La narcofosa más grande de México podría estar en Veracruz... madres buscan a sus hijos desaparecidos
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Los terrenos colindan con la zona de casas fantasmas, donde hay informes que indican que ahí operaron durante varios meses integrantes de Los Zetas que contaban con una “cocina” en la que deshicieron a docenas rivales usando ácido y combustible
Este lunes ha iniciado la búsqueda de más fosas clandestinas en la zona norte de la ciudad de Veracruz por parte del Colectivo Solecito.Buscan a más desaparecidos. Las madres ingresaron a una serie de predios que colindan con el puerto jarocho y en los que, les han avisado, presuntamente hay sepultadas hasta 500 personas.
Solecito entró con el apoyo de la Procuraduría General de la República (PGR), pues la Fiscalía General del Estado de Veracruz no quiso dar permisos. Los terrenos son áreas que ya están aseguradas por la PGR y forman parte de diversas investigaciones. Se trata de una zona colindante al Kilómetro 13 y medio, una obra carretera que al ser lanzada, supuso progreso para el puerto de Veracruz, pero ahora es un circuito de la muerte.
La búsqueda inició con la participación de la brigada, madres, padres y voluntarios que irán a cortar maleza para buscar las posibles fosas en el 13 y Medio. Hasta ahora se especula con el total de muertos en esa área incluso se dice que hay más que en Colinas, que hasta el momento suma 300 víctimas.
Pero este lugar es sólo uno de los tantos puntos que han sido señalados, por distintas vías, a las madres del colectivo por personas que cuentan con datos sobre la presencia de fosas, la mayoría de presunto delincuentes con remordimientos.
Ubicado a unos 15 minutos de la zona centro de la ciudad de Veracruz, entró en el radar de las madres después de que la Seido aseguró varios predios en esa zona, luego del aseguramiento de una célula de la delincuencia organizada que opera en el puerto, en 2017.
Los nombres y las filiaciones de los sujetos son confidenciales, pero los agarró la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno de Veracruz en 2017, en poder de armas, un coche con reporte de robo y claros indicios de que andaban ejecutando rivales.
Al saberse el perfil de los detenidos, inmediatamente los atrajo la Seido y comenzó a fluir la información sobre diversos terrenos asentados cerca del kilómetro 13 y Medio en los que podría haber personas que fueron asesinadas e inhumadas clandestinamente.
Pero este lugar es sólo uno de los tantos puntos que han sido señalados, por distintas vías, a las madres del colectivo por personas que cuentan con datos sobre la presencia de fosas, la mayoría de presunto delincuentes con remordimientos.
Ubicado a unos 15 minutos de la zona centro de la ciudad de Veracruz, entró en el radar de las madres después de que la Seido aseguró varios predios en esa zona, luego del aseguramiento de una célula de la delincuencia organizada que opera en el puerto, en 2017.
Los nombres y las filiaciones de los sujetos son confidenciales, pero los agarró la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno de Veracruz en 2017, en poder de armas, un coche con reporte de robo y claros indicios de que andaban ejecutando rivales.
Al saberse el perfil de los detenidos, inmediatamente los atrajo la Seido y comenzó a fluir la información sobre diversos terrenos asentados cerca del kilómetro 13 y Medio en los que podría haber personas que fueron asesinadas e inhumadas clandestinamente.
En los interrogatorios –trascendió– uno de esos detenidos habría aceptado que dio muerte a docenas de personas por ajustes de cuentas, y que las habían desaparecido en fosas en la zona norte de la ciudad de Veracruz.
Con esa información –se desconoce si los detenidos habrían señalado directamente los puntos en el lugar de los hechos– la PGR se trasladó al área y comenzó el aseguramiento de los terrenos.
En esos lotes hay sellos de la PGR y algunos de los predios colindan con las propiedades del finado magnate Valentín Ruiz Ortiz, y con Casas Fantasmas.
