Testimonio de ex secretario de Turismo revela red de corrupción en Sinaloa
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Rafael Lizárraga fue el segundo en declarar en la continuación de la audiencia, que entró en receso en espera de los testigos de la defensa
Luis Ángel Pineda Ochoa (Lapo), ex secretario técnico de la Sectur Sinaloa, está acusado, según el testimonio de siete personas, así como las irregularidades en 41 pólizas de cheque, de desvío de recursos públicos.
La declaración del exsecretario de Turismo, Rafael Lizárraga Favela, terminó de complicar más las cosas para Pineda Ochoa, conocido como “Lapo”, secretario técnico de la Secretaría de Turismo de la pasada administración, vinculado a proceso por el delito de desempeño irregular de la función pública acusado de hacer pagos ilegales con recursos públicos.
Este martes se realizó la continuación de audiencia de juicio oral en el Centro de Justicia Penal, Acusatorio y Oral en Culiacán.
Es acusado de simular el pago de 8 millones 651 mil 789.52 de pesos a dos empresas “fantasmas” para tres campañas publicitarias de Turismo que se piensa, no se realizaron, pues no hay información que lo sustente.
Declaración de Rafael Lizárraga, su jefe:
En el interrogatorio de testigos tocó el turno del exsecretario de Turismo, Rafael Lizárraga Favela, jefe del imputado.
Dijo que fue él quien detectó las irregularidades al darse cuentas de los pagos y no saber de las supuestas campañas publicitarias en el extranjero. Que llamó a sus funcionarios encargados de marketing y nadie sabía de esas campañas.
Fue entonces cuando realizó unas llamadas a “Lapo”, pero éste no le contestó. Después le mandó mensajes y le preguntó si le sonaban los nombres de esas campañas, el imputado le contestó que luego le explicaba.
Se quedaron de ver en un restaurante en La Gran Plaza en Mazatlán. Él pidió un té, Lapo no quiso pedir nada a la mesera.
Sin cuestionarle nada todavía, Pineda Ochoa le manifestó: “Te voy a hablar con la verdad, de caballeros”.
Dijo a la jueza que Lapo le confesó que las campañas no se habían realizado, que ese dinero lo había sacado por ordenes “superiores”. Que lo habían hecho “a la antigua”, falsificando documentos.
Rafael Lizárraga le cuestionó qué superiores le habían dado esa orden, pues su superior era él como secretario de Turismo. Lapo le contestó que no, que ahí la Secretaría de Administración y Finanzas era su superior.
En la reunión en ese restaurante, Lapo le expresó que no tenía problemas por responder por sus actos, pero que le apenaba afectarlo a él y que le podía recomendar un abogado muy bueno. Rafael le respondió que no, que gracias, que quien ocuparía un buen abogado era él.
Comunicó que después Lapo lo volvió a buscar insistentemente, quería su ayuda. Se vieron en una central camionera de Mazatlán. Le dijo que regresaría el dinero, los más de 8 millones, pero que le ayudara a ver cómo podía hacerle para regresar el dinero y salir bien librado. Él le hizo ver que ese era su problema.
Lizárraga Favela declaró que le pareció extraño que la Secretaría de Finanzas le diera ese dinero a Lapo para las campañas, pues era fin de sexenio y era conocimiento de todos que el gobierno estatal tenía crisis financiera, incluso no tenia para pagar los aguinaldos de los trabajadores, sin embargo a “Lapo” lo recibieron y le dieron ese recurso, sin documentos firmados, solo un sello. Cuando a él siempre lo atendía el secretario particular, no el titular, y siempre le negaron recursos, por lo que trabajó con limitante de dinero cuando estuvo al frente de Turismo.
Manifestó que Lapo tuvo razón, salió “apestado” por el zorrillo. Perdió su trabajo en gobierno estatal tras 20 años de trayectoria en la administración pública y privada, sin ninguna observación. Tuvo que vender su casa porque ya no pudo pagar la hipoteca al quedarse desempleado por meses, incluso vendía comida casera que su esposa preparaba, lo cual dijo, no le apena porque era para mantener a su familia.
Le tocó venderles comida a los trabajadores de Turismo, donde antes era el secretario.
Tuvo que empeñar las joyas, entre éstas el anillo de compromiso que le había dado a su esposa para pedirle matrimonio. Las tarjetas de crédito las saturó de deudas y tenía problemas para pagar las colegiaturas en las escuelas de sus hijos.
El exsecretario comentó que él no puso a “Lapo” en ese puesto, ya tenía ahí más de tres años, y le dio su confianza.
En la audiencia anterior se comprobó con los estados de cuenta de una institución bancaria que al menos 10 de los 41 cheques de ese dinero había sido desviado y depositado a cuentas de su esposa, cuñado (hermano de su esposa), hija y hermana.
Para este miércoles están pendientes tres interrogatorios por parte de la defensa, entre ellos nuevamente Lizárraga Favela y el exjefe del Departamento Administrativo de la Secretaría, José Luis Martínez Romero.
Posteriormente, una vez que concluya las etapa de interrogatorios, se pasará a la etapa de alegatos y al final, la Jueza que tiene el caso, Sara Bruna Quiñonez Estrada, tendrá 24 horas para deliberar.