Documenta ONU caso de las fosas de Tetelcingo
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Uno de los cuerpos exhumados de las fosas clandestinas de la Fiscalía General de Morelos, localizadas en esta comunidad, tendría los datos de identificación en la tarjeta que lo acompañaba en el embalaje, o la carpeta de investigación correspondiente los contendría, según lo que se pudo observar este lunes desde el perímetro de seguridad
TETELCINGO.- Uno de los cuerpos exhumados de las fosas clandestinas de la Fiscalía General de Morelos, localizadas en esta comunidad, tendría los datos de identificación en la tarjeta que lo acompañaba en el embalaje, o la carpeta de investigación correspondiente los contendría, según lo que se pudo observar este lunes desde el perímetro de seguridad.
Y es que una perito de la Fiscalía se encarga de “cantar” la hora de exhumación de los cuerpos y de los traslados de una mesa a otra, así como del número de carpeta de investigación, en su caso. Y fue ella la que “cantó” los datos, mismos que a veces son audibles hasta el perímetro donde se encuentran los representantes de la prensa y las familias.
Según los datos ofrecidos de manera involuntaria, se trata de una mujer que habría muerto en el municipio de Temixco, al sur de Cuernavaca, y que llevaría por nombre “Angélica”, aunque no se conocieron más detalles respecto de esta persona. Esto podría considerarse también una irregularidad, pues si está identificada, no queda claro por qué está en la fosa.
También trascendió que este lunes habría sido exhumado otro cuerpo que no tenía identificación.
Los trabajos comenzaron con la exhumación de los cuerpos de la fosa B, la que corresponde a la zona metropolitana de Cuernavaca. El primer cuerpo de esta fosa fue exhumado a las 11:28 y las labores concluyeron con el cuerpo número 15 a las 17:27. En total fueron 15 cuerpos exhumados este lunes, mismo que se suman a los 53 de la fosa A contabilizados hasta el sábado pasado.
Así, van un total de 68 cuerpos recuperados de ambas fosas, hasta ahora.
Observadores de ONU
Cuatro observadores de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos acudieron al predio El Maguey, donde se ubican las fosas clandestinas de la Fiscalía General de Morelos, en la comunidad de Tetelcingo, al norte de Cuautla, para comenzar a documentar el caso.
Y aunque se negaron a hacer declaraciones, en la reconstrucción de las versiones de quienes participaron en reuniones privadas se encontró que el caso Tetelcingo les parece paradigmático por dos circunstancias: porque son fosas clandestinas del gobierno de Graco Ramírez y porque hay un modelo de trabajo en el que participan los familiares de las víctimas, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) e instancias federales y locales.
Los “oficiales de derechos humanos” de la ONU sostuvieron reuniones con familiares de víctimas de desaparición, a las que también acudió el poeta Javier Sicilia, fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad; también se reunieron por separado con los fiscales regional oriente Rafael Ávila López y el general del estado Javier Pérez Durón.
Más tarde, los observadores se enfundaron en trajes tivek y fueron testigos de varias de las exhumaciones del día. Enseguida, se reunieron con el rector de la UAEM, Jesús Alejandro Vera Jiménez.
En el preámbulo del encuentro saludaron el esfuerzo de las familias y la casa de estudios por trabajar juntos en una circunstancia tan adversa. También abordaron el asunto de la denuncia de la Fiscalía contra María Concepción Hernández, madre de Oliver Wenceslao, del rector y del propio Sicilia.
Asamblea de Pueblos
En tanto, integrantes de la Asamblea Permanente de Pueblos de Morelos acudieron a Tetelcingo a brindar su solidaridad con las víctimas.
En un pronunciamiento leído a unos metros de las fosas, condenaron “la creciente violencia que se pasea por el territorio de Morelos, lo que está impactando en todos los espacios de la vida cotidiana de la población, tanto en escuelas como en centros de trabajo, las calles o los lugares de esparcimiento y deporte; esto viene a agravar la ya de por sí difícil situación que vivimos en las comunidades, barrios y colonias, sobre todo en los pueblos originarios de nuestra entidad”.
El vocero de la Asamblea, Saúl Roque Morales, informó del “respaldo total” a la UAEM y en particular al rector Vera Jiménez, y condenaron la auditoría anunciada por el Congreso local a la casa de estudios. A las víctimas les ofrecieron respaldo y solidaridad: “Nuestra solidaridad con los familiares de las víctimas, sepan que su lucha es nuestra lucha, ¡no están solos!”
Abucheo a Graco
En Cuernavaca, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, acompañó a Graco Ramírez en la inauguración del llamado parque lineal Chapultepec, mismo que se encuentra entre la capital del estado y el municipio de Jiutepec. Al evento acudieron también los alcaldes Cuauhtémoc Blanco Bravo y José Manuel Agüero Tovar.
Durante el evento el funcionario federal fue abordado por la prensa sobre el caso de las fosas clandestinas de Tetelcingo. Flanqueado por un Graco Ramírez de gesto adusto, Osorio Chong dijo que “el proceso se está llevando con transparencia, no hay nada que ocultar y quienes quieran participar lo harán, o lo hacen, apegados a derecho”.
En relación con la justicia, aseguró que si hay responsables serán castigados conforme a derecho.
En medio de su discurso, Osorio Chong dijo que la inseguridad ha bajado en la entidad desde que el gobierno federal trabaja de la mano del estatal que encabeza Graco Ramírez. No obstante, entre los presentes comenzaron a escucharse voces de desaprobación que culminaron con el grito de “¡Fuera Graco, fuera Graco!”. El secretario de Gobernación pidió a los presentes “evitar la confrontación y sumar para resolver los problemas.
Consejo Universitario
El Consejo Universitario de la UAEM aprobó por unanimidad un pronunciamiento respecto de las fosas de Tetelcingo y la auditoría ordenada por el Congreso local. “Hoy, la UAEM está participando activamente en la identificación de los 150 cuerpos depositados como basura en dichas fosas en 2014, abriendo así la posibilidad de que los familiares de las víctimas se reencuentren con sus seres queridos y de que, finalmente, se haga la justicia a las víctimas de esta atrocidad”.
No obstante, “asumirse como una universidad socialmente responsable en estos términos, molesta a los poderes dominantes y a las partidocracias que quisieran ver una universidad acrítica, sumisa, ciega y sorda ante la realidad, sometida a los criterios del mercado y, sobre todo, cómplice de la tiranía responsable de la crisis humanitaria que agobia a las y los morelenses”.