Recomiende no aceptar bebidas de nadie en una fiesta porque puede ser peligroso.

Opinión
/ 14 julio 2010

QUERIDA ANA:

Vivo en una ciudad de la frontera con México, en el estado de Texas. Mis padres vinieron a vivir aquí casi recién casados y aquí nacimos mi hermano, mi hermana y yo. Ellos han trabajado mucho para darnos todo lo que necesitamos. Ahora mi papá tiene un pequeño negocio de comida, aunque no es un restaurante, y mi mamá le ayuda.

Cuando yo tenía cinco años mi abuelita materna les pidió a mis padres que me dejaran ir a vivir con ella a México porque acababa de morir mi abuelito y como yo era la mayor, pues mi hermana tenía solamente dos años y seis meses, ella pensó que yo sería una buena compañía para ella. Mi hermano no había nacido todavía.

Mis padres al principio dijeron que no, pero como mi abuelita estuvo en nuestra casa durante seis meses, dijeron que se dieron cuenta de que yo podría estar con ella para acompañarla y también para aprender bien el español y así mi hermana podría aprenderlo cuando yo regresara.

Dijeron que permitirían que estuviera un año con mi abuelita si acaso yo me sentía a gusto.

Así me fui a México con mi abuelita y no fue un año que estuve con ella sino que fueron ocho años, hasta que ella comenzó a estar enferma y mis padres se la llevaron con ellos y yo volví a su lado. Y vivió con nosotros hasta que falleció. Para entonces ya había nacido mi hermano y tenía 6 años, y mi hermana tenía diez años y yo 13.

Fui muy feliz con mi abuelita y las dos veníamos a ver a mis padres o ellos iban a vernos. Ella me enseñó muchas cosas, también a querer mucho al país de mis padres, a querer mis raíces y puso mucho cuidado en que yo aprendiera un español muy correcto.

Además de las clases del colegio, ella todos los días me ponía a leer, comentábamos la lectura y me ponía pruebas de ortografía. Estoy muy contenta de haber acompañado a mi abuelita, tengo recuerdos maravillosos de ella y ahora sé que con el correcto español que tengo, podré tener un magnífico trabajo cuando comience a trabajar, por tener este otro idioma, además del inglés.

Esta es la parte bonita de mi historia. La parte terrible es la que voy a contarle: Hace unos pocos días fui violada después de asistir a una fiesta en el cumpleaños de una amiga. Un amigo al que conocía de la escuela, se puso a platicar conmigo y me dijo que si íbamos a platicar a su carro. Yo acepté y luego me ofreció una bebida y acepté sin pensarlo dos veces.

Un poco después empecé a sentirme rara y no me acuerdo de nada más en toda la noche, hasta que en la mañana siguiente muy temprano, puedo decir que en la madrugada, desperté en un jardín, con la ropa rota y había evidencia de que había tenido relaciones con alguien. Me sentí mucho muy mal.

Inmediatamente llamé a mis padres, que estaban muy preocupados porque yo no regresaba y vinieron por mí. Me llevaron de ahí a un hospital, donde me checaron y dijeron que sí había sido violada y me habían dado algo para dormirme. Lo más terrible era pensar que podía haberme pegado alguna enfermedad o que yo estuviera embarazada.

Parece que no hay nada de eso, pero sí el trauma de lo que me sucedió, que me está haciendo mucho daño, y lo mismo a mis padres, y ya voy a ir con un psicólogo.

Mis padres están hablando con un abogado para ver si podemos mandar a la cárcel al muchacho ese. Yo no quiero volver a verlo ni quiero recordar esos momentos horribles, pero tampoco quiero que él siga inocente o le haga lo mismo a otra muchacha.

Como mis papás son de esa ciudad, siempre buscan en internet ese periódico para leer las noticias y ver a sus conocidos, y como leemos su columna, le dije a mi mamá que quería contarle mi historia y también que usted advirtiera a sus lectoras que nunca acepten bebidas de nadie en una fiesta, que las mujeres, y creo que también los hombres, a ellos pueden pasarles otras cosas, deben beber solamente de botellas o botes que ellos hayan abierto.

Si esta carta puede ayudar aunque sea solamente a una mujer, yo estaría muy feliz de que ella no tenga mi experiencia y valdría la pena que le haya escrito y usted publique mi carta. Leemos todos los días su columna y nos gusta mucho. Mis hermanos hablan bastante español porque mis padres les hablan siempre en ese idioma y todos podemos leer el periódico. Saludos.

¡PELIGRO!

 

QUERIDA ¡PELIGRO!:

He mencionado en otras ocasiones los peligros que pueden correr, especialmente las y los jóvenes, de ser drogados en las fiestas, pero tu carta me proporciona una buena oportunidad para recordar a mis lectoras y lectores, otra vez, esos peligros.

Hay personas depravadas en todas partes y se deben cuidar mucho. Las reglas son sencillas pero ayudan: No acepten ninguna bebida que haya sido servida, o si viene en una bote o botella que ya ha sido abiertos. No tomen una bebida de una ponchera común.

No suelten su bebida hasta que se la terminen. Si notan que una amiga o un amigo están actuando raro, observen la situación y díganle a sus amigos que lo acompañen hasta su casa. Y por favor recuerden que demasiado alcohol, aún sin drogas añadidas, puede causar muchos y serios problemas.

Gracias mil por leer "Vanguardia" y también mi columna, y por escribir, y te felicito efusivamente por la excelencia de cómo manejas el español, y lo escribes y lo expresas.

Tu abuelita hizo un trabajo de primera. Descanse en paz.

ANA

Somos un medio de comunicación digital e impreso con cinco décadas de historia; nos hemos consolidando como uno de los sitios de noticias más visitados del Noreste de México.

Como medio multiplataforma, nos distinguimos por ofrecer contenidos confiables y de alta calidad, abarcando una amplia gama de temas, desde política y estilo de vida hasta artes y cultura. Además, ofrecemos artículos de análisis, entretenimiento y recursos útiles a través de formatos innovadores en texto, fotografía y video, que permiten a nuestros lectores estar siempre bien informados con las noticias más relevantes del día.

Nos enorgullece tener un equipo editorial compuesto por periodistas especializados en Derechos Humanos, Deportes y Artes.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM