AMLO está muy cerca de ser Presidente, dice Diego Fernández de Cevallos

Nacional
/ 29 enero 2018

'El Jefe' narra que defendió a López Obrador, de un ataque que se planeó desde Los Pinos, unos días antes de la elección de 2006. Un maniobra con declaraciones de su exsecretario de Finanzas, Gustavo Ponce

Diego Fernández de Cevallos, popularmente conocido como el ‘Jefe Diego’, concedió una entrevista al periodista de la revista Proceso , Álvaro Delgado.

Fernández de Cevallos, es cuestionado sobre la política en México, la cual ha sido unos los protagonistas más importantes.

Ha sido varias veces legislador del Partido Acción Nacional (PAN), así como candidato a la presidencia en 1994 y líder moral del partido.

El ‘Jefe Diego’, comienza la entrevista diciendo: “yo ya estoy de salida, no tengo por qué andar cuidando moditos ni formas con nadie”.

En la entrevista, es cuestionado por varios temas, desde su “secuestro”, Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox, Ricardo Anaya, Televisa y el más importante, Andrés Manuel López Obrador- puntero en las preferencias electorales-.

Admite que López Obrador está más cerca de ganar la Presidencia que en 2006 y es escéptico de lo que sería su desempeño.

Para el abogado de profesión, un gobierno encabezado por AMLO genera incertidumbre. “No sé lo que vaya a pasar. Lo que sí sé es que ese, en la Presidencia, no le conviene a México”.

“¿Hasta dónde va a llegar? No lo sabemos. El ser humano termina por ser, muchas veces, impredecible. Pero toda su trayectoria nos lleva a una conclusión: no es un hombre de honor, no es un demócrata. Es autoritario, es intolerante, es lépero, es alguien que ha venido cultivando todo su trayecto político en función de la división de los mexicanos entre buenos y malvados. ¿Quiénes son los malvados? Los que no están conmigo. Eso no puede ser honorable”, describe Cevallos.

Considera que los demás políticos le tienen miedo por “conveniencia y de acomodo”.

Aunque para el ‘Jefe’, López Obardor no debe llegar a la Presidencia de la República. “Lo único que sí digo es: yo no tengo, ya no digamos miedo, no tengo temor de que llegue, porque ni él ni nadie me puede quitar nada que no me vaya a quitar la muerte. Entonces, en lo personal, no me quita el sueño”, añade.

Ataques contra AMLO

Lo que sí reconoce es el préstamo que hizo a Carlos Ahumada para destapar el escándalo de René Bejarano, “el señor de las ligas”. Afirmó que ese préstamo lo hizo ante notario y que fue de conocimiento público este hecho.

Revela que le hizo un préstamo a Ahumada, cuya cifra no precisa, pero que hasta la fecha le adeuda. “Yo lo hice de mi cuenta personal y ante notario público, porque no estaba escondiendo nada. Yo hice ese préstamo, que nunca me pagó, y de ahí surgió todo. Esa fue mi participación. Él fue a la procuraduría y se hizo el alboroto. Y yo lo reconocí”.

–¿Cuánto dinero le prestó a Ahumada?

–Ese es asunto mío.

–¿No son los 400 millones que él dice en su libro que le prometieron usted y Salinas?

Se ríe.

–No. Lo único que puedo decirte fue que el trato lo hice con él. Lo hice públicamente y además él lo ratificó en Cuba… El dinero no me lo pagó.

En defensa de AMLO

Y habla de un episodio desconocido hasta ahora: desde Los Pinos se tramó, unos días antes de la elección de 2006, una maniobra para afectar a López Obrador con declaraciones de su exsecretario de Finanzas, Gustavo Ponce, encarcelado por fraude, peculado y enriquecimiento ilícito.

“Me llamó un amigo de parte de Marcelo Ebrard y me dijo: ‘Oye, tu gente está haciendo una picardía de las que no se valen’. ‘¿Qué está pasando?’ Y me dice: ‘Van a ir hoy a medianoche a la cárcel, con el jugador de Las Vegas, a sacar una declaración contra López Obrador, porque mañana la quieren estallar’. Le digo: ‘¡Esa es una felonía!’ ‘Pues sí’. ‘¿Y por qué no hablan con Gobernación?’ ‘Ya hablamos’”.

Entonces, narra, él mismo fue a hablar del tema con Carlos Abascal, secretario de Gobernación en el tramo final del sexenio de Fox, quien le confirmó la maniobra: “Me dijo que era una decisión tomada, que había operaciones y trabajos de la Procuraduría que estaban en curso”.

Entonces intervino: “Me crucé para que no se hiciera ese trámite contra López Obrador. Era una sinvergüenzada, era un abuso de poder. Lo detuve y eso les consta a Ebrard y a varios de sus amigos. ¿En favor de qué? Sí, de López Obrador, pero fundamentalmente de la justicia. Porque hay cosas que en la política no se deben permitir”.

–¿Quién tramó eso?

–El gobierno federal de ese tiempo.

–Vicente Fox.

–El gobierno federal de ese tiempo, al más alto nivel. Yo lo discutí con ellos.

–Pero en Los Pinos.

–A fuerzas. Y ahí se detuvo. Y en forma muy dura además. Lo que quiero decir es: yo estoy ya de salida, yo no tengo por qué andar cuidando moditos ni formas con nadie. De mí pueden decir lo que quieran, voy a dar la cara. Cuando supe que le iban a dar un golpe a la mala a López Obrador, me crucé, no porque fuera López Obrador sino porque el golpe era a la mala.

Y rubrica: “Lo de Bejarano yo lo hice, yo di la cara, yo lo anuncié. ¿Qué más? ¿Que a mí me mandó Salinas? Eso ya son cuentos, son enredos”.

Sobre su desaparición en 1994

Diego Fernández de Cevallos dijo que en 1994 no se echó para atrás para dejarle vía a libre a Ernesto Zedillo en la carrera presidencial, pese a que todo indicaba que lo había derrotado en el debate que sostuvieron por televisión durante ese proceso electoral.

Afirmó a Proceso que fue Salinas quien activo el aparato político para que finalmente el economista fuera presidente de nuestro país entre 1994 y 2000. Dijo que fue desde el propio Partido Revolucionario Institucional (PRI) de donde salió la idea de que Salinas regaló a Fernández de Cevallos un departamento en Punta Diamante, para desviar los focos de la crisis del gobierno de Zedillo en esa época.

Con información de Proceso 

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