Inviable, la propuesta de renta básica de Anaya

Nacional
/ 24 junio 2018

Sin embargo, expertos no descartan posibles beneficios del programa

CDMX.- El candidato de la coalición “Por México al Frente” (PAN, PRD y MC) Ricardo Anaya explica en un video su propuesta del Ingreso Básico Universal (IBU): “(Se trata de) una cantidad de dinero otorgada mensualmente y garantizada por el estado a todos los ciudadanos, por el simple hecho de ser mexicanos o mexicanas”.

Ricardo Anaya asegura que la idea es respaldada por economistas. El diputado Jorge Álvarez, de Movimiento Ciudadano y cercano a la propuesta de Anaya, comentó en entrevista con Reuters que el IBU otorgaría 10 mil pesos por año, lo que equivale a 833 pesos mensuales por persona. El legislador también dijo que “el ingreso para los niños podría ser condicionado a la matrícula escolar”.

En esta última etapa de campaña, el mismo Ricardo Anaya ha dicho que entregará mil 500 pesos mensuales, incluso ya se han repartido tarjetas con esta promesa. 

Si se toma en cuenta la cifra anual por persona que mencionó Álvarez, el costo de implementar el IBU en toda la población (119 millones de habitantes) sería cercano a 1.2 billones de pesos, es decir, 5.3% del PIB de 2017. Con la cifra de Anaya, el costo se eleva a 2.1 billones de pesos y 9% del PIB. 

El candidato asegura que los recursos necesarios para financiar esta transferencia ya existen, pero que estos “se gastan mal o se roban”, por lo que descarta el aumento de impuestos como estrategia de financiamiento y en su lugar propone: “reordenar la política social, implementar y cumplir un programa de austeridad y ahorro, y utilizar los excedentes de la gestión pública”.

¿FUNCIONARÍA?

Organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) se han pronunciado a favor de la implementación del IBU. Sin embargo, al tratarse de una política poco aplicada a nivel mundial, no se cuenta con la suficiente evidencia para desmentir o corroborar los beneficios que teóricamente se atribuyen al IBU. 

Existen algunos ejemplos de aplicaciones piloto entre los que destacan los aplicados en India y Namibia. Sin embargo, estos fallaron en realizar un estudio riguroso para estimar el impacto en el bienestar de los usuarios que es atribuible al IBU y no a otros factores. 

En otras experiencias en Malawi y Kenia, similares al IBU, se mostraron efectos positivos en asistencia escolar, rendimiento de los alumnos, motivación de los padres a llevar a sus hijos a la escuela, reducción de episodios de depresión y ansiedad, mejoras en el consumo de alimentos y reducción en inseguridad alimentaria. 

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