Sicarios del Cártel de Sinaloa robaron una pipa de gas para hacer explotar un multifamiliar de militares para liberar a Ovidio Guzmán (video)
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Los sicarios decidieron atentar contra las familias de las fuerzas federales y con ello dieran la orden de liberar a Ovidio.
Ya ha pasado una semana desde que se suscitaron los enfrentamientos en Culiacán por la detención y liberación de Ovidio Guzmán, se ha dado a conocer que los sicarios del Cártel de Sinaloa secuestraron una pipa de gas para hacer explotar un multifamiliar de militares.
A través del noticiero de Ciro Gómez Leyva en Grupo Imagen, se dio a conocer que tras la detención de el hijo de “El Chapo”, los sicarios decidieron atentar contra las familias de las fuerzas federales y con ello dieran la orden de liberar a Ovidio.
Además, con información referida de Jorge Fernández Menéndez, los ataques que se realizaron en Culiacán pusieron en riesgo la vida de la esposa, suegra e hijas de Ovidio, por lo que los militares les pusieron chalecos antibalas.
La verdadera historia de la crisis de Culiacán Estaban siguiendo a Ovidio Guzmán López desde hacía casi un mes. La razón es que Ovidio, el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, controlaba los laboratorios para procesar fentanilo en Culiacán, uno de los cuales había sido descubierto semanas atrás, esta droga es enviada a Estados Unidos y ha causado miles de muertes en ese país. Pero ésa es otra historia que contaremos puntualmente.
Lo cierto es que el jueves 17 de octubre en la mañana una unidad militar especializada, que ha detenido decenas de narcotraficantes importantes en los últimos años, en la mayoría de los casos sin disparar un solo tiro, tenía ubicado a Ovidio: iría a comer a una de sus casas, donde vive su esposa con sus tres hijas. Ovidio se movía con tranquilidad porque no tenía orden de aprehensión. No sabía que ya había una orden de extradición e, incluso, que estaba en camino ese día hacia Culiacán personal de la Interpol para cumplimentarla una vez que fuera detenido.
Participaba de la operación el comando militar, más un pequeño equipo de la unidad antinarcóticos de la Policía Federal, que debían realizar legalmente la detención y había un contacto directo con la Fiscalía General para que el MP le pidiera a un juez, en cuanto se localizara con seguridad a Ovidio, la orden de cateo para detenerlo. Muy poco antes de comenzar el operativo se pidió apoyo a la zona militar de Culiacán, y se desplegaron más de 100 elementos para realizar un círculo de seguridad en torno a la zona de Tres Ríos. No sabían cuál era el operativo que se realizaría.
Cerca de las dos de la tarde llegó Ovidio a su casa, el comando rodeó la vivienda y le pidió a Ovidio que se entregara mientras esperaba la orden judicial: en el mejor de los casos tardaría media hora, en un caso normal, unas tres horas. Las fotos que se difundieron se le tomaron a Ovidio en el garaje de la casa, cuando trató de negociar su detención. Se comunicó con su gente, y lo que pidió fue un abogado.
Lo que sucedió después no estaba previsto porque nunca había sucedido. Unos 20 minutos después de que se rodeara la casa de Ovidio, comenzaron las agresiones no desde dentro de la casa, sino desde fuera hacia la casa, contra el círculo de seguridad implementado en torno de la misma, la que comenzó a ser repelida por los elementos militares. El problema es que de esa forma se ponía en peligro, incluso a la propia familia de Ovidio, a un nivel tal que soldados le dieron a su esposa, a su suegra y a sus niños chalecos antibalas.
Según las versiones a las que hemos tenido acceso, ese comando podía mantener el control de la vivienda si eso era necesario, pero, al mismo tiempo que el comando era atacado, comenzaron los ataques en la ciudad, y también comenzaron a ir hacia Culiacán sicarios de otras ciudades y estados (sobre todo Durango), al mismo tiempo que se ofrecía entre 20 y 40 mil pesos a cualquiera que participara en los bloqueos. El problema se agudizó cuando un convoy del Ejército que estaba a 200 kilómetros de Culiacán, en El Fuerte, fue retenido por un grupo de sicarios y cuando se secuestró una pipa con combustible y se amenazó con hacerla estallar en el multifamiliar donde viven familias de militares.
