3 mil 480 armas que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) logró rastrear como procedentes de EU representan menos de 12% del total de las que fueron incautadas por las autoridades mexicanas en 2008.

"Se ha vuelto común escuchar a funcionarios norteamericanos afirmar con toda certeza que el 90% de las armas usadas por los cárteles mexicanos tienen como origen Estados Unidos. Sin embargo, un análisis puntual de la dinámica de la guerra contra el crimen organizado en México -y de cómo se llegó a esta cifra- demuestran claramente que el número responde más a la retórica política que a pruebas empíricas", sentencia Stratfor.

La cifra de 90% que emplean comúnmente los funcionarios estadounidenses al referirse al problema del tráfico de armas en la frontera común entre México y EU derivó de un informe de junio de 2009 que la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés) hizo al Congreso estadounidense sobre los esfuerzos para combatir este flagelo.

El desglose de Stratfor señala que, según datos del propio documento de la GAO, unas 30 mil armas fueron confiscadas de manos de criminales por las autoridades mexicanas en 2008; de estas 30 mil, información relativa a 7 mil 200 de ellas (24%) fue enviada a la ATF para su análisis y rastreo. De estas 7 mil 200 armas, sólo unas 4 mil pudieron ser rastreadas por la Oficina, y de esta última cifra de 4 mil, unas 3 mil 480 (87%) resultaron ser provenientes de Estados Unidos.

"Esto significa que la cifra de 87% deriva de la información de las armas que el gobierno mexicano envió a la ATF y que ésta exitosamente consiguió rastrear, y no del número total de las armas que las autoridades de México incautaron", advierte el informe.

De hecho, señala el documento, esta cifra de 3 mil 480 armas que se determinó tienen origen en los Estados Unidos, representa poco menos del 12% de total de las que fueron confiscadas en México en 2008, y menos del 48% de todas aquellas cuya información se envió a la ATF para su rastreo, es decir, que casi 90% de las armas incautadas en este año no fueron clasificadas como provenientes de la Unión Americana.

El análisis de Stratfor señala que las 22 mil 800 armas restantes no fueron rastreadas por diversas razones, entre las que se encuentran las barreras burocráticas y la negligencia de las autoridades, y que muchas de las armas no contaban con número de serie o estos estaban alterados.

También es importante considerar, advierte el reporte, que las autoridades no se toman la molestia de enviar a la ATF la información de cierto tipo de armas, entre las que destacan aquellas provenientes de las Fuerzas Armadas y la policía mexicanas, o armas adquiridas de forma legal en el país a través de la Unidad de Comercialización de Armamento y Municiones (UCAM) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Además, otras de las armas que no son reportadas a Estados Unidos por su rastreo son la artillería exclusiva de Ejércitos provenientes de países como Corea del Sur, tales como las granadas de fragmentación y lanzacohetes comúnmente utilizados por los cárteles de la droga.

Luego de reconocer que EU representa una importante fuente de algunos tipos de armas empleadas por el crimen organizado en México, Stratfor señala que "de acuerdo con los mismos datos del GAO, no hay ninguna evidencia que sustente la aseveración de que 90% de las armas empleados por los cárteles de la droga proviene de Estados Unidos, especialmente cuando ni siquiera el 50% de aquellas cuya información fue enviada a la ATF pudieron ser rastreadas hasta suelo estadounidense".

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