Quita crimen con violencia gaseras a empresarios; ventas legales caen 30%
Grupos delincuenciales buscan controlar el mercado del ‘huachigas’ usando la infraestructura de los comercios establecidos
CDMX.- Grupos del crimen organizado se han adueñado, por la fuerza, de plantas distribuidoras de gas LP, así como de sus equipos y pipas para mover y comercializar el combustible que roban directo de los ductos de Pemex.
De acuerdo con información del periódico Excélsior, en algunas partes del País, dueños y empleados de gaseras han sido desalojados por estos grupos que han ingresado de forma violenta.
Actualmente son cinco los estados los que concentran el robo y venta de gas LP, mejor conocido como “huachigas”, se trata de Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Estado de México y Veracruz.
Los grupos delincuenciales ofrecen el combustible hurtado mucho más barato, ha pegado a las ventas formales que han caído al menos un 30 por ciento en algunas regiones de México.
HAY DENUNCIAS, PERO INVESTIGACIONES NO AVANZAN
Beatriz Marcelino, presidenta de la Asociación de Distribuidores y Expendedores de Energía (ADEE), señaló que sólo en la llamada Tierra Caliente de Guerrero se han registrado cuatro ataques de este tipo entre 2021 y 2022; dos en el municipio de Arcelia, uno en Teloloapan y otro más en Iguala.
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Pese a que los empresarios afectados han interpuesto denuncias penales, las “investigaciones” no han progresado, acusó Marcelino.
En otros muchos casos, señala la presidenta de ADEE, los afectados han evitado establecer recursos legales por miedo a represalias por parte del crimen organizado.
“Lo que es nuevo es el cierre de centros distribuidores debido a la inseguridad y el crimen organizado. Llegan como tal los delincuentes y sacan a los distribuidores o a los empresarios de sus instalaciones”, informó.
Las gaseras, sin embargo, no son las únicas amedrentadas, también otros negocios. De acuerdo con Beatriz Marcelino, no es algo nuevo, pero sí está ocurriendo con mayor frecuencia.
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ADVIERTEN DE RIESGO
La presidenta de la ADEE advierte que aunque el precio del “huachigas” es mucho más barato, éste es “muy sucio”, es decir, no cumple con los estándares de calidad de la norma vigente.
Aunado a ello, los integrantes del crimen organizado no dan mantenimiento adecuado a las instalaciones y a las pipas, ni las personas que despachan están capacitadas para ello, lo que provoca que cada vez haya más accidentes graves, señala Marcelino. Con información de Excélsior
