Premia Conapred a Tlachinollan

Nacional
/ 24 febrero 2016

Activistas por los derechos humanos, entre ellos Abel Barrera Hernández, fundador del centro Tlachinollan, y Emily Arnold, de Asylum Access, así como la organización México Negro, recibieron esta día el Reconocimiento por la Igualdad y la No Discriminación 2015.

CIUDAD DE MÉXICO.- Activistas por los derechos humanos, entre ellos Abel Barrera Hernández, fundador del centro Tlachinollan, y Emily Arnold, de Asylum Access, así como la organización México Negro, recibieron esta día el Reconocimiento por la Igualdad y la No Discriminación 2015. Barrera dedicó su premio a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

De manera póstuma, Esther Chávez Cano, quien luchó contra los feminicidios de ciudad Juárez, Chihuahua, también fue reconocida con el galardón que otorga el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Chávez documentó los asesinatos y los casos de violencia contra las mujeres en la zona fronteriza y sentó las bases para la lucha jurídica por la igualdad de género.

"A nadie escapa que el trabajo que hemos hecho en Tlachinollan. Sobre todo por el caso Ayotzinapa es objeto de múltiples denostaciones", señaló Abel Barrera frente al presidium, entre quienes se encontraba Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación. 

Al recibir su reconocimiento narró la manera en la que han conocido la discriminación: con la lucha de las indígenas Valentina Rosendo e Inés Fernández al denunciar la tortura y violación que sufrieron por parte de militares, con los opositores a la presa La Parota a "quienes nadie les preguntó" si estaban de acuerdo con esa construcción, con los niños na savi y su derecho a la salud.

"Supimos qué es la discriminación cuando decidió caminar juntos con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa", dijo y apenas pudo no soltarse a llorar. Con la voz quebrada dedicó el premio a esas familias, quienes, dijo, luchan porque lo único que desaparezca sea la injusticia y la discriminación. Al terminar su discurso el público que se encontraba en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología coreó con el activista: "Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!".

La actitud de los asistentes fue distinta cuando tocó el turno a Campa Cifrián. "Quiero señalar el compromiso del gobierno de México en la protección de los defensores de derechos humanos", expresaba el funcionario cuando fue interrumpido por voces del público que exigieron "justicia!". Alzó la voz y continuó garantizando "la seguridad, libertad de expresión y acceso a la justicia" para los activistas.

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