Refuerza Rusia la seguridad en la región atacada por Ucrania
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Anuncia Moscú una operación antiterrorista en la zona de Kursk
KIEV.- Rusia anunció el sábado lo que calificó como operación antiterrorista para aumentar la seguridad en la región fronteriza de Kursk, donde una incursión de las fuerzas ucranianas esta semana pilló por sorpresa a las tropas rusas y expuso sus vulnerabilidades en una guerra que dura casi dos años y medio.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que los combates en la región de Kursk continuaban y que el ejército lanzó ataques aéreos contra las fuerzas rivales que incluyeron el uso de una bomba termobárica, que causa una onda expansiva y crea un vacío que asfixia a sus objetivos.
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Las medidas anunciadas para Kursk y para las regiones vecinas de Belgorod y Bryansk, que comparten frontera con Ucrania, permiten al gobierno reubicar a la población, controlar las comunicaciones telefónicas y requisar vehículos.
La incursión que comenzó el martes es la mayor operación transfronteriza desde el inicio de la guerra y aumenta el temor a que los combates se propaguen más allá de Ucrania.
En la vecina Bielorrusia, donde hay tropas rusas desplegadas aunque Minsk no ha enviado soldados a Ucrania, su presidente, Alexander Lukashenko, dijo el sábado que sus defensas antiaéreas derribaron objetos no especificados disparados desde Ucrania que sobrevolaban su territorio.
“No entiendo por qué necesita esto Ucrania. Tenemos que averiguarlo. Como dije antes, les hemos dejado claro que ninguna provocación quedará sin respuesta”, indicó Lukashenko, según reportó la agencia noticiosa estatal Belta.
El ministro de Defensa de Bielorrusia, Viktor Khrenin, identificó más tarde los objetos como drones y dijo que Lukashenko ha ordenado el envío de refuerzos a las áreas fronterizas.
Por otra parte, un misil lanzado por un avión ruso alcanzó el viernes un centro comercial en Ucrania y causó al menos 14 muertos y 44 heridos, señalaron las autoridades.
El centro comercial de Kostiantynivka, en la provincia oriental de Donetsk, está en la zona residencial de la ciudad. Tras el ataque pudo verse una densa humareda negra.
“Se trata de otro ataque selectivo en una zona concurrida, otro acto de terrorismo de parte de los rusos”, afirmó el jefe regional de Donetsk, Vadym Filashkin, en Telegram.
Este fue el segundo ataque a gran escala en la ciudad en casi un año. En septiembre, un misil ruso dio en un mercado al aire libre en la zona y mató a 17 personas.
En julio se registró la mayor cantidad de víctimas civiles en Ucrania desde octubre de 2022, aseveró el viernes la Misión de ONU de Seguimiento de los Derechos Humanos en Ucrania. La violencia relacionada con el conflicto cobró la vida de al menos a 219 civiles e hirió a otros 1.018 el mes pasado, indicó.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que envió refuerzos a la región de Kursk para contrarrestar el asalto ucraniano. Rusia está desplegando distintos lanzacohetes, cañones de artillería remolcados, tanques transportados en remolques y vehículos pesados con orugas.
El Ministerio de Defensa ruso indicó que había combates en la zona occidental de las afueras de Sudza, a unos 10 kilómetros (6 millas) de la frontera. La ciudad es un importante centro de tránsito de gasoductos que transportan gas natural ruso a Europa.
De momento hay poca información fiable sobre la audaz operación ucraniana, y sus objetivos estratégicos no son claros. Las autoridades ucranianas se han rehusado a comentar sobre la incursión, que ocurre a unos 500 kilómetros (320 millas) al suroeste de Moscú.
Cuando se le preguntó sobre la incursión ucraniana, el vocero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, respondió el viernes que Estados Unidos estaba “en contacto con nuestros homólogos ucranianos”, pero que no comentaría hasta que “esas conversaciones hayan concluido”.
“No ha habido cambios en nuestros enfoques de política”, dijo Kirby cuando se le preguntó sobre la política de Estados Unidos sobre el uso de armas. “Las usan en un área donde hemos dicho que podían usar armas estadounidenses para realizar ataques transfronterizos. El objetivo final es ayudar a Ucrania a defenderse”.
Mathieu Boulegue, analista de defensa del centro de estudios Chatham House, en Londres, dijo que los ucranianos parecen tener un objetivo claro, aun cuando no han revelado cuál es.
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“Un movimiento coordinado de fuerzas en tierra como ese responde a un claro objetivo militar”, dijo Boulegue a The Associated Press. Asimismo, la incursión asustó al público ruso y le dio una bofetada al presidente ruso, Vladímir Putin, dando a Ucrania “un importante golpe de relaciones públicas”, dijo.
El ataque “es un gran símbolo, un gran despliegue de fuerza (que muestra) que la guerra no está congelada”, afirmó.
