Tres de cada diez personas en pobreza extrema abandonaron esa condición en municipios de la Cruzada contra el Hambre

Nacional
/ 17 diciembre 2018

Si la estrategia de la Cruzada contra el Hambre fuera valorada y medida únicamente a través de las muertes por desnutrición, entonces falló

Implementada desde 2013 en 444 municipios (en su fase inicial, durante el sexenio pasado), tuvo estos resultados: Entre 2014 y 2017, en casi cuatro de cada diez municipios de la Cruzada (39 por ciento) aumentaron las muertes por desnutrición. 

Entre 2014 y 2017 murieron en México al menos 33 mil 668 personas por desnutrición o alguna enfermedad relacionada. El 47.5 por ciento (15 mil 993 personas) falleció en alguno de los municipios donde se aplicó la Cruzada.

El fracaso de la estrategia en este rubro se desprende de cifras y datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Registros de Mortalidad, INEGI) y la Secretaría de Salud (Sistema Nacional de Información en Salud, SINAIS), obtenidos y analizados por este equipo: Entre 2014 y 2017, las muertes asociadas por desnutrición y enfermedades bajaron en 209 municipios donde se aplicó la Cruzada —el 47 por ciento del total—, pero subieron en 173 alcaldías, el 39 por ciento. Quedaron igual en 62 municipios, el 14 por ciento. En síntesis, en 53 por ciento de los municipios las cosas empeoraron, o quedaron igual. 

Hace cinco años con diez meses, el presidente Enrique Peña Nieto y su entonces secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, prometieron algo grandioso: erradicar el hambre en México. 

La ambición fue tal que, el 21 de enero de 2013 (apenas un mes y veinte días después de que el priista asumiera el poder) ambos fueron a uno de los estados más pobres, Chiapas, y presentaron la Cruzada Nacional Contra el Hambre, para beneficiar primero a 400 municipios, y en una segunda etapa (marzo de 2014) a 612 alcaldías más.

Ahí, en Las Margaritas, Peña Nieto informó aquel lunes que se buscaba beneficiar a 7.4 millones de mexicanos en pobreza extrema. Incluso hubo un decreto: se creó el Sistema Nacional contra el Hambre (Sinhambre).

Al final, lograron sacar de la miseria a 2.4 millones de personas, de acuerdo con las cifras más recientes proporcionados por los responsables de la Cruzada, es decir, 32.4%, tres de cada diez personas.

Casi siete de cada diez mexicanos (67.4%) que habitan en los municipios atendidos por la estrategia, permanecieron en la misma pobreza extrema. 

En ese entonces se enumeraron los objetivos. El primero era elocuente:  "Eliminar totalmente el hambre mediante la alimentación y nutrición de personas de escasos recursos".  El segundo reflejaba grandes aspiraciones: "Desaparecer la desnutrición entre los niños".  Por tanto, que en México ya nadie muriera de hambre, de desnutrición.

En el decreto se asentó lo mismo. Artículo segundo, sobre los objetivos de la Cruzada:

“I. Cero hambre (sic) a partir de una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación;

“II. Eliminar la desnutrición infantil aguda y mejorar los indicadores de pesos y talla de la niñez.” 

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