Arrancan las 100 nuevas universidades de AMLO... sin planteles, sin licitar, y posible invalidez

Nacional
/ 20 marzo 2019

El próximo 25 de marzo iniciarán clases las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, en sedes provisionales. A ellas se suman 19 escuelas administradas por Morena que carecen de registro de validez

Por Nayeli Roldán (@nayaroldan)/@nayaroldan para Animal Político
 
Aún no se ha iniciado la construcción de los planteles, pero las 100 universidades prometidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador comenzarán operaciones el 25 de marzo en sedes provisionales. A ellas se sumarán las 19 escuelas de Morena inauguradas desde 2015, que no habían logrado el registro de validez oficial.

En entrevista con Animal Político, Raquel Sosa, coordinadora del programa Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, asegura que la meta es conseguir que no haya rechazados y cualquier joven pueda estudiar una carrera universitaria en el país.

Podrán escoger entre 36 carreras, pero las de mayor presencia son Ingeniería Agroalimentaria y la licenciatura en Educación Física con especialidad en beisbol, que se impartirán en 19 y 10 planteles, respectivamente. Mientras que la única carrera relacionada con artes será Música y Laudería en una escuela de Veracruz.

De acuerdo con Raquel Sosa, el criterio para elegir las sedes consistió en la densidad poblacional, la nula oferta de estudios universitarios en las regiones y el nivel de rezago social. Por eso, los planteles estarán en municipios con entre 15 mil y 45 mil habitantes, donde haya “abandono y violencia; la intención es atender a esas regiones con un sentido comunitario”.  

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De acuerdo a información de la página de internet, la mayoría de universidades estarán concentradas en Oaxaca, con 11 planteles; Ciudad de México, con 10; Veracruz, 8 y Chiapas y Guanajuato con 6, respectivamente. El resto de entidades tendrán entre 5 y 2 escuelas.  

En tanto, la plantilla docente será elegida entre los profesores que postularon a la convocatoria desde febrero y que, divididos por tipo de carrera, recibieron una primera capacitación durante dos días; de ellos seleccionarán a quienes serán contratados y recibirán la segunda capacitación el 21 y 22 de marzo. A la semana siguiente iniciarán labores.

Abrir 32 mil espacios en 100 universidades es una meta tan ambiciosa que ni siquiera existe precedente; ningún país en Latinoamérica ha logrado algo parecido.

Por ejemplo, en los 14 años de mandato de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, se crearon 14 universidades federales y en Venezuela se hicieron 30 planteles entre 1999 y 2016. 

Universidades sin registro

Entre 2015 y 2016, diputados locales y federales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) financiaron la apertura y sostenimiento del Programa de Escuelas Universitarias que incluye 19 programas educativos en el país impartidos en 9 planteles, según su página de internet.

Pese a estos años de operación, sólo el programa de Ingeniería en Agricultura y Agronomía de la Escuela Calkiní en Campeche, y la Escuela de Educación Superior de Comalcalco lograron obtener el Reconocimientos de Validez Oficial de Estudios del tipo Superior (RVOES) ante la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Es decir, sólo 2 de 19 programas cumplieron con los criterios de calidad establecidos en el artículo 55 de la Ley General de Educación: personal con preparación adecuada, instalaciones que satisfagan las condiciones higiénicas, de seguridad, pedagógicas y de accesibilidad y planes y programas de estudio procedentes.

De acuerdo con las respuestas a solicitudes de información realizadas por Animal Político, cuatro escuelas pidieron ser reconocidas, pero después del análisis, la SEP concluyó con “negativa”, toda vez que no cumplieron con las obligaciones de ley.

Se trata de las escuelas de Contabilidad y Administración Pública, Leona Vicario; de Derecho Ponciano Arriaga y de Ingeniería Heberto Castillo, todas en la Ciudad de México. Y la Escuela Universitaria de Agronomía y Agricultura de Zachila en Oaxaca.

Mientras que no existe información de solicitud del registro por parte de la Escuela de Medicina Integral y Salud Comunitaria; Escuela de Educación Normal, José Santos Valdés, ambas en la Ciudad de México. También la Escuela Normal Intercultural Bilingüe Valladolid en Yucatán.

La SEP refirió que si bien la dependencia no había entregado los registros, las escuelas podrían haberlos solicitado también ante autoridades estatales. Pero al revisar los listados por entidad, tampoco se localizaron las escuelas faltantes. 

