A propósito del aniversario de la Orquesta Filarmónica del Desierto
“No basta con oír la música; además hay que verla”. Igor Stravinski
La Orquesta Filarmónica del Desierto cumplió nueve años con el perseverante maestro Natanael Espinoza al frente. La primera función que ofrecieron en enero de 2015 fue la suma de expectativas y buenos deseos. Su antecedente inmediato fue la Orquesta Sinfónica de Saltillo, fundada por Espinoza a fuerza de determinación personal. Aquella orquesta fue la respuesta de un grupo de entusiastas melómanos para ofrecer a Saltillo un programa regular de orquesta sinfónica.
Antes de continuar valga decir que la orquesta filarmónica y sinfónica son semejantes en su composición y alcances. La diferencia es el nombre: filarmónica, que siente amor, “philos”, por la armonía “harmonía.” Es decir, “amor por la música armónica”. (Si usted está pensando que toda la música es armónica, lo invito a oír a Antonio Russek, o algunas obras de los nuevos compositores de música clásica: Philip Glass, Steve Reich o Viet Cuong. Los cuatro en Youtube).
Sinfónica (del griego synphonikos): “relativo a una orquesta musical que tocan juntos, o a la vez. ¿Imagina cómo sonaría cada uno de los instrumentos de la orquesta si no tocaran todos a la vez? Por eso sus conciertos se llaman “concierto”, porque tocan todos de acuerdo, de un modo concertado. De nada.
El nombre de filarmónica o sinfónica no aumenta ni disminuye calidad. La de los Ángeles y la de NY son filarmónicas; la de Boston y Chicago son sinfónicas. Las de Filadelfia y de Cleveland simplemente son Orquesta de..., y todas suenan como dioses.
Desde 1985 que desapareció la Orquesta Sinfónica de Coahuila, creación del gobernador Óscar Flores Tapia, Saltillo carecía de esta oferta. Salvo por conciertos eventuales de la Orquesta Juvenil de la Escuela Superior de Música, establecida en 2018, cuyo antecedente es la Camerata de la Escuela Superior de Música, en nuestra ciudad había que esperar orquestas de fuera, entre ellas a la magnífica Camerata de Coahuila.
A propósito, una Camerata es una orquesta de cámara, o sea, de recámara, referida a la recámara de los reyes. En su origen la conformaban 12 músicos en tres secciones: cuerdas, vientos de madera, y algunas veces percusiones. En la actualidad ha sumado los instrumentos de bronce y ya alcanza los 47 integrantes, como la Camerata de Coahuila. Su repertorio es de música clásica. Vaya como coda numérica que si bien hay un mínimo de instrumentos en una orquesta de cámara —nunca menos de nueve—, no lo hay para una sinfónica. Baste decir que, en 2021, en Venezuela, se conformó una orquesta con 12,000 músicos dirigidos por Andrés David Ascanio, que interpretó la “Marcha eslava”, de Tchaikovsky.
La Orquesta Sinfónica de Saltillo se sostenía con un pequeño subsidio estatal, más algunos recursos del presupuesto federal y aportaciones privadas. Hoy, la Filarmónica del Desierto, creada por decreto del gobierno de Coahuila, es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Cultura, lo cual brinda la posibilidad de hacer planes en firme. Además de lo asignado anualmente en el presupuesto de egresos estatal, la orquesta podrá recibir:
“Los ingresos propios derivados de la realización de su objeto [...] Las aportaciones que reciba de la federación y los municipios del estado. Además, podrá recibir donaciones de cualquier ente público o privado nacional o extranjero herencias Y legados que se hagan en su favor”, de acuerdo con los incisos consignados en el Artículo 4- del Decreto (publicado el viernes 11 de julio de 2014 en el Periódico Oficial). Si es la buena voluntad de alguien, favor de comunicarse con el Dr. José Lauro Cortés, o el Ing. Darío Martínez Álvarez, Administrador y Tesorero de la Junta, respectivamente, y gratísimas personas.
A los nueve años de la Orquesta Filarmónica del Desierto, o 12, si le sumamos los primeros tres de cuando era Orquesta Sinfónica de Saltillo, ha cumplido cabalmente el propósito para el que fue creada: “...ofrecer un espectáculo artístico digno del mejor solio del mundo...” según el quinto Considerando del Decreto. La pregunta es ¿El público de la orquesta ha crecido igual?
Dejemos algunas sugerencias de etiqueta para un jueves entrante.