Netanyahu insinúa un cambio de liderazgo mientras que detener los ataques de Hezbolá se convierte en un objetivo oficial de guerra

Según informes, el primer ministro Benjamin Netanyahu está considerando destituir a su ministro de Defensa, ya que detener los ataques de Hezbolá y permitir que los residentes del norte finalmente regresen a sus hogares se ha convertido en un objetivo oficial de la guerra.

Los medios israelíes informaron que Netanyahu estaba considerando despedir al ministro de Defensa, Yoav Gallant.

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Gallant, de 65 años, es miembro del partido de línea dura Likud de Netanyahu, pero supuestamente ambos han estado en desacuerdo en varios momentos durante la guerra contra Hamás, informó el New York Times.

Se rumora que Netanyahu reemplazará a Gallant por Gideon Sa’ar de la facción derechista Nueva Esperanza, aunque su oficina insistió en que esos informes eran “incorrectos”.

Sin embargo, el presidente de Unidad Nacional, Benny Gantz, acusó a Netanyahu de “imprudencia en materia de seguridad”, por la medida, informó el Times of Israel.

“Lo que Netanyahu está haciendo en este momento pone en peligro la seguridad de Israel de la manera más tangible que recuerdo haber hecho un primer ministro durante una guerra, y en general”, dijo Gantz.

“Esta es la dolorosa definición del diccionario de política mezquina, a expensas de la seguridad nacional. Cuando nos unimos al gobierno de emergencia, dejamos de lado la política en aras de la guerra, y ahora Netanyahu y Sa’ar están dejando la guerra de lado en aras de la política”.

Los miembros del Foro Empresarial de Israel también advirtieron que despedir a Gallant podría hacer que Israel parezca débil ante sus enemigos y obstaculizar la economía del país, golpeada por la guerra, según el Times of Israel.

“Está claro que reemplazar al ministro de Defensa a cambio de un acuerdo político sobre una legislación que permite la exclusión [de la mayoría de los hombres ultraortodoxos] del servicio militar exacerbará la brecha en la distribución equitativa de la carga”, dijo el foro.

“Aumentará dramáticamente la frustración entre el público que soporta la carga del servicio [militar] y la carga económica”, agregaron.

Miles de personas a ambos lados de la frontera entre Israel y el Líbano han sido desplazadas en los últimos 11 meses, mientras Hezbolá y las Fuerzas de Defensa de Israel intercambian ataques casi a diario.

Los ataques de Hezbolá contra Israel comenzaron el 8 de octubre de 2023, como muestra de apoyo al grupo terrorista Hamás, que atacó el sur de Israel el día anterior, matando a 1.200 personas y tomando a otras 250 como rehenes.

Los terroristas aún tienen prisioneros a unos 100 individuos, aunque se cree que un tercio de ellos están muertos.