Mi mamá me culpa por la muerte de mi hermano, yo sólo buscaba su felicidad.

QUERIDA ANA:

Estoy preocupada por algo que hice. Y desearía que me dijera si lo que hice fue correcto.

Tengo un hermano alcohólico, que desde muy joven comenzó a beber y ha tenido una vida llena de problemas, los que hemos compartido toda la familia, principalmente mis padres y después de la muerte de mi papá, la pobre de mi mamá.

Yo soy la hija mayor de la familia. Somos cuatro hermanos, pero dos de ellos viven fuera de la ciudad y desde que se casaron y se fueron, casi ni se han dado cuenta de las dificultades, penas y sufrimientos que tanto mi mamá como yo hemos tenido con el alcoholismo de mi hermano. Yo vivo con mi mamá porque no me casé y ella y yo hemos vivido momentos de verdad difíciles con él.

Por todo ello decidí poner a mi hermano en un programa de desintoxicación, después de que en una mañana muy fría me avisaron que la policía lo había levantado de un banco de un jardín público.

Cuando terminó el programa que duró cuatro semanas, fui por él y me dio las gracias. Después por sí mismo comenzó a ir a Alcohólicos Anónimos. Fue aquel un período de tranquilidad tanto para mi mamá como para mí.

Mi hermano comenzó a trabajar en una compañía de un amigo de la familia al que le rogué que lo empleara aunque fuera con un sueldo modesto, para que no estuviera desocupado y pensara de nuevo en el alcohol. Estuvo trabajando contento y de manera normal durante más de un año pero
desafortunadamente en un viaje que hizo (después de haber hecho varios) con motivos de trabajo, falleció de un infarto al corazón en el cuarto del hotel donde se hospedaba. Tenía 43 años, estaba excedido de peso, era hipertenso y fumaba bastante, aunque a últimas fechas había dejado el cigarro principalmente a pedido mío.

La compañía hizo el traslado del cadáver por su cuenta y se entendió de todos los trámites. Se portaron muy bien. Un médico amigo de la familia, a una pregunta mía, nos dijo que la muerte no era porque hubiera dejado el alcohol o el tabaco, que el haber bebido y fumado tanto lo había dañado, así como el sobrepeso que tenía y que un infarto le da a cualquiera, principalmente a una persona como él.

Ahora mi mamá me culpa por la muerte de mi hermano, dice que por mi insistencia en que dejara de fumar, después de haber dejado la bebida, fue lo que detonó su muerte. Ella por lo regular, aunque sufriendo, lidiaba con su problema de alcoholismo ocultándolo de familiares y amigos. Y cuando vivía mi papá, él culpaba a mi mamá del alcoholismo de mi hermano porque ella venía de una familia de alcohólicos.

Desde luego que estoy muy confundida, preocupada y triste y ahora me siento culpable por la muerte de mi hermano, pero mi propósito siempre fue que tuviera una vida digna, más feliz y saludable.
Quisiera saber su opinión respecto a si tuve culpa en la temprana muerte de mi hermano.
Le agradezco mucho su atención.

MEA CULPA

QUERIDA MEA CULPA:

De alguna manera la culpa con que se siente afectada la familia, principalmente su mamá y usted, es suficiente para mantener ocupado a un psicólogo por mucho tiempo. Y desde luego que esa culpa que sienten ha llevado a la ira, así es que los sentimientos negativos se alimentan a sí mismos.

No comparto la opinión de su mamá. Usted no contribuyó a la muerte de su hermano. En realidad creo que salvó su vida. Al menos tuvo más de un año de sobriedad y de vida activa y saludable, que si no lo hubieran levantado de esa banca del jardín público y usted no se hubiera hecho el heroico esfuerzo de rescatarlo del alcoholismo, no hubiera tenido lugar ese hecho de vivir de manera feliz esos meses. La sobriedad fue un magnífico regalo que usted le dio a su hermano.

En ocasiones algunos miembros de la familia, especialmente las esposas y las madres, de alcohólicos muchas veces se refugian en la costumbre de permitirlo. Niegan el vicio de sus seres queridos y tratan de encubrirlo, lo cual por lo regular les da a los alcohólicos "permiso" para continuar bebiendo. Aunque su mamá nunca va a admitirlo, pienso que alberga en su corazón su propio dolor y culpa. Si ella hubiera enfrentado, en unión de su padre y de usted, el problema de su hermano tiempo atrás, su vida podría haber mejorado enormemente.

Deje de culparse y viva tranquila. Le sugiero que convenza a su madre de asistir a terapia y usted hágalo también. Si ella no acepta, vaya usted por su cuenta. Eso le ayudará también a lidiar con la actitud de su mamá.

ANA