Sí se tenía previsto, había sucedido en otros operativos similares, reacciones y bloqueos, por supuesto también enfrentamientos, pero nunca había ocurrido que esos ataques se dirigieran contra la población civil y elementos de fuerzas de seguridad, incluso a muchos kilómetros del lugar de los hechos. No sucedió ni siquiera en las dos detenciones de El Chapo Guzmán en Sinaloa. No existe una explicación oficial de por qué el Cártel del Pacífico reaccionó con tanta virulencia en esta ocasión, aunque sin duda, la reacción y las consecuencias que tuvo sentarán un precedente.
Cuatro horas después de iniciado el operativo, el comando recibió la orden de retirarse. Sí se hubiera podido establecer un cordón que protegiera al comando y a su detenido en el trayecto hacia una base aérea, pero existía la convicción de que en el camino habría innumerables combates y que, además, los sicarios sacrificarían a los rehenes que habían tomado en Culiacán y en otras localidades. Cerca de las seis de la tarde el operativo en sí había concluido y había iniciado la retirada. Culiacán seguía en llamas, Ovidio quedó libre y unos 50 reos se fugaron de la cárcel. Un soldado murió, nueve quedaron heridos, uno de gravedad, los sicarios tuvieron numerosas bajas, pero se llevaron a la mayoría de sus muertos y heridos. La orden de cateo nunca llegó.
No fue un operativo improvisado. Fallaron otras cosas. Lo seguro es que el precedente de Culiacán obligará a cambiar la estrategia operativa, la comunicación y las consideraciones legales. Eso lo veremos mañana.
Perfil de un sicario... Ovidio Guzmán López: un hombre con liderazgo nato, pero que tiende a la depresión Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, es un hombre que cuenta con liderazgo nato impulsivo, pero tiende a la depresión y a la soledad, según sus rasgos faciales.
Adriana Cano, especialista en lectura de rostro, informó a El Universal que, al tener su rostro cuadrado, Ovidio “El Ratón” Guzmán es un hombre líder, al igual que “El Chapo”.
El hijo de Guzmán Loera también es un hombre organizado y planea bien sus proyectos, según la línea de su ceja, señaló la especialista.
El entrecejo de Ovidio indica que siente carga con mucha responsabilidad, pero acepta bien su liderazgo “porque no es mandón ni impositivo”.
“Por cómo le crece la barba es un ser con un poderío nato, que ya viene con él en los genes”, dijo la experta.
¿Quién es Ovidio "El Ratón" Guzmán? Ovidio Guzmán López, "El Ratón", hijo del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, fue detenido este jueves por fuerzas federales, confirmó el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.
Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, otros de los hijos de "El Chapo", han figurado más en las labores del Cártel de Sinaloa, mientras Ovidio se mantenía en un bajo perfil.
Junto a su hermano Joaquín Guzmán López, Ovidio fue acusado en el vecino país por cargos de asociación delictuosa relacionados con drogas ilícitas, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos en febrero pasado.
Los fiscales alegaron que los hermanos se asociaron para distribuir cocaína, metanfetaminas y marihuana en Estados Unidos provenientes de México y de otras partes del mundo de 2008 al 2018.
Ovidio es hermano de Édgar Guzmán, quien fue abatido presuntamente por miembros del Cártel de los Beltrán Leyva, el 10 de mayo de 2008; este enfrentamiento a balazos se registró en un estacionamiento de un centro comercial del Desarrollo Urbano Tres Ríos, en Culiacán. Sus otros dos hermanos se llaman Joaquín y Griselda.
El ahora detenido, quien tiene 28 años, es hijo del matrimonio de "El Chapo" con Griselda López Pérez.
En una entrevista que le hizo un blog de noticias argentino, Ovidio dijo: "Yo no soy de lujos y ni de carros deportivos, a mi me gustan los caballos y los gallos finos, siempre con una y con otra me verán pasear".
Con información de Radio Fórmula y Excélsior