Tecnología vs la pobreza: así convirtieron a Puertecitos, BC, en un poblado de energía renovable

Nacional
/ 10 julio 2017

Un día ingenieros de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) tuvieron la decisión de convertir a la comunidad de Puertecitos en la primera del país que cuenta en su totalidad con energía limpia, renovable, solar y eólica

El desarrollo tecnológico en México ha sabido encontrar una fórmula efectiva para el progreso social comunitario: iniciativas ciudadanas o académicas sumadas a instituciones público o privadas, han impulsado soluciones sustentables y económicas a diversas problemáticas.

La necesidad de crear soluciones asequibles y limpias en México es de gran importancia, ya que actualmente se estima que existen aproximadamente 500 mil viviendas en el país sin electricidad todavía.
El poblado de Puertecitos, Baja California, es un ejemplo de que la fórmula funciona. Cuatro años atrás, los habitantes veían como un lujo refrigerar sus alimentos o tener un ventilador para mitigar el calor, con temperaturas cercanas a los 50 grados.

Así era la vida en Puertecitos, hasta que un día ingenieros de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) tuvieron la decisión de convertir a la comunidad en la primera (y única hasta el momento) del país que cuenta en su totalidad con energía limpia, renovable, solar y eólica.

Puertecitos es una comunidad alejada y con 20 familias dedicadas en su mayoría a la pesca. Hasta allá nunca llegó la red eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sea por el alto costo de tendido de la red, o el uso de suelo de predios no regularizados, las familias no contaban con esos servicios básicos.

Este poblado forma parte del ejido Matomí, una pequeña comunidad ubicada al sur de San Felipe, municipio de Mexicali, Baja California, donde los servicios más cercanos de salud se encuentran a 80 kilómetros.

Salomé Zavala pensaba seriamente marcharse de la comunidad donde había vivido durante 40 años. Las difíciles condiciones de vida, las temperaturas extremas y la falta de todos los servicios básicos, provocaron que la mujer pensara en abandonar Puertecitos, como lo habían hecho otras familias.

“Nos íbamos a vivir a otro lado, mis hijas se deshidrataban a cada rato, pero una semana antes llegaron ingenieros de la Universidad y nos hablaron de un sistema que nos podría ayudar”, relató.

El doctor Nicolás Velázquez Limón, jefe del centro de estudios de las energías renovables de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), encabezaba a ese grupo de ingenieros.

Llegaron a Puertecitos para el levantamiento de un estudio sobre energías renovables. Ese día, el doctor Velázquez vio a unas pequeñas niñas, hijas de Salomé, saltando en su cama instalada en el patio de su casa.

Extrañado por la ubicación del dormitorio, los padres le explicaron al doctor que dormían todas las noches a la intemperie debido a las insoportables altas temperaturas. Fue la primera señal, tenían que hacer algo.

Fue así como el doctor Velázquez y sus ingenieros tomaron la decisión de convertir a Puertecitos en un poblado sustentable.

El camino no fue fácil. Casi tres años les tomó solicitar dinero ante el BID, Conacyt (Fondo Sectorial), Secretaría de Energía, UABC, Secretaria de Desarrollo Económico y Comisión Estatal de Energía, aunado a decenas de trámites.

En agosto de 2016, finalmente, se inauguró una micro red sustentable de servicios energéticos comunitarios en Puertecitos, alimentada por energías renovables: solar y eólica.

Gracias a un estudio socio-económico se determinó la tarifa a pagar: 0.9 pesos por  kilowatts-hora, costo que ya lleva incorporados los servicios de reemplazo de piezas y un porcentaje para imprevistos. Además, la comunidad se encarga de limpiar los sistemas fotovoltaicos.

Y es que antes usaban una planta de diésel que salía muy cara debido a las fluctuaciones de costos del combustible, que sólo podían aprovechar dos horas por la tardes, sumado a las afectaciones del ruido y la contaminación de la máquina.

Puertecitos en la actualidad es un caso de éxito. La belleza del lugar, aunado a su micro red de energía sustentable, atrae a turistas que disfrutan también de sus aguas termales que se ubican cerca, con lo que además se ha materializado el desarrollo de un espacio de auto sustentabilidad económica.

Por ahora, pobladores e ingenieros se plantean dotar de aire acondicionado el kinder y la escuela de Puertecitos. También pretenden replicar su micro red de energía a otra comunidad llamada Delicias, sin embargo, esperan que ante el éxito obtenido  las autoridades agilicen los trámites y liberen los recursos.

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