Roemer acusado de agresiones sexuales demanda a Penguin Random House por sacar libro sobre su caso
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Pretende que la editorial, la imprenta y la autora dejen de distribuir el libro, que lo indemnicen en lo económico de manera importante y que se pague a sus abogados
La semana pasada se hizo pública la demanda de Andrés Romer que recibió la editorial internacional Penguin Random House en tribunales de la CDMX por la publicación del libro “El roedor Andrés Roemer, retrato de un depredador, así como su autora Heidi Putscher y la imprenta.
De acuerdo con la columna de Javier Tejado Dondé, la demanda de Roemer está bien planteada y contiene 129 hojas. En la cual pretende que la editorial, la imprenta y la autora dejen de distribuir el libro, que lo indemnicen en lo económico de manera importante y que se pague a sus abogados.
También busca que las partes demandadas no puedan ni siquiera dar entrevistas para hablar de las agresiones sexuales.
Añade que si Roemer gana esta batalla legal, en México se va a correr un manto de censura sobre todas las mujeres que han sufrido cualquier tipo de violencia, ya que sus historias no se van a poder contar y ni siquiera ellas mismas van a poder hablar de lo sucedido, por lo menos hasta que se elabore la sentencia judicial en definitiva,
Por lo que en México puede llevar una década, mientras con ese silencio, también se puede forzar a las víctimas a retractarse, desistirse o rendirse.
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En el caso de Roemer, la demanda inicia señalando que “... a la fecha no existe una sola sentencia, de ningún tribunal de México o del mundo, que lo haya declarado culpable o penalmente responsable de delito alguno, mucho menos de cualquiera de los que se le han imputado públicamente (ataques sexuales) y que han replicado los medios masivos de información, con los daños inherentes a su persona...”. “En consecuencia (Andrés Roemer) es y debe ser tenido y tratado como inocente.”
Agrega que su estrategia legal pone en riesgo la libertad de expresión, el derecho a la información y, sobre todo, crea un manto censor para que, sin conocerse los casos de agresiones sexuales contra mujeres, sus perpetradores sigan actuando impunemente.
Concluye mencionado que, dado que en los tribunales de la CDMX, todo se puede negociar, este caso debe ser del mayor interés público, a efecto de que ninguna víctima logre ser silenciada y obligada a rendirse.
El caso está en el Juzgado 50 de lo Civil y lo tiene el juez Rodrigo Cortés D., quien ha dado sentencias cuestionadas en temas de libertad de expresión