Mujer pone a vender chicles a su hija para que ‘valore lo que tiene’
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En fotografías publicadas en Facebook, se observa a la menor cargando una caja de chicles y portando un letrero con la leyenda ‘vendo chicles porque no valoro lo que tengo’
CIUDAD DE MÉXICO. A través de las redes sociales circulan imágenes de una niña que fue obligada por su mamá a vender chicles en Reynosa, Tamaulipas, para darle una lección y para que ‘valore lo que tiene’.
En las fotografías, publicadas en la cuenta de Facebook de Karen Mejía, se observa a la menor cargando una caja de chicles y portando un letrero con la leyenda “vendo chicles porque no valoro lo que tengo”.
Karen Mejía, quien al parecer es la madre de la menor, difundió las imágenes y escribió en Facebook que “Ojalá que nadie le comprara a esta niña para que en verdad sepa lo que cuesta la vida. #Lección con la peor de sus ropas y mucho calor, espero que entienda cuánto la amo y me esfuerzo por ella, no me da vergüenza, vergüenza es el comportamiento que ha estado teniendo”.
Ser mamá no es fácil, a veces no sé qué hacer”, agregó la mujer.
A pesar de ser cuestionada por los usuarios de dicha red social, Karen Mejía explicó que no vivirá de lo que venda la menor, y que sólo se trata de una lección.
No sólo es que no valore, o que no lo haga una vez; ella es una niña increíble y como tal quiero seguir manteniendo esa línea, así que jamás olvidará que las cosas cuestan, que el cuerpo se cansa, que reprocharle a mamá que trabaje y a veces no esté, no es tan sencillo”, agregó en la publicación.
Dejó claro que mientras la niña viva en su casa o mientras dependa de ella, no permitirá que pronuncie palabras altisonantes, señas o comportamientos negativos hacia los demás.
Que ahora todos se sientan psicólogos expertos y permitan berrinches y actitudes extralimitadas por no causarles un trauma al regañarlos, no es la mejor opción; los que me o nos conocen saben la relación tan estrecha que tenemos, la unidad, complicidad y amor. ¿Creen que no me duele? No dejé de llorar, jamás he permitido que le falte nada. Jamás permito que nadie me la humille, yo soy su madre, lo único que tiene, le guste a quien le guste; pero esta es la sal de la vida, cada cabeza es un mundo. Gracias a todos por compartir conmigo. Hija, ¿qué aprendiste de esto?”, añadió.