Amenazan pesca ilegal y crimen organizado a la vaquita marina
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En 1997 había 567 ejemplares en el Golfo de California; en diciembre pasado quedaban 60
Mexicali, BC. La vaquita marina, especie del alto Golfo de California de la que sólo quedan 60 ejemplares, está a punto de extinguirse por los efectos colaterales de la pesca furtiva, advirtió la Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos.
Al igual que la vaquita marina, la totoaba y el bahaba (Phocoena sinus) peligran en el Mar de Cortés o Mar Bermejo por la excesiva demanda que estas dos últimas especies tienen en China y Estados Unidos para fabricar medicamentos cardiológicos y productos con supuestas propiedades afrodisiacas.
Aunque este cetáceo carece de estas propiedades, también cae en las artes ilegales de pesca que se usan para captirar la totoaba, con la cual se cubre parte de la demanda de bahaba, por lo que México y Estados Unidos aplicaron acciones para su rescate inmediato.
En su estrategia regional para la recuperación de la vaquita marina, el gobierno mexicano reconoció el tráfico de especies en extinción y la participación del crimen organizado en la captura de totoaba.
A finales de marzo, la Procuraduría Federal para la Protección del Ambiente (Profepa) halló tres cadáveres frente a las costas de puerto de San Felipe, al sur de Mexicali. Tenían escoraciones de mallas agalleras, usadas para la pesca ilegal de la totoaba.
En en el primer semestre las Redes de Atención para Varamiento de Mamíferos Marinos hallaron 299 ejemplares muertos: 130 delfines, 126 lobos marinos, 36 ballenas, tres vaquitas, dos focas y dos manatíes.
Los doctores Frances Gulland, Peter Thomas y Lorenzo Rojas, junto con especialistas del Centro de Mamíferos Marinos y del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, señalaron que los tres cetáceos muertos en marzo presentaban laceraciones causadas por mallas.
La Profepa intensificó la vigilancia nocturna por mar y tierra en los tiraderos de redes totoaberas y pidió a los pescadores que se abstengan de usar equipo prohibido.
Desde 1978 se advirtió que la vaquita marina, único mamífero marino endémico de México y una de las seis especies de marsopa, de 1.5 metros de longitud y 50 kilogramos de peso, estaba en peligro de extinción.
Su hábitat se encuentra en la reserva de la biosfera del alto Golfo de California y el delta del río Colorado, en las inmediaciones de Baja California y Sonora, donde se reproduce cada dos años, con periodo de gestación de 11 meses.
En la década de 1990, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la integró a la lista de especies en peligro de extinción y en 1992 se constituyó el primer comité gubernamental para la preservación y conservación de vaquita marina y la totoaba.
Cuatro años después se creó el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita, que recomienda la prohibición de su captura intencional o accidental, para lo cual incluye compensaciones económicas a pescadores que cambien sus métodos.
De 2000 a la fecha el gobierno mexicano ha firmado normas oficiales, tratados internacionales y programas permanentes y emergentes ante la inminente desaparición de esta especie. Además, suscribió la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas, por lo que es delito comercializar, poseer, importar o exportar ejemplares de vaquita marina.
El 16 de abril de 2015 el gobierno de México presentó una estrategia regional para la recuperación de la vaquita, consistente en prevenir actividades pesqueras ilícitas, evitar el tráfico ilegal de especies en peligro de extinción y combatir la participación del crimen organizado en la pesca ilegal de totoaba en la región.
México anunció que prohibirá a partir de septiembre las redes de enmalle para la pesca del camarón en la región, informó la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca.
Aunque el gobierno mexicano otorgó 70 millones de dólares para que los pescadores se adaptaran a otros métodos, el grupo ecologista Sea Shepherd consideró que es insuficiente para salvarla.
El secretario de Marina, Vidal Soberón Sanz, anunció el jueves pasado el lanzamiento del Arcturus T-20, sistema aéreo no tripulado de vigilancia con cámaras de alta resolución para cuidar a la vaquita marina, especie que de 1997 a diciembre de 2015 pasó de 567 a 60 ejemplares.