Lo que el viento se llevó

Opinión
/ 2 octubre 2015

Gone with the wind, título original de la novela escrita por Margaret Mitchell, es otro de los nombres que podría llevar el monumento del Bicentenario de la Independencia de México, que se levanta en Paseo de la Reforma en el Distrito Federal.

La polémica por el exceso en su gasto de la llamada de forma institucional "Estela de Luz", no terminará de manera fácil como imagina o pretende el señor Felipe Calderón.

En el programa de Televisa, "Tercer Grado", fue Calderón el que puso el tema de la corrupción de este bloque -supuestamente estético y artístico--, en la línea del debate, al decir que lo que sucedió en cuanto a su costo excesivo, "le pasó exactamente, yo creo, lo que le pasa a mucha gente que diseña una casa, que el arquitecto le dice que va a costar uno y le cuesta dos, esa es la verdad.  ¿Cómo empieza la Estela de Luz?" Y entonces Calderón relata lo que pasó ante sus ojos y también ante el poder presidencial:

"Cuando llego al gobierno no había nada encaminado a un monumento conmemorativo. Entonces lo que hacemos, en lugar de encargar la obra, como pudo haber hecho cualquier presidente, lo que hacemos es un concurso. No sólo el gobierno federal; se arma un comité con el gobierno del Distrito Federal. Es la primera vez que hablamos, por ejemplo, autoridades federales y del gobierno del DF, por lo menos públicamente.

Se forma un comité de expertos, de gente súper talentosa.  Ese hace un jurado y lanza la convocatoria. En la convocatoria se inscriben los mejores arquitectos de México. El propio jurado, y hay que ver lo que dice el jurado en su dictamen, elige un proyecto.

--. Entonces, bueno. no es una decisión ni del presidente ni del gobierno; es una decisión de un comité de expertos que integra el gobierno del DF y el gobierno federal. Porque considera que este monumento, el que se diseña, la "Estela de Luz", es el que representa la mayor sobriedad, el mejor estilo; es el que impacta más favorablemente (.) un largo etcétera. Total que es el más bonito y va a ser el más barato porque es muy fácil de hacer, etcétera.

--Y el proyecto que se señala dice que va a costar por ahí de 500 millones de pesos, poquito más. Luego el proyecto lo avala ingenierilmente tanto un comité de la Universidad como un comité del Poli, o al menos así se ostentaban, porque el propio jurado fue encaminando esto.

A la hora que se van a hacer las cosas resulta que el proyecto no corresponde a las características de ingeniería que demanda la "Estela de Luz". Por ejemplo, se pensaba que por ser así, delgadita, iba a ser fácil de construir; pues no, señor, resulta que a la hora que se empiezan a cuestionar los constructores cuánta cimentación necesita, resulta que la "Estela de Luz" necesitaba, para que no la tirara el viento, precisamente por ser tan frágil, o para que no cayera en un temblor, necesitaba una cimentación más grande que la de la Torre Latinoamericana."

Total, que el costo de mil doscientos millones de pesos -y podría aumentar--, afirma Felipe Calderón, se justifica porque el modelo arquitectónico aprobado necesitaba una cimentación profundísima para que el viento - o un temblor-no se la llevara.

Y sí, al final en México todo se lo lleva el viento porque muchos de nosotros elegimos sin poner en práctica la memoria.

Acta Divina. Remítase líneas arriba.

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