Videgaray: la mano derecha a la que se le terminó la fuerza
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El secretario casi invulnerable cayó de la gracia del poder
MÉXICO.- Luis Videgaray Caso ha sido durante cuatro años el hombre con todo el poder en la presidencia de Enrique Peña Nieto. El, ahora, exministro de Hacienda ha influido en los momentos clave del actual Gobierno mexicano.
Videgaray dirigió la campaña que llevó a Peña Nieto a la presidencia en 2012 y diseñó el ambicioso plan de reformas económicas fraguadas en los primeros dos años de la Administración del presidente mexicano. Su influencia, que lo convirtió en uno de los ministros más poderosos, también lo ha llevado a abandonar el cargo tras la polémica visita del candidato republicano Donald Trump a México.
Videgaray es Licienciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y Doctor en Economía por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Sus credenciales lo han situado como un arquitecto de las finanzas públicas.
Cuando Peña Nieto se convirtió en gobernador del Estado de México en 2005, llamó a Videgaray y lo nombró secretario de Finanzas. Un cargo que el economista abandonó en 2009 para convertirse en legislador y presidir la Comisión de Presupuesto.
AMLO LO TENÍA EN LA MIRA
Videgaray ya era conocido como el hombre detrás del poder de Peña Nieto en 2012 cuando comenzó la carrera presidencial.
El excandidato de oposición Andrés Manuel López Obrador lo acusó de manejar ilegalmente los recursos de la campaña, un señalamiento que nunca fue comprobado. Al ocupar el cargo de ministro de Hacienda, Videgaray promovió las reformas en telecomunicaciones, en energía y fiscal, que sacaron de su zona de confort a varios magnates mexicanos. Sobre sus hombros ha permanecido el reproche de una Economía que no consigue crecer más del 3%, mientras el Estado aumenta su deuda pública.
EL ESCÁNDALO FINANCIERO
Su posición de hombre fuerte de Peña Nieto también lo llevó a la polémica por conflictos de interés. El diario estadounidense Wall Street Journal publicó en 2015 que Videgaray compró una casa en el Estado de México a un contratista cercano al Gobierno de Peña Nieto. El entonces ministro reconoció que Juan Armando Hinojosa –que ha obtenido contratos públicos por 3 mil 400 millones de dólares-- le vendió la propiedad en lo que describió como una operación “legal y dentro de los parámetros del mercado”. La delgada línea ética comenzaba a quebrarse.
SE CAYÓ DE LA NUBE
Luis Videgaray Caso se conducía como presidenciable. Era el más cercano colaborador de Peña Nieto y hombre de su total confianza. El consejero imprescindible.
Y con esas prendas actuaba. Se daba el lujo de no tomar la llamada a empresarios, a sus pares en el gabinete, a exsecretarios de Hacienda.
Gustaba, en actos públicos, de caminar con un séquito de seguidores, además de sus guardaespaldas. Pedía que le hicieran valla, que le abrieran paso para dejarse saludar y fotografiar con cuantos quisieran. Eso se acabó ayer por la mañana, seguramente lo va a extrañar.
Caída
> Tras el polémico encuentro entre Peña Nieto y Trump, según The Washington Post, Videgaray fue el encargado de gestionar la reunión a pesar de las críticas generalizadas y sin que el ministerio de Exteriores estuviera al tanto.
> Luego defendió la decisión en la televisión como una oportunidad que valía la pena para tener una buena relación con
Estados Unidos. Trump hizo de la visita otro espectáculo para su campaña y Hillary Clinton ha rechazado todo vínculo con el Gobierno mexicano.
Con información de agencias