Policías golpean y roban a dos antropólogas en Bellas Artes

Nacional
/ 31 octubre 2018

Además de robarles sus teléfonos y otras pertenencias, los policías de la Ciudad de México patearon a ambas profesionistas, provocándoles diversas lesiones.

Por Paris Martínez (@paris_martinez) para Animal Político

Ciudad de México.- El pasado sábado 20 de octubre, hacia las 20:40 horas, dos antropólogas (de 31 y 33 años, respectivamente), cuya identidad se mantiene en reserva por cuestiones de seguridad, fueron golpeadas tumultuariamente y despojadas de sus pertenencias de valor, por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública con los que se encontraron al salir del Metro Bellas Artes.

Además de robarles sus celulares, y a una de ellas su bolso personal, aretes y anillos, los policías patearon a ambas profesionistas, provocándoles diversas lesiones. Una de las víctimas, de hecho, resultó con esguince cervical producto de la agresión.

“Nosotras veníamos saliendo del Metro Bellas Artes –explica una de las agredidas, en entrevista–, salimos del Metro por las escaleras que dan justo en contraesquina con el Teatro Blanquita, y al estar ya en la calle, vimos que había un montón de policías, que había un operativo, y que había gente alrededor.”

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Además de sus actividades profesionales, estas antropólogas, residentes del Centro Histórico, desde hace tiempo han asumido el compromiso personal de ayudar a las personas en situación de calle que se agrupan, precisamente, en la explanada del Teatro Blanquita, a los cuales proporcionan ropa y alimento, de forma solidaria.

Por ello, explica la joven antropóloga, “nosotras decidimos acercarnos, para ver si el operativo era en contra de estas personas, pero cuando nos aproximamos, nos dimos cuenta que en realidad los policías tenían rodeadas a dos mujeres, con sus niñitos”.

En la plaza, detalla la víctima, había alrededor de 40 policías de la SSP, algunos de ellos parados sobre las jardineras de la explanada, por lo que quedaban por encima del resto de la gente.

“Cuando vimos que a quienes tenían arrinconadas era a esas dos mujeres con sus hijos, mi amiga decidió tomar una foto, así que saca su teléfono y, en ese momento, uno de los policías que estaba arriba de una jardinera brinca, le arrebata el teléfono, y se aleja rápidamente”.

Inmediatamente, narra, “mi amiga se fue tras él, gritándole que le devolviera su teléfono, y alcanzó a tomarlo por el chaleco antibalas. Entonces, una mujer policía se acerca por la espalda a mi amiga y la agarra del cabello, la tira de espaldas al suelo, y otros policías la empiezan a patear. Cuando yo intento acercarme, para auxiliar a mi amiga, otra mujer policía me da un puñetazo en la cara, y luego unos policías intentan inmovilizarme”.

Según la narración de la víctima, cuyas lesiones aún son visibles, a empujones los policías arrinconaron a ambas antropólogas una junto a otra.

“Mi amiga me pidió que marcara a su celular desde mi propio teléfono, para identificar al policía que se lo había robado, y así hicimos, y escuchamos el teléfono, pero no pudimos distinguir quién lo tenía. Entonces yo decidí tomar fotos, porque para ese momento ya tenía yo claro que eso que nos estaban haciendo los policías lo teníamos que denunciar.”

La antropóloga tomó dos fotografías, y luego, al ser descubierta, escuchó a uno de los policías gritar la orden de “trépenla”.

Luego de la orden, narra, “un policía me intenta agarrar, yo no me dejé, traté de correr, nuevamente un policía intenta agarrarme y no lo logra, y escucho que uno de los policías grita ‘¡quítenle el celular!’, y entonces lo que yo hice fue aferrarme a mi teléfono, con las manos sobre el pecho y a intentar esquivarlos, pero me rodearon sobre Eje Central, ahí me arrancaron mi bolsa (con 500 pesos dentro, además de otras pertenencias). Los que me rodearon eran puros policías hombres, yo me acuclillé en el suelo boca abajo, sobre mi celular, y entonces los policías que estaban en círculo alrededor de mí me comenzaron a patear. Todo era gritos y golpes”.

Tras ser atacada por los elementos de la SSP, la antropóloga fue puesta a bordo de una patrulla, aunque antes una mujer policía la hizo detenerse, para patearle la cara al grito de “súbete, pendeja”.

Dentro de la patrulla, en el asiento posterior, la antropóloga fue colocada contra la puerta izquierda del vehículo, con la cabeza entre las piernas. Luego, la mujer policía que acababa de patearle la cara se colocó encima de ella y, así, se alejaron de Bellas Artes.

Tal como señala la denuncia de esta antropóloga, de 33 años, dentro de la patrulla fue despojada de sus aretes, sus anillos y del celular que se había esforzado en defender.

“Los policías que me llevaron detenida no eran del Centro Histórico, eran policías del Sector Central de Abastos, eran policías auxiliares, y ni siquiera sabían dónde estaba la Coordinación Territorial Cuauhtémoc, que era a donde debía ser remitida (por el lugar de la captura).”

Según el testimonio de la víctima, los policías dieron vueltas a ciegas hasta que finalmente se cruzaron con patrulleros que sí pertenecían a la zona, quienes los guiaron hasta la agencia del Ministerio Público ubicada en la Coordinación Territorial Cuauhtémoc II.

“Al llegar me metieron a un cuarto al que le dicen ‘la pecera’, con la mujer policía que me había pateado la cara escoltándome. Estando ahí le pedí a la mujer policía que me devolviera mis pertenencias, pero se negó. Terminé diciéndole que lo que ella hacía era un robo. Luego la mujer policía salió del la pecera y poco después regresó con mi celular, borró todas las fotos del operativo y me lo devolvió.”

La mujer policía se quedó con los aretes y los anillos.

Poco después, detalla, la misma mujer policía la extrajo de la estancia en la que la mantenían retenida, “y me sacó del edificio, me dijo que me estaba haciendo un favor y que obviamente yo no podía denunciar nada, que yo todavía no estaba oficialmente presentada ante el MP y que me fuera. Pero no lo hice, me quedé afuera de la Coordinación Territorial Cuauhtémoc II, me puse en contacto con mi amiga, junto a la que me golpearon en Bellas Artes, y decidimos presentar una denuncia en ese mismo momento”.

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