‘Ataques con ácido son una marca machista’; pide Conavim legislarlos como tentativa de feminicidio
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Por medio de la Comisión Nacional para prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Fabiola Alanís Sámano, titular de la misma, reiteró que ataques con objetos punzocortantes, agua hirviendo, sustancias químicas sobre el rostro o cuerpo, entre otro tipo de amenazas hacia las mujeres, jóvenes y niñas, deberían ser catalogadas como tentativa de feminicidio.
En ello, Sámano se enfocó en que los casos más graves dentro del interior del hogar no sólo se trata de violencia de género. Con esta categorización, se buscaría lograr una detención inmediata del agresor.
“La prioridad es que, al instalar los sistemas o comités municipales para prevenir y erradicar las violencias en razón de género, se fortalezca la articulación de acciones para garantizar mayor seguridad a las mujeres y niñas”, señaló en un comunicado.
Asimismo, la comisionada solicitó a los tres órdenes de gobierno que se construyan políticas públicas para atender a las recomendaciones de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM).
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LA IMPUNIDAD EN MÉXICO
Aunque en el país no hay cifras oficiales de estos atentados, la Fundación Carmen Sánchez, quien sería una víctima más, contabiliza al menos 28 mujeres atacadas con ácido, apenas en las últimas dos décadas.
Por otro lado, la dependencia también reiteró que, en el 85 por ciento de los casos el autor intelectual fue un hombre, y 5 de ellos eran pareja de la víctima, así como 11 fueron exparejas.
Entre los sucesos ocurridos, en el 96 por ciento de ellos no hay sentencia; tan sólo cuatro agresores han sido vinculados a proceso, todos por tentativa de feminicidio, a excepción de uno por violencia familiar.
Los casos más conocidos son el de la misma Carmen, víctima de un ataque con ácido por su ex pareja durante la mañana del 20 de febrero de 2014. Apenas siete años después del incidente, Efrén “N”fue detenido y procesado. Mientras, Sánchez ha recibido más de 60 cirugías.
“Si a él lo dejan libre, se pone en riesgo mi vida, la vida de mis hijas, la vida de mi familia y la vida de todas las mujeres de este país”, comentó a Infobae.
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Otro caso que conmovió al país fue el ataque a la saxofonista y comunicóloga oaxaqueña María Elena Ríos Ortiz, el pasado septiembre de 2019.
Mientras, al día de hoy sigue en búsqueda de justicia, pues pide a la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca que se ejecute una quinte orden de aprehensión contra Juan Vera Hernández, hijo del exdiputado Juan Vera Carrizal, presunto autor intelectual del ataque, quien se encuentra preso.
Recientemente, se habla también del lamentable ataque con fuego a Luz Raquel Padilla, madre de un niño autista, quien habría sido quemada viva en su domicilio y perdió la vida el pasado 16 de julio, en la colonia Arcos de Zapopan, Jalisco.
UNA MARCA DE POSESIÓN MACHISTA
Según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), los ataques a mujeres con ácido y otros químicos representan una carga simbólica muy fuerte, pues el agresor pretende “marcar” a su víctima.
“El ácido y otras sustancias abrasivas son utilizadas en muchos países como un arma que no solo pretende causar un sufrimiento físico enorme, sino también para imponerle una condena social que la acompañará de por vida. Al mirarse al espejo, al observar las reacciones de los otros. Es la marca de la posesión. Una firma ardiente que lastra la vida, o lo que queda de ella, de miles de mujeres en todo el mundo”, aclaró la institución.
De igual manera, Conapred recalca que, pese a muy bajas las incidencias, en América Latina cada vez más miles de mujeres sufren un altercado con algún químico. Con ello, aseveran que el 90 por ciento de los atacantes son hombres, y suelen ser personas cercanas a la víctima o tienen una relación íntima, tratándose y de un patrón.
Estos ataques tienen como finalidad “destruir la vida de la mujer”. “Tienen la intención de desfigurar permanentemente a la víctima, de causarle daños físicos y psicológicos brutales, de provocarle graves cicatrices y condenarla al ostracismo”, explicó Meryem Aslan, responsable del Fondo Fiduciario de Naciones Unidas, a la Conapred.
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