Cuesta caro a México el abstencionismo
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Presupuesto electoral 2018, 3 mil mdp mayor que en 2012
CDMX.- Alfonso trabaja como lavaplatos en la Ciudad de México. Con más de 40 años nunca ha participado en los procesos para elegir al Presidente de la República. “No tuve estudios, así que no sé por qué es importante votar.
No crecí con esa idea de que con el voto puedo decidir quién gobierna”, admite. En las últimas dos elecciones presidenciales, 2006 y 2012, 40 por ciento de los votantes mexicanos pensaron de la misma manera y no salieron a sufragar.
De los más de 75 millones de votos que pudieron determinar la elección, sólo se tuvo el registro de 46 millones en promedio, y los comicios del 1 de julio podrían estar marcados por el mismo abstencionismo, una tendencia que cada año le sale más cara al Instituto Nacional Electoral (INE).
Si el registro es similar al de las jornadas electorales pasadas, este 2018 saldrán a votar en promedio 50 millones de mexicanos, lo que elevará el gasto por sufragio de 83 a 135 pesos, sólo de la elección del 2012 a la actual. Esto tomando en cuenta únicamente el presupuesto que destina el INE para la organización de los comicios.
Este año, el INE contará con 7 mil 144 millones de pesos para la realización del proceso electoral federal. Si todos los mexicanos de la lista nominal, es decir, 87.8 millones de electores salieran a votar, el costo promedio del voto sería de 81 pesos. Pero esto es un escenario alejado de la realidad.
AUMENTO PRESUPUESTAL
Especialistas aseguran que entre más votantes salgan a las urnas el costo del sufragio disminuye porque el presupuesto se divide entre el número de personas que acuden.
Aunque la reforma electoral de 2012 contemplaba como uno de sus principales objetivos reducir el gasto en los procesos electorales, el ahorro no ha podido concretarse. Incluso el presupuesto de este año era considerado como el más alto en la historia del INE, hasta que la Cámara de Diputados lo recortó.
En 2012, el instituto tuvo un presupuesto de 4 mil 173 millones de pesos para el proyecto electoral. Este año esa cantidad subió a 7 mil 144 millones de pesos. Las dos categorías que tuvieron un mayor aumento entre ambas elecciones fueron la capacitación electoral, educación cívica y el uso de tecnologías durante la jornada electoral.
Sólo explicar a la ciudadanía la importancia de su participación tendrá un precio de 2.9 millones de pesos; millón y medio más que en el 2012.
DINERO PERDIDO
Los procesos electorales en el país se caracterizan por una falta de participación.
En 2006, 59 por ciento de los mexicanos en lista nominal acudieron a las urnas para elegir al Presidente; en 2012, este porcentaje aumentó solo cuatro puntos porcentuales, es decir 8 millones de votos más.
Con base en el porcentaje de las últimas dos elecciones presidenciales se calcula que –aunque es poco probable que pase– si los 87 millones 778 mil 662 de mexicanos registrados en la lista nominal votaran el costo del voto sería de 81 pesos.
Pero si sólo asiste 60 por ciento, al igual que en 2006 y 2012, esta cifra subiría a 135 pesos por sufragio. Esto significa que por cada ciudadano que no ejerce su voto se desembolsan 54 pesos.
En el escenario de una participación del 50 por ciento de los votantes sólo se estaría contemplando a 43.8 millones de mexicanos, lo cual incrementaría el precio de cada sufragio a 162 pesos. Entonces cada boleta que no se tachara costaría 81 pesos.
El peor panorama que se planteó es que se tenga una participación de 40 por ciento de la población que puede votar. Es decir, sólo 35.1 millones de votos decidirían al siguiente Presidente de México. De ser así, cada sufragio costaría 203 pesos. Por lo que cada voto no emitido costaría 122 pesos.
La Ciudad de México ocupó el quinto lugar en cuanto a participación en las elecciones de 2012. De los inscritos en la lista electoral, 67 por ciento sí ejercieron su voto.
Esta cifra está por encima de 63 por ciento a lo reportado a nivel nacional.