RTP: Las otras ligas de Bejarano

Opinión
/ 2 octubre 2015

Dice el sabio refranero popular: ¡Nadie sabe para quién trabaja!. Y es el caso del escándalo por la fallida Línea 12 del Metro, si bien tiró del caballo a Marcelo Ebrard, también colocó en los cuernos de la luna a René Bejarano. ¿Por qué? Porque a la suspensión del servicio en 11 estaciones, casi medio millón de usuarios —y el propio GDF— quedaron literalmente a merced de René Bejarano. ¿Y por qué?, se tiene que repreguntar.

Porque desde hace casi una década la Red de Transporte de Pasajeros del DF —RTP, por sus siglas—, es otro de los feudos millonarios en manos de Bejarano Martínez y su mafia clientelar. Y para tener una idea del tamaño de las otras ligas de Bejarano Martínez, basta saber que la RTP mueve a casi un millón de usuarios al día y se estima que recauda al año casi mil millones de pesos por el cobro a los usuarios, además de que tiene un subsidio de mil 600 millones de pesos al año. ¿Qué otro grupo político dispone de una mina como esa? Pero ¿quién regaló a Bejarano ese bombón?

La historia del feudo arranca en enero del año 2000, cuando el gobierno de Rosario Robles decretó la creación de la Red de Transporte de Pasajeros del DF, organismo público descentralizado. El control de René Bejarano inició cuando impuso como directora de RTP a su incondicional Ariadna Montiel Reyes, entre 2006 y 2012.

Actualmente, Ariadna Montiel Reyes es diputada en la Asamblea del DF, a pesar de que era investigada por un presunto desvío millonario de recursos —expediente AP/ FSP/B/1345/09-06—, que se encuentra archivado en la Fiscalía para Servidores Públicos de la PGJDF. De acuerdo con el periodista Adrián Rueda, la diputada Montiel Reyes posee una verdadera mansión, de las más grandes en la colonia del Valle, que no se compra con el sueldo de servidora pública y menos con los sueldos, juntos, de ella y de su esposo, Sergio Villarroel, quien durante muchos años trabajó en el equipo de seguridad de Andrés Manuel López Obrador.

De 2003 a 2006, Ariadna Montiel trabajó en la Secretaría de Finanzas del GDF, de donde pasó a la Dirección de la RTP y, luego del escándalo por presunto desfalco, fue enviada por René Bejarano como diputada a la ALDF —para protegerla con el fuero—, en donde preside nada menos que la Comisión de Gobierno. Al salir de la RTP heredó el cargo a su brazo derecho, Arturo González Reyes, quien lo desempeñó de 2012 a 2014, hasta que falleció a causa de un infarto.

Ante la ausencia repentina y con el aval de Miguel Ángel Mancera Espinosa, la diputada Montiel envió a la Dirección de la RTP a su suplente, Iliana Almazán Castoral, quien tiene el título de licenciada en Psicología. Y, aunque usted no lo crea, la psicóloga ya había ocupado la Dirección de Administración de RTP. Pero esa es apenas una joya de la ejemplar profesionalización que impera en la RTP.

Según reportó el columnista José Contreras —La Crónica 28 de febrero—, la Unidad Departamental de Evaluación de Mantenimiento de la RTP está a cargo de Óscar Doroteo García, graduado en la Escuela Superior de Música. La Dirección de Operaciones la ocupa Édgar Lomelí, con estudios truncos en arquitectura. El jefe de Supervisión del Servicio es José Luis Estrada, médico veterinario. El director de la Unidad Departamental de Recursos Materiales es Federico de la Barquera y Dávalos, técnico piloto aviador. La jefa de Control de Calidad es Dominga Uzcanga García, licenciada en Turismo, y la jefa de la Unidad Departamental de Normatividad y Análisis de Servicios, es Química Bacteriológica y Parasitóloga.

En diciembre de 2013 el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la RTP, Hugo Manuel Bautista Martínez, denunció al menos a 100 personas que cobraban sin trabajar en RTP. Todos aviadores al servicio de los Bejarano Martínez. A su vez, son públicas las denuncias que en la RTP cobraron durante años los guaruras de Andrés Manuel López Obrador y sus hijos; guardias coordinados todo ese tiempo por Sergio Villarroel Ávila, esposo de Ariadna Montiel.

En noviembre de 2007, la revista Contralínea documentó el despido de un centenar de trabajadores de la RTP, luego de negarse a realizar trabajo político a favor de AMLO. Dice el testimonio de Juan Leandro Muñoz, ex supervisor C de las rutas 33, 37, 39, 39-A, 39-B y 43: Declara que él y otros empleados fueron obligados a hacer actividades proselitistas a favor de Andrés Manuel López Obrador y a dar un diezmo para apoyar a su gobierno legítimo.

¿Qué tal? Las ligas de Ahumada son pecata minuta frente a la rapiña de Bejarano Martínez en la RTP. Al tiempo.




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