Long ago and far away (1

Una antigua canción de James Taylor narra las peripecias de un joven que no entiende su realidad, como si se tratara de estar habitando un lugar lejano y hará algún tiempo.

México vive un presente en "deja vu" que carcome su estructura política, en la que la pretensión de algunos es la de presentarnos una realidad engañosa basada en un tormentoso pasado.

El panorama político de este año del bicentenario hizo su aparición de manera bronca y airosa.

La lideresa del PRI, abandonando su habitual ecuanimidad y capacidad negociadora, está tomando decisiones en los espacios que le son posibles como si se tratara de una potranca de año que, retozona, recorre el lienzo relinchando.

Por otro lado, el niño azul del PAN coquetea con una izquierda dividida a fin de hacer alianzas, con el requisito de que los perredistas reconozcan al presidente Calderón y la chiquillada prepara sus ventosidades para treparse a cualquier engendro político o garapiñado que surja de los grandes, a fin de exprimirlo cual sanguijuela de charco.

La fiesta está lista para el próximo 4 de julio, día en que serán elegidos 12 gobernadores y un sinnúmero de alcaldes y diputados locales.

Los cambios de gobernador apuntan a: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

El ambiente electoral se había estado manejando desde diciembre del año anterior. El apuro de Calderón fue el de empujar las reformas necesarias en el paquete fiscal e implementar los incrementos de los servicios que el Gobierno Federal provee, para iniciar el año con una especie de borrón y cuenta nueva, a la que nos estamos acostumbrando los mexicanos con los dos partidos que han compartido el poder en los últimos 80 años.

La reacción del PRI después de votar por los incrementos de impuestos, que nos están pegando en este 2010, fue tardía y al pretender deslindarse de la decisión tomada quedaron en la perfecta definición que López Portillo había esbozado ante los panistas en los ochenta, al reclamarle la distribución de plurinominales negociadas: "Se subieron a la cama y ahora reclaman por su virtud perdida".

El PAN, por su parte, gravita entre la desesperación y la modorra, su estrategia es unirse a la izquierda como lo hizo en Coahuila y Chiapas en el último trazo del siglo pasado; con éxito en Chiapas pero con un fracaso tremendo en nuestro estado.

La política tiene la virtud de unir diferencias, no por ideologías sino por intereses, por eso el resultado termina siendo letal y trágico, en ocasiones.

Situándonos en los lugares en que el cambio será de gobernadores, se antoja una breve pincelada de su actual situación y el probable escenario.

Puebla, lugar de contrastes sociales evidentes, de los que fui testigo durante 30 meses de estadía laboral, será un caldo de cultivo excelente a fin de comprobar la efectividad de la estrategia panista.

Resulta sorprendente la capacidad de recuperación del "Gober Precioso" quien desde febrero de 2006 hasta julio de 2008, permanecía replegado en la Casa Puebla, paradójicamente situada en las laderas del fuerte de Loreto, después del escándalo de las llamadas con el árabe aquel.

En noviembre de 2008, prácticamente hizo zapato en las alcaldías del estado, en julio de 2009, igual con sus candidatos a diputados y hoy, después de su V informe hace suponer que será él y nadie más, quien determinará a su sucesor.

Marín le debe su reposicionamiento a una maquinaria echada a andar por dos personajes: Meneses y López Zavala.

Javier López Zavala operó desde la Secretaría de Gobierno una férrea defensa de su jefe a través del espionaje a sus enemigos; como premio fue enviado como líder del Congreso, para que dotado del requisito de haber ocupado un puesto de elección popular, pudiera colarse pero directito a la gubernatura poblana.

Tiene en su contra el hecho de que es chiapaneco y que diversos enemigos han reunido toneladas de evidencias sobre excesos en el ejercicio de su encargo en Gobernación que, llegado el momento, se los van a exhibir.

Por el lado del PAN, Moreno Valle sería el único que podría detener a la aplanadora del PRI, pero si cuenta con la alianza de la izquierda, que en el conflicto contra Marín se fajó con bastante entereza e inteligencia.

Mario Marín ha acumulado una fortuna cuantiosa en el ejercicio de Gobierno y fue señalado en su relación con dos cárteles de la droga mexicanos, cuyos líderes vivían a sus anchas en Zavaleta y San Andrés Cholula.

Continuaremos el análisis en la siguiente entrega.