Rumbo al 8M: los 5 mitos más comunes sobre el feminismo

Desde los comienzos de la tercera ola del feminismo (1990) hasta su prestigioso cierre, que da inicio a la cuarta ola (2013, al día de hoy), el movmimiento en general ha recibidio aplausos por sus cuantiosos logros desde el voto de la mujer, entre otras vindicaciones políticas.

No obstante, también ha sido cuestionado y puesto en duda por quienes desconocen su historia, que es bastante extensa, y no sólo dependería del siglo, pero de la ubicación geográfica también.

Entre las dudas y preguntas más comunes sobre el movimiento feminista, aquí te contamos sobre los cinco mitos que más abundan en redes sociales.

UN HOMBRE INVENTÓ EL FEMINISMO

Una de las custiones que imperan entre los que no simpatizan con el movimiento, es su origen; aunque si bien, diversos autores han hecho uso de la palabra “feminismo” y otros términos que darían lugar a la etimología actual, el movimiento al que refieren las mujeres de hoy en día sí comenzo con otras mujeres.

Se cree que el feminismo lo “inventó” un hombre (o varios) porque, históricamente, hay datos que así lo señalan. Un ejemplo muy común es la historia de Ferdinand-Valérie Fanneau de la Cour, un estudiante de medicina que relató en “Del feminismo y el infantilismo en los tuberculosos” como algunos hombres que padecían esta enfermedad eran víctimas de una “feminización” en su cuerpo.

Enseguida, Alexandre Dumas (hijo), acuñó este término para burlarse de los hombres que apoyaban movimientos femeninos que exigían derechos ciudadanos y, en sus escritos y panfletos de ámbito político, hablaba del “feminismo” como una mofa a estos hombres “aliados” de las mujeres de la época; también se refería a ellos como “hombres-mujer”.

No fue hasta que Hubertine Auclert, sufragista francesa, retomó el término “feminista”, como lo han hecho diversas minorías a lo largo de la historia, para hacerlo como propio. Así, diversas mujeres y otras sufragistas usaron el término como símbolo de empoderamiento, y sería Mary Wollstonecraft la primera en usarlo académicamente, en “Vindicación de los Derechos de la Mujer”.

La primera ola, conocida como la época del “feminismo ilustrado”, sería detonante para ésta y más obras de orden filosófico-feminista, movimiento al que después se unirían miles de mujeres alrededor del mundo.

SÓLO HA EXISTIDO UN FEMINISMO

Durante la segunda ola, donde impera el feminismo liberal sufragista, nacen ramas importantes como el feminismo marxista, socialista o el anarquista.

Asimismo, durante la tercera ola del feminismo, nace como tal el feminismo radical, donde se define la idea de un patriarcado como sistema de dominación sexual, del cual surgen el resto de dominaciones como la de clase y la de raza; esta rama es una de las más cuestionadas, incluso, dentro del mismo feminismo.

Enseguida, nace el movimiento interseccional para describir a mujeres que experimentan “capas de opresión”, términos que introduce Kimberlé Williams Crenshaw, en 1989.

Ante dicho cambio, se agregan movimientos como el feminismo negro/afro, el feminismo lésbico, el feminismo chicano, el feminismo comunitario, transfeminismo, entre otros, así como la idea ed la performatividad, con la teoría queer de Judith Butler.

EL FEMINISMO ES LA MADRE DE TODAS LAS LUCHAS

Un error común es adjudicarle al feminismo otras luchas sociales, si bien, algunas de ellas como las problemáticas queer podrían ser solucionadas en su rama perteneciente, por ejemplo, temas de índole transgénero son vistas en el feminismo interseccional, siempre y cuando corresponda también al feminismo.

Sin embargo, luchas sociales, problemáticas en la actualidad, entre otros, no pueden ser resueltos por el feminismo, aun y cuando se trate sobre temas que apunten al patriarcado, del cual, el movimiento señala que hombres y mujeres son víctimas.

Con el reciente conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, así como el penoso ataque en La Corregidora de Querétaro, diversos grupos han llamado la atención a las feministas, preguntándose donde están aquellas que buscan “combatir contra el patriarcado”, empero, estas quejas están lejos de corresponderle al movimiento feminista.

Aunque los hombres también sean víctima del patriarcado, el feminismo responde escencialmente a las mujeres, puesto que se busca ofrecer un lugar seguro a cada una. Claro que, habrá ramas como la interseccionalidad que también aboga por personas queer y no binarias.

EL FEMINISMO SE HA CONVERTIDO EN “HEMBRISMO”

Aunque la definición de “hembrismo” corresponde a la versión contraria de “misoginia” o “machismo”, diversas feministas aseguran que este término no corresponde a la época actual o a ninguna, históricamente, porque los hombres no han sido víctimas de mujeres en cuestión de números, como lo han hecho las mujeres.

Recordando que en México, apenas el 2021, se asesinaban 10 mujeres por día, y la ola de feminicidios ha crecido durante la pandemia, el movimiento feminista aboga por las mujeres como víctimas de un sistema patriarcal.

Hasta el día de hoy, las víctimas masculinas no han rebasado, ni siquiera alcanzado, a las miles de mujeres que han perdido la vida por ser mujeres. Si bien, habrá casos donde los hombres sufren abuso y es válido, empero, esta lucha, como se mencionó anteriormente, le corresponde a otros hombres.

“NI MACHISMO NI FEMINISMO, HUMANISMO”

Aunque el humanismo es, más que nada, una corriente intelectual y cultural donde el ser humano funge como centro del universo, en lugar de la idea teológica de que es Dios, diversos grupos aseguran que una nueva visión de “humanismo”, parecida a la igualdad, debería ser el movimiento predilecto para tratar los temas de equidad de género.

No obstante, el movimiento feminista nace, como se ha mencionado, para ser un lugar seguro entre mujeres, por otras mujeres, que buscan luchar por sus derechos humanos.

La idea del feminismo ha estado presente por varios años, mucho más que el movimiento político como tal; es entonces cuando las mujeres comienzan a decir “nosotras” y a tomar conciencia de género, por ello, muchas mujeres aseguran que este el feminismo debe permanecer, puesto que ha sido partidario para proveer los derechos más básicos a otras mujeres, como el voto, estudiar y trabajar.