De hecho, en Casas Fantasmas hay informes que indican que ahí operaron durante varios meses integrantes de Los Zetas que contaban con una “cocina” en la que deshicieron a docenas rivales usando ácido y combustible, y que sus residuos se lanzaron cerca del 13 y Medio.
Esta cocina habría operado a finales del Gobierno de Fidel Herrera Beltrán y principios de el de Javier Duarte de Ochoa. Época de reinado de Los Zetas y el arribo de los jaliscienses.
De hecho, el seis de enero del 2012, horas antes de la primer visita de Enrique Peña Nieto como presidente de los Mexicanos a Veracruz puerto, se dio la alerta a las autoridades por la aparición de varios cadáveres en Casas Fantasmas.
Esa matanza se dio en el punto más álgido de la guerra entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y Los Zetas por la plaza en Veracruz.
A sangre y plomo los dos grupo se disputaban el corredor del puerto jarocho, Boca del Río, Cardel y Medellín de Bravo, de esa guerra lo más espectacular fue el lanzamiento de 35 cadáveres afuera de Plaza Américas, en Boca del Río, en septiembre del 2011. Las autoridades se apresuraron a decir que eran Zetas que habían sido ejecutados.
Meses después, la matanza de Casas Fantasmas dio respuesta a los rivales para manchar la visita de Peña Nieto a Veracruz. Sin embargo, en la prensa no salió nada. Los periodistas resultaron amenazados.
Años después, la Brigada de Búsqueda del Colectivo Solecito indagó en colaboración con la PGR gracias a las pistas aportadas.
En la solicitud de información 01597217, la Fiscalía General del Estado de Veracruz confirmó que en septiembre del 2011 se localizaron en Casas Fantasmas, próximo al lugar conocido como El Renacimiento, 27 fosas clandestinas con más de 50 restos humanos.
Al definir “restos”, no establece si eran cuerpos enteros o reductos de la operación de una “cocina”.
No es la primera vez que la delincuencia entrega información puntual a las madres de los colectivos mucho antes que las autoridades.
La misma fosa de Colinas fue ubicada gracias a reportes anónimos entregadas a las mamás de Solecito durante un 10 de mayo en el puerto jarocho. Sujetos se acercaron a integrantes del colectivo que iban a protestar por la indolencia de las autoridades para buscar a sus seres amados, y entregaron un mapa en el cual se leía paso a paso la información para llegar a la megafosa.
En abril 2015, la Procuraduría General de la República exhumó restos de cinco personas en las proximidades a la zona de las fosas en Colinas.
La información oficial indica que se localizaron tres cuerpos enteros y dos cráneos, es decir, personas decapitadas.
A ese sitio, se sabe, la PGR llegó con un detenido quien “puso” el sitio donde su célula había sepultado a unas personas. Se desconoce de qué grupo de la delincuencia.
Lo llamativo del asunto es que la PGR no realizó una búsqueda más amplia. De ser así, entonces, desde el 2015 se hubiera dado con Colinas, el escándalo hubiera estallado antes de las elecciones de junio del 2015, cuando Javier Duarte de Ochoa y sus allegados, vueltos candidatos, sacaron el último carro completo para el PRI en Veracruz. Hoy en día la mayoría de esos triunfantes aspirantes enfrentan líos con la justicia por el saqueo a las arcas.
Ese mismo año, presionado por el creciente músculo social de los colectivos, Luis Ángel Bravo Contreras, en su papel de Fiscal General, envió a unos cuantos agentes y un supuesto binomio a peinar las dunas en Colinas. No encontraron nada.
En noviembre del 2011, días después de la matanza de Plaza Américas, la Marina detuvo a un par de delincuentes quienes “pusieron” unas fosas en el municipio de Manlio Favio Altamirano.
Al darse parte a la PGR, pues entre los restos aparentemente había elementos de las fuerzas armadas, se inició la labor de rescate de los cadáveres, lo que duró dos días.
En total se exhumaron 28 víctima, la mayoría habrían sido sujetos ligados al cartel de Jalisco que cayeron en una venganza de Los Zetas.