Se aproxima una tormenta geomagnética a la Tierra... ¿pone en peligro la vida?
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Según una investigación reciente, existe la posibilidad de que el Máximo Solar llegue al finalizar el 2023 o a principios del 2024
El Sol ingresaría antes de lo previsto y con más fuerza en su ciclo de mayor actividad: el llamado máximo solar, que se corresponde con el pico de intensidad del Sol dentro de los ciclos solares de 11 años podría concretarse sobre fines de este año, cuando en realidad se estimaba para 2025.
Los expertos también creen que pueden esperarse tormentas solares más intensas de las predichas con anterioridad, poniendo en jaque los sistemas de comunicación de la Tierra.
Según un artículo publicado en Live Science, la gran pregunta a responder es si la Tierra se encuentra realmente preparada para afrontar un evento de este tipo, que podría causar enormes pérdidas económicas y paralizar la actividad cotidiana de nuestro planeta, al afectar los sistemas de satélites, las comunicaciones globales, la “salud” de Internet y hasta las redes eléctricas.
En diciembre de 2022, el Sol experimentó un pico de manchas solares en ocho años, según Mar Gómez, licenciada y doctora en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Además, en enero de 2023, los científicos observaron más del doble de manchas solares de las que la NASA había predicho, alcanzando la cifra de 143 manchas observadas en comparación con las 63 estimadas.
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Cuando hay más manchas solares la actividad del Sol es mayor provocando que la Tierra sea alcanzada por partículas muy energéticas que proceden del Sol, es decir una tormenta geomagnética. Estas partículas, son principalmente electrones y protones, y son liberadas cuando hay erupciones solares o lo que se conoce como eyecciones de masa coronal.
¿QUÉ ES UNA TORMENTA GEOMAGNÉTICA?
Una tormenta geomagnética es un fenómeno que ocurre cuando las partículas cargadas provenientes del Sol interactúan con el campo magnético de la Tierra. Estas partículas, principalmente electrones y protones, son expulsadas por erupciones solares o eyecciones de masa coronal, que son explosiones de energía y materiales altamente cargados que se liberan desde la atmósfera del Sol.
Cuando estas partículas llegan a la Tierra, interactúan con el campo magnético terrestre y pueden causar perturbaciones en él. Estas perturbaciones se manifiestan como fluctuaciones en la intensidad y dirección del campo magnético en la superficie de la Tierra.
Las tormentas geomagnéticas pueden tener diferentes niveles de intensidad, desde leves hasta severas. La intensidad está determinada por la cantidad de partículas cargadas, su velocidad y la orientación del campo magnético solar. La escala utilizada para medir la intensidad de las tormentas geomagnéticas es la Escala G, que va del G1 al G5, siendo G5 la categoría más alta.
Cuando ocurre una tormenta geomagnética, se pueden observar varios efectos en la Tierra. Uno de los más notables es la aparición de auroras en las regiones cercanas a los polos, donde las partículas cargadas chocan con los átomos y moléculas en la atmósfera y generan coloridos fenómenos luminosos en el cielo.
Además de las auroras, las tormentas geomagnéticas también pueden afectar las comunicaciones de radio, los sistemas de navegación por satélite, los equipos electrónicos y la infraestructura eléctrica en general. Estas perturbaciones pueden generar interferencias y daños en los sistemas tecnológicos y, en casos extremos, pueden ocasionar apagones eléctricos.
Es importante destacar que aunque las tormentas geomagnéticas pueden tener impactos en la tecnología y las comunicaciones, en general no representan un peligro directo para la salud de las personas.
¿UNA TORMENTA GEOMAGNÉTICA PONE EN PELIGRO LA VIDA?
Las tormentas geomagnéticas pueden tener efectos sobre los seres humanos, aunque en general no representan un riesgo directo para la salud. Las tormentas geomagnéticas son perturbaciones en el campo magnético de la Tierra causadas por erupciones solares o eyecciones de masa coronal desde el Sol.
Las tormentas geomagnéticas pueden inducir corrientes eléctricas en los sistemas de transmisión y distribución de energía eléctrica. Estas corrientes pueden sobrecargar los transformadores y equipos de subestaciones, lo que podría provocar apagones y daños en la infraestructura eléctrica.
Por otro lado, las tormentas geomagnéticas pueden afectar las señales de radio de alta frecuencia (HF) utilizadas en las comunicaciones a larga distancia. Esto puede causar interrupciones o degradaciones en las comunicaciones por radio, especialmente en regiones polares. Además, las perturbaciones geomagnéticas también pueden afectar los sistemas de navegación GPS y los satélites de comunicaciones.
Asimismo, durante una tormenta geomagnética, aumenta la radiación en la magnetosfera terrestre. Los astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional u otras misiones espaciales pueden estar expuestos a niveles más altos de radiación, lo que podría representar un riesgo para su salud. Los satélites en órbita pueden experimentar daños en sus sistemas electrónicos debido a las partículas cargadas de la tormenta.
Las tormentas geomagnéticas pueden intensificar y expandir las auroras boreales y australes, también conocidas como luces del norte y del sur, respectivamente. Estos eventos luminosos en la atmósfera pueden ser impresionantes y hermosos, pero son una manifestación directa de la actividad solar y las perturbaciones geomagnéticas asociadas.
Es importante destacar que la mayoría de las personas no experimentan ningún efecto negativo durante las tormentas geomagnéticas y que los impactos sobre la salud son generalmente leves. Aquellos que puedan verse más afectados son aquellos que ya tienen condiciones médicas preexistentes o que son especialmente sensibles a los cambios ambientales. En caso de experimentar síntomas preocupantes durante una tormenta geomagnética, es recomendable consultar a un profesional de la salud para recibir atención y orientación adecuadas.