Plaga amenaza al nopal de México; investigadores de la Narro la detectan al sur de Texas
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Investigadores de la UAAAN detectaron que esta amenaza se encontraba 100 kilómetros más al sur de lo que habían visto sus colegas estadounidenses, cada vez más cerca de la frontera con nuestro país.
Una plaga de palomilla argentina del nopal llegó a Texas a finales de 2018 y ahora avanza rumbo a México. Investigadores de la UAAAN detectaron que esta amenaza se encontraba 100 kilómetros más al sur de lo que habían visto sus colegas estadounidenses, cada vez más cerca de la frontera con nuestro país.
Posiblemente no llegue este año, pero el próximo o en 2022 el insecto “Cactoblastis cactorum” llegará a México y podrá afectar gravemente grandes extensiones de cultivo de una planta fundamental para la gastronomía, agricultura, agroindustria y ganaderías del país, y también con la flora silvestre indispensable en el ecosistema.
“Antes de la pandemia estuvimos haciendo colectas y recorridos en Texas, entonces nosotros los de la Narro, tu servidor y Renato Villegas, estudiantes de doctorado, encontramos el insecto más cerca de México de lo que tenían detectado nuestros colaboradores de Texas.
Ese hallazgo los alarmó porque el insecto está moviéndose más rápido de lo que tenían estimado”, explicó Sergio Sánchez Peña, maestro investigador de la UAAAN Saltillo.
La palomilla argentina probó su potencial para exterminar los nopales en numerosos países donde fue utilizada para acabar con la invasión de esta planta, como en 1926 en Australia, donde las nopaleras invadieron 26 millones de hectáreas de zonas ganaderas al no tener depredadores naturales. También en 1933 fue utilizada con el mismo fin en Sudáfrica.
En 1957 la palomilla fue llevada a países de las islas del Caribe, y en 1989 llegó a la península de Florida, Estados Unidos, donde poco a poco comenzó a avanzar hasta llegar a la región semidesértica de Texas, donde encontró un hábitat muy favorable para su reproducción, razón por la cual ha avanzado hasta casi llegar a México, informó el Laboratorio de Campo Brackenridge, colaborador de la investigación.
“Este insecto es una amenaza para la agricultura, el nopal es una parte integral de la dieta del mexicano, es un alimento básico, es una hortaliza fundamental, es una pieza importante de la economía agrícola de los agronegocios y de lde muchas comunidades, sobre todo del centro del país; es una de las 10 hortalizas más importantes quese producen en México”, detalló el investigador Sánchez Peña.
La llegada de la plaga también tendría un impacto importante en los ecosistemas del país, sobre todo del norte, pues “muchísimos animales utilizan el nopal como alimento, venados, osos, zorrillos, mapaches, tlacuaches, jabalíes, infinidad de animales se alimental del nopal o de las tunas”, otros animales lo utilizan para anidar o refugiarse, y algunas plantas crecen entre las nopaleras.
Las orugas de la “Cactoblastis cactorum” pueden medir 3 centímetros, son de color naranja con rayas negras; estas devoran las pencas del nopal desde el interior con voracidad, hasta que se caen y se pudren.
En 2006 se tuvo registro de que las polillas llegaron a las Islas Mujeres, pero su población era pequeña y fueron erradicadas localmente por las autoridades. Ahora, el arribo proveniente de Estados Unidos es numeroso y no se pude actuar de esa manera.
El trabajo de detección logrado por Sergio Sánchez y el alumno Renato Villegas forma parte de un proyecto de colaboración académica y de investigación entre la UAAAN y la Universidad de Texas en Austin, con apoyo del rector de la Narro, Marío Vázquez; y la Dirección de Investigación, del doctor Alberto Flores.
ESTUDIAN SOLUCIONES
Mientras en otros países el nopal era una planta invasora que tuvo que ser erradicada, en México es un pilar fundamental de la seguridad alimentaria, por eso tanto la Narro como la Universidad de Texas, así como las autoridades de la Sagarpa y Semarnat, estudian soluciones para evitar la devastación de nopaleras en nuestro país.
Una de las respuestas puede ser el control de especies, con rigurosos estudios científicos, es decir, encontrar un depredador natural de la palomilla invasora, para disminuir el impacto en los nopales del territorio mexicano, sin que haya un efecto secundario.
Otro estudio analiza a los “parientes mexicanos” de la palomilla argentina, que son escasos y no tan agresivos con el nopal. “Queremos conocer la ecología de esos insectos y por qué no son tan abundantes como llega a ser la palomilla del nopal, sospechamos que ellos tienen insectos que los atacan y los controlan, que los mantienen con población de bajo nivel. Ese es otro aspecto de la investigación que estamos haciendo”, señaló el investigador Sergio Sánchez.