Si bien las escuelas pueden operar sin tener el RVOES, las implicaciones serían para los alumnos porque sus estudios no tendrían validez oficial, es decir, el título obtenido al concluir no sería reconocido por la autoridad educativa.

Sin embargo, al ser incorporadas por el gobierno federal a su programa de Universidades, las escuelas de Morena ya no requieren el RVOES, pues la autoridad federal será la responsable de operarlas y no particulares, como ocurría antes.

La encargada de coordinar ese proyecto es Raquel Sosa, quien ha sido una colaboradora cercana del presidente López Obrador por casi dos décadas. Desde que él era Jefe de Gobierno del Distrito Federal ella formó parte de su gabinete en los seis años de mandato, primero como secretaria de Desarrollo Social y luego de Cultura.

Es maestra en Estudios Latinoamericanos y doctora en Historia y a la par de ser profesora investigadora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, apoyó e impulsó la propuesta política de López Obrador a través del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Por ello fue la encargada de crear el Programa de Escuelas Universitarias y pese a que los diputados de Morena sostienen económicamente a los planteles, Sosa rechaza llamarlas escuelas del partido.

Con ese precedente, Sosa fue nombrada por el presidente como coordinadora del Programa Universidades para el Bienestar Benito Juárez García en diciembre pasado, y por tanto, la encargada de integrar a esos 19 planteles.

“Estarán en condiciones de incorporarse con una serie de procedimientos, incluidas las liquidaciones de las asociaciones civiles con las que estuvieron relacionadas”. Y se sumarán pese a que por el momento no hay evidencia de la eficacia pedagógica ni la calidad educativa en las escuelas, pues “es una institución muy joven” y aún no egresa la primera generación, asegura la coordinadora.

Raquel Sosa será la máxima autoridad en todo el país, porque en las 100 universidades “no habrá rectores, sino coordinadores académicos y la coordinación general la tengo yo. (En las universidades) sólo habrá aparatos administrativos pequeños y los profesores necesarios, según el número de estudiantes”.

Planteles sin licitación

Entrevistada en el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (Crefal), en Pátzcuaro, Michoacán, donde operará las universidades, Sosa explica que los programas educativos están listos y los planteles ofertarán 32 mil espacios para jóvenes de entre 18 y 29 años.

Aunque no se ha iniciado la construcción de las 80 escuelas restantes, los alumnos serán atendidos en “locales alternos”, aunque no se sabe por cuánto tiempo, pues no hay un plazo estimado para concluir las obras.

De hecho, Sosa descarta hacer licitaciones porque “no habrá grandes empresas” encargadas de las obras porque al tratarse de “instalaciones comunitarias, se va a favorecer el trabajo de las personas en la comunidad. La misma comunidad los construirá pero con recursos del subsidio público”, que se calcula en 10 millones de pesos por cada plantel.

La Federación “no ha comprado terrenos” para la construcción de los planteles porque todo ha sido donado o entregado en comodato por los campesinos, municipios o comisariados “en solidaridad”, afirma Sosa.

De hecho, el Centro Universitario del Valle de Zacapu, en Michoacán, es un caso especial. Se trata de una institución privada con más de 35 años de operación y que cobraba una colegiatura de poco menos de mil pesos mensuales, pero, según Raquel Sosa, los dueños decidieron donar el plantel al programa de universidades del gobierno.

Al preguntarle por qué los dueños “donarían” un negocio, Sosa asegura que la colegiatura no era tal, sino una cooperación de los campesinos de la comunidad y fue donada “porque realmente representa el espíritu fundamental de este proyecto: la experiencia comunitaria”.

Dicho centro será el único que ofrezca cuatro carreras, pues ya operaban así desde el ámbito privado con los más de 300 alumnos que están inscritos actualmente y que serán integrados al nuevo modelo ya sin pagar colegiatura.

Los estudiantes de las 100 universidades también recibirán una beca por 2 mil 400 pesos mensuales y si la carrera que solicitan está en otra entidad, se prevé que una familia de la comunidad pueda otorgarles hospedaje y los estudiantes “deberán colaborar con hasta un tercio de su beca para cubrir sus gastos de alimentación”; aunque no se sabe cuál será el mecanismo para elegir a las familias receptoras.

La convocatoria está abierta en la página www.crefal.org y los únicos requisitos que deben presentar son credencial de elector, acta de nacimiento, carta de exposición de motivos para ingresar al sistema, certificado de bachillerato, comprobante de domicilio y Curp. 

Los maestros y la propuesta pedagógica... Lee la nota completa en Animal Político

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