Tragedia en Bavispe: Cómo los niños LeBarón-Miller-Langford sobrevivieron a la masacre de 2019

En 2019, México fue testigo de uno de los episodios más trágicos y estremecedores relacionados con la violencia del narcotráfico en su historia reciente. En una noche, un grupo de narcotraficantes perpetró un brutal ataque en el que no mostraron clemencia hacia mujeres y niños indefensos de la familia LeBarón-Miller-Langford.

Sin embargo, en medio de esta tragedia, surgieron relatos de valentía y heroísmo que conmovieron al mundo. Los niños sobrevivientes, a pesar de estar heridos, baleados y aterrorizados, demostraron fortaleza y cuidado mutuo. Devin, hermano mayor de tan solo 13 años en ese momento, ocultó a seis de sus hermanos en los arbustos y se embarcó en una extenuante caminata de seis horas en busca de ayuda.

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Devin compartió un emotivo relato en el que recordó las últimas palabras de su madre, Dawna, antes de caer bajo el fuego de los sicarios. Mientras rezaba a Dios e intentaba encender el automóvil para escapar de la emboscada, ella les ordenó a sus hijos que se agacharan de inmediato. En medio de la desesperación y el caos, intentaron mover el automóvil, pero este ya no respondía debido a los daños causados por la lluvia de balas.

El hermano mayor relató al medio estadounidense ABC News que los sicarios dispararon de manera indiscriminada contra su familia. “Ellos simplemente empezaron a disparar al auto con un montón de balas”, describió.

Tras el brutal ataque, los criminales sacaron a la familia de las camionetas en las que viajaban y los arrojaron al suelo, como si fueran a ejecutarlos. Sin embargo, sorprendentemente, optaron por abandonar a las víctimas en el lugar antes de retirarse.

DEVIN SE CONVIERTE EN EL HERÓE QUE SUS HERMANOS NECESITABAN

Fue en ese momento crítico que Devin asumió la responsabilidad de proteger a sus hermanos, escondiéndolos en los arbustos y cubriéndolos con ramas para mantenerlos a salvo mientras emprendía su angustiante búsqueda de ayuda. Durante su caminata a pie, en la que recorrió más de 20 kilómetros a través del desierto, el terror lo invadió. “Pensaba si había alguien por ahí tratando de dispararme o siguiéndome, o en mi madre y mis dos hermanos asesinados”, confesó.

A pesar de su miedo y angustia, este niño de 13 años finalmente logró encontrar ayuda y proporcionar un relato desgarrador de lo que había ocurrido a otros familiares. Estos parientes, armados y decididos, regresaron al sitio de la masacre con la esperanza de encontrar a los niños escondidos y rescatarlos.

Al regresar, se enfrentaron a una escena desgarradora. Dawna Langford, una mujer de 43 años, yacía sin vida sobre el volante. Junto a ella se encontraban dos de sus hijos, Trevor y Rogan Langford, de 11 y 2 años respectivamente. Devin, recordó a su madre como una “buena persona y una mujer valiente que intentó salvar a sus hijos”.

Detalló que cerca del vehículo había una chequera perteneciente a un banco que se encontraba más adelante, lo que sugiere que los agresores regresaron al vehículo y dispararon más balas antes de prender fuego al automóvil, dejando a todos dentro arder vivos.

JULIÁN LEBARÓN NARRA COMO MACKENZIE BUSCÓ AYUDA A PESAR DE ESTAR HERIDA

El relato de Julián LeBarón, otro de los familiares, agregó más dimensiones a esta tragedia. Contó como Mackenzie, una prima menor de edad, resultó herida de bala y caminó aproximadamente 14 kilómetros a pesar de sus heridas leves en busca de ayuda. Todos estos relatos se sumaron al de John LeBarón, quien escribió una crónica detallada sobre los horrores ocurridos ese fatídico 4 de noviembre.

John, sobrino de Dawna Ray Langford, relató cómo ocurrió el ataque en los límites de Sonora y Chihuahua, en el noreste de México. La familia LeBarón, compuesta por tres mujeres y 14 niños, se encontraba en un viaje desde Galeana, Chihuahua, a Bavispe, Sonora.

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LA ESCENA DE LA MASACRE DE BAVISPE FUE SUMAMENTE VIOLENTA

La espera angustiosa de 11 horas de sus familias en Sonora, Chihuahua y el Medio Oeste de los Estados Unidos se convirtió en un testimonio del miedo y el horror. El primer vehículo que encontraron estaba lleno de impactos de bala y completamente envuelto en llamas. ‘Nita’ y cuatro de sus siete hijos que habían viajado en ese automóvil quedaron carbonizados en su mayoría, dejando solo unos pocos huesos para identificar que estaban dentro.

Según John LeBarón, uno de los niños intentó escapar, ya que la puerta del pasajero delantero estaba abierta y sus restos estaban parcialmente dentro y fuera del vehículo.

Las nueve víctimas mortales de este ataque en Bavispe fueron: Rhonita Maria Miller, de 30 años; Howard Jacob Miller, Jr., 12 años; Krystal Bellaine Miller, 10 años; Titus Alvin Miller, 8 meses; Tiana Gricel Miller, 8 meses; Christina Marie Langford Johnson, 29 años; Dawna Ray Langford, 43 años; Trevor Harvey Langford, 11 años y Rogan Jay Langford de 2 años.