‘Quebró Financiera Rural porque la 4T otorgó créditos sin control a cambio de votos’

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El periodista Carlos Loret de Mola revela que la desaparición de la financiera por parte del gobierno de López Obrador es para ocultar la corrupción de una operación financiero-electoral
La inminente desaparición de Financiera Rural tiene como objetivo “tapar” el pésimo manejo del gobierno de López Obrador que llevó a la quiebra al banco, acusa Carlos Loret de Mola.
De acuerdo con datos obtenidos de fuentes dentro de la institución, el periodista señala que lo que llevó a la ruina a la financiera fue que dieron créditos sin control a personas afines a Morena con el objetivo de conseguir votos.
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“Aumentaron los préstamos sin control con tal de conseguir votos, según me relatan fuentes dentro de la institución que me han explicado la situación”, refiere el columnista.
Cuando la autodenominada Cuarta Transformación tomó la dirección de Financiera Rural tenía una cartera vencida de 5 mil millones, pero hasta el año pasado ésta ya era de 8 mil 300 millones.
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Además, heredó del sexenio de Enrique Peña Nieto “un índice de morosidad de 7.9 por ciento; (pero) lo subió a 25.9 por ciento”.
Según la información revelada por Loret de Mola, la quiebra de Financiera Rural, que califica como una “operación financiero-electoral”, fue encabezada por Gabriel García, quien fue operador de López obrador y ahora es senador, e instrumentada por Baldemar Hernández.
El “influyente senador morenista que en el primer tramo del sexenio se encargó de todos los programas sociales del obradorato, ahora trabaja en la aspiración presidencial de Claudia Sheinbaum”.
Además de García Hernández y Baldermar Hernández, el gobierno de AMLO, asevera el periodista, también debería estar investigando a Javier Delgado, quien estuvo frente a Financiera Rural antes de Baldermar, así como a los operadores Isabel Montoya e Ignacio Gómez Trapala.
El periodista recuerda que Montoya y Gómez Trapala están señalados por “contratar empresas incumplidas para proveerles del ‘core’ bancario a un sobrecosto de 1000 por ciento”.
“Apostaron por una empresa aliada, usaron de fachada otras y adjudicaron el contrato a 800 millones de pesos”, detalla.
Sobre los fideicomisos de las aseguradoras de la financiera, acusa Loret de Mola que López Obrador tiene la intensión de quedarse con los recursos, los cuales ha ido reduciendo y con la desaparición del banco no tendría que transparenta en que los usó.
“Los seguros de la Financiera (Agroasemex, Fira, Firco) eran sanos: respaldaban y daban certidumbre a los créditos... Ahora son un problema porque estos fideicomisos se han ido reduciendo. Me explican que el Gobierno los estuvo drenando para después desaparecerlos y desaparecer el dinero”, explica.