Inflación al alza no frena a los vacacionistas mexicanos
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Expertos advierten sobre los riesgos que enfrentará la actividad turística este verano, incluyendo la inseguridad en carreteras, la insuficiente cobertura de asientos de avión y el impacto del huracán Otis en Acapulco
CIUDAD DE MÉXICO.- La intención de las familias de vacacionar sigue fuerte pese al repunte de la inflación, factor que en junio ligó cuatro meses al alza. Sin embargo, la perspectiva para la actividad turística este verano no está exenta de riesgos, alertan especialistas.
Luego del tropezón registrado en mayo, la posibilidad de los hogares de salir de vacaciones en los próximos 12 meses recuperó su tendencia al alza registrada desde noviembre del año pasado, al reportar un crecimiento de 0.5 unidades el mes pasado, llegando a 41.2 puntos, el nivel más alto observado para junio, indican datos del Inegi.
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Lo anterior, a pesar de que la inflación general registró un alza anual de 4.98% en el sexto mes del año, la tasa más alta desde junio de 2023, afectada por el aumento de frutas y verduras, que reportaron un repunte de 19.7%.
CARESTÍA TURÍSTICA
En la actividad turística hay una serie de bienes y servicios cuya alza de precios impactará los bolsillos de los vacacionistas este verano, como son el transporte aéreo, con un alza en junio de 17.5%; servicios turísticos en paquete, 9.7%; loncherías, fondas, taquerías y torterías, 7.6%; hospedaje, 7.4%; autobús foráneo, 7.1%, e incluso la gasolina de bajo octanaje, la de mayor consumo en el país, con un incremento de 6.0%. Todos estos conceptos tuvieron una tasa por arriba del aumento general de precios.
Por destinos turísticos, algunas de las ciudades que reportan los mayores niveles de inflación a junio son Oaxaca, con un alza anual de 6.4%; Puebla, 6.0%; Mérida y Tlaxcala, ambas con 5.8%; Cancún, 5.6%; Córdoba y Tehuantepec, 5.5%; así como Cuernavaca y Jacona, con 5.3% en cada caso.
La inflación puede ser un factor que afecte la intención de los vacacionistas, sobre todo si se combina con la desaceleración de la economía y el debilitamiento de la generación de empleos, estimó Humberto Molina, especialista en economía turística de Grupo Empresarial Estrategia (Gemes).
Sin embargo, muchas veces la gente no deja de viajar, pero lo hace de manera diferente, explicó.
“Si pensaba tomarse dos semanas de vacaciones, ahora sólo se toma una semana. Si pensaba llegar a un hotel cinco estrellas, ahora va a llegar a uno de cuatro, o busca una opción más económica por las plataformas que hay ahora”, detalló.
En opinión de Molina, la gente busca ahorrar y mantenerse dentro de un presupuesto para viajar. Actualmente, las familias buscan promociones que les ayuden a que el costo de vacaciones no sea alto.
RIESGOS EN EL CAMINO
La confianza del consumidor relacionada con la posibilidad de viajar en los próximos meses ha evolucionado favorablemente, pero hay restricciones para el consumidor nacional de clase media que viaja dentro del país, advirtió Francisco Madrid, director del Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC) Anáhuac Cancún.
Por un lado, la insuficiente cobertura de asientos de avión por las aeronaves que permanecen en tierra, sobre todo de Volaris y Viva Aerobús, que fueron llamadas a revisión por fabricantes de las turbinas, y además van a pasar muchos meses para que se regularice la oferta.
Por otro lado, en el caso específico de Acapulco, que es uno de los destinos predilectos de las familias para el verano, sigue un número importante de habitaciones fuera de operación por el huracán Otis.
Asimismo, agregó el especialista, puede darse otra restricción por fluctuaciones en el tipo de cambio. “Podremos ver cierta contención en los viajes al exterior, tal vez no en julio, pero sí después, porque mucho de lo que se esté viajando en estas semanas ya había estado previamente contratado y la gente viajará de todos modos”, dijo Madrid.
Otro factor que impacta en el ánimo de los vacacionistas es la inseguridad en las carreteras.
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“No tenemos cifras al respecto, pero existe la percepción de que los caminos no son tan seguros como se quisiera. Además, está el problema de bloqueos o tomas de casetas; todas esas situaciones meten incertidumbre al viajar, y eso no es bueno para el turismo”, dijo Molina.
Pese a lo anterior, el experto prevé que la temporada vacacional de verano será mejor que la de 2023.
“En los últimos meses, sobre todo para el turismo doméstico, las cifras publicadas hasta abril no muestran buenos números. Por el bien del sector, se desea que sea una buena temporada de verano”, recalcó.
