‘La corrupción política crea más dinero sucio’: Edgardo Buscaglia

Nacional
/ 1 noviembre 2015

El investigador de la Universidad de Columbia asegura que este tipo de descomposición ha superado al que realiza el crimen organizado en México

MÉXICO.- El “lavado” de dinero por corrupción política ha superado al que realiza el crimen organizado en México, lo que implica también la penetración de fondos de la delincuencia en esa esfera, por lo que es necesario reformular el renglón judicial, ya que no existen procesos legales al respecto, afirmó Edgardo Buscaglia, profesor de la Universidad de Columbia.

En entrevista, Buscaglia dijo que su nuevo libro, “Lavado de dinero y corrupción política”, rompe con la premisa de que los recursos provenientes del narco explican todo lo relacionado con el blanqueo de capitales en México y en otras Naciones.

—¿Cuál es el caso del País?—

“El dinero de cárteles es claramente significativo, pasa en parte por el sistema político, lo cual hace que la corrupción siga siendo relevante en su relación con los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y otros, pero además hay que agregarle todo el dinero sucio producto de actos de corrupción como malversación de fondos, enriquecimiento ilícito, sobornos, entre otros.

“La corrupción política en México engloba mucho más dinero sucio que el solamente ligado a los grupos de la droga, por lo tanto la considero como una fuente de recursos sucios más significativa que los generados por grupos del narcotráfico.

“Además del dinero del narco, ¿de dónde fluye el capital ilegal a los políticos?”

El “lavado” de dinero por corrupción política en la República Mexicana está alimentado por narcotráfico y por muchos otros tipos de crímenes relacionados con conflictos de interés, licitaciones públicas, tráficos de influencia, evasión fiscal, sobornos y enriquecimiento ilícito que no se consideran para investigaciones judiciales.

En México no se puede partir de la premisa de que el narco es la principal fuente de “lavado”, ya que existe una gran proporción de delitos, incluyendo tráfico de drogas, que alimentan la corrupción política mexicana, entonces no se puede presuponer que las drogas sean la principal fuente de blanqueo de capitales.

—¿Eso implica que miembros de la clase política están infiltrados por el narco?—

“La clase política está infiltrada por la delincuencia organizada y por su propia corrupción interna ligada a empresas que no están relacionadas con el narco, es dinero sucio por diferentes orígenes”.

—¿Y los procesos penales de ‘lavado’ de corrupción política?—

“En el caso mexicano no existen procesos legales de “lavado” de dinero ligados a la corrupción política, lo que ha provocado que México se ubique como el tercer país del mundo con más recursos ilícitos que fluyen en su economía, y eso es una característica predominante que no se da en otras naciones.

“Este lavado es más significativa y hay que reformular las estrategias y acciones judiciales en México para enfrentarla; dentro de la política no existen incentivos para aplicar las recomendaciones que yo incluyo en el libro. Es excepcional en ese ambiente de impunidad”.

—¿Cómo se podrá cambiar?—

“Desde el exterior se comienzan a observar fuentes de presión como las que se tenían en los 80 en contra de Colombia e Italia, porque los Países que interactúan con México están pagando un alto costo por el colapso de la seguridad humana que está sufriendo y la presión para mejorar la calidad de las instituciones nacionales.

Los sectores económicos como el minero y petrolero van a hacer que México se vea forzado, a través de su élite, a implementar de las mejores prácticas, no todas.

—Los partidos políticos se niegan a informar sobre el uso que le dan a cada peso que reciben vía financiamiento público, ¿eso facilita el ‘lavado’ de dinero? —

“Sí. No existe la cultura democrática republicana donde un funcionario tiene que hacer público todo su patrimonio y su ámbito de privacidad es mucho menor, por ley, que el resto. Los funcionarios consideran que el ciudadano es un siervo y que tienen que mantenerlos en sus redes patrimoniales como señores feudales, esa es una cultura política de la impunidad como en Rusia, Nigeria y México va a tener que superarla.

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