Detecta CNDH corrupción y lujos en el penal de donde se escapó el hijo del 'Azul'

Nacional
/ 19 marzo 2017

Informa que ‘Autogobierno’ aumenta la violencia al interior de los centros penitenciarios

CIUDAD DE MÉXICO.- El penal de Aguaruto, de donde se fugó el hijo de Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, opera en medio de la corrupción, fragilidad en su esquema de seguridad y los internos gozan de lujos.

Imágenes obtenidas de las cámaras de video de esa prisión muestran a los prisioneros con teléfonos celulares, consumiendo mariguana y cocaína, con pantallas de plasma en sus habitaciones, salas y hasta con prostitutas.
En una de las fotos se observa a varios reos usando teléfonos móviles, lo cual está prohibido por la ley y reglamentos del propio penal.

En otras se observa a mujeres que ingresan y, según las fuentes estatales consultadas, se trata de prostitutas. De acuerdo con autoridades de la entidad, en otra de las fotografías un individuo está presuntamente consumiendo cocaína.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en su recomendación general 18/2010, alertó de la situación en los centros penitenciarios del País, en particular del llamado “autogobierno”.

Según las autoridades de Sinaloa, el “Autogobierno” aumenta la violencia al interior de los centros penitenciarios y el tráfico de drogas, como han podido constatar en los videos.

Incluso, tienen privilegios y tratos especiales como estancias amplias hasta con sala, televisión moderna y teléfonos celulares.

En el penal de Aguaruto estaban recluidos Juan José Esparragoza Monzón, “El Negro”; Alfonso Limón Sánchez, “El Limón”; Jesús Peña González, “El 20”; Rafael Guadalupe Félix Núñez, “El Chanquito Ántrax”, y Francisco Zazueta, “El Pancho Chimali”, pero se fugaron el jueves pasado.

“Chimali” y Esparragoza Monzón acababan de ingresar al penal hace casi un mes.

El 19 de enero, los otros tres reos fueron cambiados a una cárcel de Los Mochis, porque el Gobierno estatal tuvo información sobre sus preparativos de escape.

Sin embargo, como las autoridades penitenciarias no tenían autorización para cambiar a los tres procesados, tuvo que regresarlos a Aguaruto, de donde huyeron presuntamente por la puerta principal junto con su líder. 

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