Ola de violencia ‘tumba’ a mando en San Pedro, Nuevo León; renuncia Felipe de Jesús Gallo
Rechaza el ahora exsecretario que crisis de seguridad sea causada por su persona
MONTERREY, N.L.- La crisis de seguridad que padece en este momento el llamado “municipio más próspero del País”, San Pedro Garza García, causó la primera baja en las filas policiales: la del secretario de Seguridad Pública, Felipe de Jesús Gallo, quien presentó su renuncia ayer.
“El Licenciado Felipe de Jesús Gallo me ha comunicado su decisión de renunciar al cargo que venía desempeñando como Secretario de Seguridad Pública en el municipio de San Pedro Garza García... después de analizar detenidamente los argumentos que me ha expuesto he decidido aceptar su renuncia”, anunció el alcalde Miguel Treviño de Hoyos.
Gallo explicó su renuncia al cargo que le otorgó el cabildo y el alcalde, y negó ser un factor en la ola delictiva que azota al municipio.
“Quiero aclarar que la violencia es generada por los delincuentes, no por mi persona como se ha querido hacer creer; estoy seguro que las transformaciones que propusimos orientadas a mejorar a los policías, a los auténticos servidores públicos, honestos y capaces, van a generar la mejor policía de México”, explicó el ahora extitular de Seguridad.
DEL PARAÍSO AL INFIERNO
En el 2011, cuando Nuevo León enfrentó uno de los años más álgidos en materia de inseguridad y violencia, San Pedro Garza García se mantenía “alejado” de esta situación ya que sólo el uno por ciento de los delitos perpetrados en la entidad se registraron en su territorio, según cifras de la entonces Procuraduría General de Justicia del estado.
Quien era el alcalde en ese momento, el panista Mauricio Fernández Garza, hasta se jactaba de que su ayuntamiento tenía un “blindaje especial”.
Esa condición parece haber quedado en el pasado en el inicio del actual trienio, porque los ataques incendiarios, ejecuciones y una ola de asaltos con violencia han golpeado a los sampetrinos.
Bajo la batuta del edil independiente Miguel Treviño de Hoyos, San Pedro no sólo ha cedido el paso a inseguridad y la violencia, sino que hasta precisó la intervención de Fuerza Civil para hacerse cargo de la Seguridad Pública en su territorio.
El pasado 9 de febrero se acordó esta disposición en virtud de que los elementos municipales serían sometidos a pruebas de control y confianza.
“Esta petición del municipio al estado responde a un trabajo de diagnóstico inicial de análisis de cuál era la situación de la corporación, en qué estado recibimos la Secretaría de Seguridad”, compartió en su oportunidad Treviño de Hoyos.
La determinación, coincidentemente, se tomó cuatro días después de que un elemento de la policía municipal fue detenido por sus presuntos nexos con el crimen organizado.
Un delincuente capturado en Montemorelos delató las actividades ilícitas del uniformado David “N”, quien tenía 15 años de pertenecer a la corporación sampetrina.
DERRAMAMIENTO DE SANGRE
La violencia en San Pedro ha ido en escalada. El 14 de noviembre del año pasado se reportó la ejecución de un elemento de Tránsito que se encontraba abanderando una obra en la colonia Fuentes del Valle.
El agente fue ultimado a plena luz del día. Los hechos fueron a las 14:00 horas sobre la avenida Morones Prieto, entre Calzada San Pedro y Monte Palatino.
El móvil del ataque es un misterio, sólo se sabe que participaron los tripulantes de tres unidades: un auto Bora, una camioneta Patriot y una Nitro.
Para los habitantes de San Pedro es lamentable y preocupante la situación que se ha apoderado del otrora municipio modelo.
En el ayuntamiento habitan más de 125 mil habitantes que gustan de una agitada vida nocturna en restaurantes y antros, y que durante el día “desfilan” por cientos de centros comerciales.
Prestigiosos colegios y escuelas internacionales tienen sede en ese lugar, como por ejemplo la EGADE Bussines School, considerada como la mejor institución de negocios en América Latina; y la EGAP, ambas pertenecientes al Tecnológico de Monterrey.
La ola de sangre en San Pedro viene desde abril del año pasado, cuando desconocidos sorprendieron a Sabás Canavati, de 28 años, al momento en que comía afuera de un restaurante del Centrito Valle con unos amigos. Abrieron fuego a quemarropa en su contra.
Un hombre con el rostro cubierto se acercó al joven y le disparó en repetidas ocasiones y aunque Canavati alcanzó a llegar con vida a un hospital privado, murió mientras recibía atención médica.
PLAZA ‘CALIENTE’
El Secretario de Seguridad Pública en el estado, Aldo Fasci Zuazua, ha adjudicado los recientes hechos en San Pedro a reacciones del crimen organizado por acciones en su contra.
El pasado 29 de enero desconocidos incendiaron seis vehículos estacionados en tres puntos distintos de ese ayuntamiento.
Una acción similar se repitió la noche del jueves de esta semana cuando hombres aventaron una bomba molotov hacia el estacionamiento de una agencia de autos, con saldo de cinco unidades calcinadas.
El titular de la SSP indicó que una célula del crimen organizado está tratando de “calentar la plaza” después de que ahí fue desarticulada una red de “halconeo” de ese grupo delictivo.
“En el argot de los delincuentes, y aunque no queramos, se usa ‘calentar la plaza’, y bueno, literalmente la incendian”, subrayó Fasci Zuazua.
LOS SUDAMERICANOS
Si todo esto no es suficiente, la semana pasada volvió a atacar una banda de sudamericanos que se ha dedicado a asaltar en los estacionamientos de centros comerciales y ya cobraron su primera víctima mortal, un joven de nombre David Alberto Yarte, de 24 años, quien perdió la vida cuando se resistió un asalto.
Los sucesos se registraron en el estacionamiento de la plaza Tanarah. Los ladrones intentaron despojarlo de un reloj, pero al no conseguirlo le dispararon.
Entre otros casos, la presunta banda de sudamericanos también asaltó a un matrimonio en el HEB de Humberto Lobo, les robó sus relojes con un costo comercial de 20 mil dólares.
Mientras que en el Costco de Valle Oriente otra pareja fue despojada de sus relojes y joyería.
El susto que pasaron fue mayúsculo ya que los nervios impedían a la mujer quitarse sus anillos y el ladrón cortó cartucho.
“Ahora vivimos con miedo. Es una psicosis”, expresó una mujer quien se negó a identificarse, y fue entrevistada en Plaza Tanarah luego de los trágicos sucesos en que perdió la vida Yarte.