El Código Enigma

Opinión
/ 25 marzo 2015
true

En medio de los estrenos nacionales de la más reciente entrega de la saga de Divergente, “Insurgente”, de Robert Schwenke, o el fallido thriller “Cercana Obsesión”, de Rob Cohen, destaca una impecable ganadora del Oscar. 

Esta se trata de “El Código Enigma”, del cineasta noruego Morten Tyldum, la misma que nominada a un total de 8 Oscares a lo mejor en cine de 2014 incluyendo las categorías de Mejor Película; Mejor Director; Mejor Actor (Benedict Cumberbacht) y Mejor Actriz de Reparto (Keira Knightley), entre otras,  brindó uno de los momentos más emotivos de la noche cuando su guionista Graham Moore subió al escenario a recoger la única estatuilla dorada a la que se hizo acreedora, la de Mejor Guión Adaptado del libro del mismo título de Andrew Hodges y confesó casi al borde del llanto que había considerado el suicidio alguna vez en su vida por ser considerado “raro”, pero que al visualizar ese aparente defecto como un aliciente canalizó sus energías en este truinfo.

 Lo que sucede es que “El Código Enigma” refleja en su caso en el contexto de la Inglaterra de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial el martirio psicológico que sufrió el brillante matemático inglés Alan Turing (Cumberbacht) en medio de su responsabilidad patriótica y laboral por resolver en compañía del equipo de expertos que lideraba el código del título que propició la creación de la primera computadora de la historia y que a su vez obtuvo para su país y para los aliados el truinfo durante la Segunda Guerra Mundial.

 Lo interesante del relato que adaptó Graham Moore y llevó a ejecución finalmente el director Tydlum es que a manera de thriller va llevando al espectador a experimentar el drama interno del protagonista a través de retrocesos en el tiempo en donde conocemos las primeras situaciones que se vio forzado en ocultar su orientación homosexual, hasta el momento en que intenta descifrar el mencionado código. 

Para tal efecto es apoyado estrechamente por la única mujer del equipo, su amiga y colega Joan Clark (Knigthley) quien conoce su secreto e inclusive está dispuesta hasta casarse con él para protegerlo frente a sus compañeros, sus superiores y la sociedad en sí que considera ilegal su preferencia sexual en lo que lidia con un infiltrado enemigo que conoce su secreto y lo chantajea con darlo a conocer si lo denuncia.

 Dicho todo lo anterior “El Código Enigma” reafirma que, primero que nada, una buena película debe basarse en una buena historia, y si a esta se agregan actuaciones de primer nivel como las de Cumberbacht y Knightley encabezando el reparto; la dirección entre trepidante y detallista de Tyldum y desde ambientación y fotografía hasta el envolvente score musical de Alexandre Desplat quien sólo se ganó a sí mismo por su trabajo en la no menos cautivante “El Gran Hotel Budapest”, hacen de este filme un trabajo que hace cuestionar precisamente sobre el legado de seres extraordinarios como Turig a pesar de las adversidades de los tiempos en los que le tocó vivir … pero que por desgracia a pesar de muchos avances que hemos tenido como humanidad tenemos aún mucho por hacer y combatir. 

Comentarios a: alfredogalindo@hotmail.com; Blog: alfredogalindo.com; Twitter: @AlfredoGalindo

Productor, Director y Guinista de cine. Columnista del periódico Vanguardia desde 1995, escribe sobre música, cine y televisión. Combina la pasión de escribir con la creación cinematográfica.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM