Sequía pone en jaque producción en Sonora
HERMOSILLO, SON.- Miles de reses muertas y de hectáreas sin cultivar son el panorama, el peor de los últimos tiempos, que registra el sector productivo ante la severa sequía que enfrenta Sonora. Las autoridades realizan acciones emergentes en algunas
regiones para garantizar el abasto de agua para consumo humano.
El estiaje azota a los 72 municipios del estado. Según el último reporte del Monitor de la Sequía en México, al 15 de junio de 2022, todo el territorio sonorense padece de algún tipo de intensidad de sequía. Son 16 municipios los que se encuentran en la escala de sequía excepcional, 29 en extrema; 22, en severa; tres en moderada, y dos están anormalmente secos.
De acuerdo con la Dirección Técnica del Organismo Cuenca del Noroeste (Ocno de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el sistema de presas en el estado se encuentra a 17.5% de su capacidad.
Las principales presas son: Álvaro Obregón, Oviachic (16%); Plutarco Elías Calles, El Novillo, (29%); Bicentenario (3.9%); Lázaro Cárdenas, La Angostura (12%); Abraham González (51%); Adolfo Ruiz Cortinez, Mocúzari (1%), Rodolfo Félix Valdés, El Molinito (8%); Abelardo L. Rodríguez (0%); Cuauhtémoc (6%), e Ignacio R. Alatorre (0%).
Graciela Treviño, directora técnica de Ocno, informó que los municipios que presentan severos problemas por sequía son: Álamos, Huatabampo, Etchojoa, Navojoa, Nogales y Nacozari, que tienen casi agotadas sus fuentes de abastecimiento.
Las localidades con mayor número de habitantes que tienen problemas de distribución de agua potable son: Hermosillo, Guaymas y Cananea.
Mediante el trabajo coordinado por el Ocno, a través de la Brigada de Protección a la Infraestructura y Atención de Emergencias (PIAE), la Conagua ha ampliado los operativos de suministro de agua en pipas para comunidades rurales, con la entrega de 20 mil litros diarios para Villa Pesqueira en Mátape.
En el Valle del Yaqui, la cuna de la Revolución Verde, el lugar donde el premio Nobel de la Paz en 1970, Norman Ernest Borlough, hizo el descubrimiento y desarrollo del “trigo triticale”, una variedad de granos de gran rendimiento, alta calidad, con resistencia al clima y a las plagas para combatir la hambruna de la humanidad, se cancelaron toda clase de cultivos del ciclo primavera-verano. No hubo agua.
Ahí, en el sur de Sonora, entre la Sierra Madre Occidental y el mar de Cortés, al norte de Ciudad Obregón, peligra el cultivo de alrededor de 250 mil hectáreas del ciclo otoño-invierno.