El poder de Agsal (2) ¿Por qué no existe un contralor municipal en Agsal?
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El Contralor Interno de una empresa permite observar con claridad la eficiencia y la eficacia de las operaciones, la confiabilidad de los registros, el cumplimiento de las leyes, normas y regulaciones aplicables. El contralor se sustenta en la independencia entre las unidades operativas, el reconocimiento efectivo de la necesidad de contar con un control interno y la fijación de responsabilidades. Podríamos decir que este es de vital importancia para una empresa ya que previene que se violen las normas reglamentos, leyes y los principios contables, evitando o reduciendo sustancialmente la posibilidad de malos manejos que perjudiquen a alguna de las partes. Sólo así se podrá tener éxito y permitirá a los socios tengan certeza de que la empresa funciona y funciona bien.
La empresa paramunicipal Aguas de Saltillo creada en 2001 por el entonces alcalde Oscar Pimentel, y cuyo socio mayoritario es el municipio con 51 por ciento de las acciones al inicio y actualmente con 55 por ciento, empezó a tener Contralor Interno en el año 2004, siendo alcalde Humberto Moreira. Esta figura de vigilancia interna duró solamente ocho años de los más de 17 que tiene de existir la empresa.
En las administraciones municipales de Jericó, Isidro y Manolo, nuestro socio ha navegado libre como el viento, sin que nadie lo vigile ni cuestione desde el ámbito municipal. Sin embargo desde la sociedad civil, la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo, AUAS, A.C. ha dado seguimiento a AGSAL desde su creación (2001) hasta la fecha, habiendo reportado en diferentes espacios legales y públicos, un gran número de violaciones a las leyes, normas, contratos y convenios. También se denunció a Interagbar de México (socio español de Agsal) en tribunales internacionales, en tres ocasiones (2006, 2008 y 2010), siendo las resoluciones respectivas a favor de los ciudadanos que interpusieron la demanda acusatoria contra la empresa. Desafortunadamente estas resoluciones no son vinculatorias, debido a que son tribunales de ética y moral, lo que definitivamente no existe en México en el ámbito de gobierno y específicamente en las administraciones municipales de Saltillo.
Durante mi participación en el Cabildo como regidor de Morena el año pasado, insistí reiteradamente que se pusiera un contralor Interno en Aguas de Saltillo. Tal solicitud fue aceptada por el alcalde, el cual requirió a la Contralora Municipal que hiciera lo conducente para tal efecto. Lamentablemente la persona designada no duró más de tres meses en su cargo. Fue toda una simulación, como otras que acostumbran aplicar nuestras autoridades, incluyendo el actual alcalde. Prometen pero no cumplen. ¿Hasta cuándo vamos a permitir los saltillenses que las autoridades en turno sigan abusando de nosotros, en contubernio con el gerente de Aguas de Saltillo?
Si existiera un contralor interno del municipio, muchas de las violaciones, faltas e incumplimientos no deberían de suceder. Por ejemplo entre otras cosas, no se permitirían los más de 100 mil cortes por falta de pago que, aunque la Ley Estatal de Aguas los permite, son una violación al párrafo sexto del artículo cuarto Constitucional, que establece: “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.” Lo anterior implica que si un usuario no puede pagar su recibo de agua y drenaje, se le debe de reducir el flujo (al mínimo vital) para evitar que se quede sin agua.
Un Contralor Interno del municipio en Agsal, no permitiría que se lleven a cabo los cortes que realiza la empresa, con los cuales se recaudan más de 32 millones de pesos por reconexión, a un costo de 324 pesos casa uno. Además, la Ley de Agua del Estado de Coahuila establece que el dinero que se recaba por este concepto debe aplicarse en el área administrativa de Cultura del Agua, para promover una verdadera cultura del agua entre los saltillenses -que estamos limitados del recurso, al tener todos los acuíferos que alimentan a la ciudad abatidos para que aprendamos la importancia de su cuidado y conservación. Por otro lado, es incongruente que se desperdicien aproximadamente mil litros por segundo de agua residual tratada en la planta de tratamiento principal ubicada cerca a la General Motors, y que alrededor del 40 por ciento (700 lps) del agua que se distribuye en la ciudad, se ha estado perdiendo por fugas durante muchos años.
Lo cierto es que al socio privado de Aguas de Saltillo (cuya empresa matriz es ahora Suez-España) le conviene que gastemos más agua. Para ellos es dinero y para nosotros la vida. ¿Porque los alcaldes no actúan preocupándose por vigilar a nuestro socio? ¿Qué no saben que en el arca abierta el justo peca? ¿O saben y se hacen los desentendidos?
rodolfogarzag630@gmail.com