Austeridad republicana y demanda agregada

Opinión
/ 25 noviembre 2024

La urgencia por cumplir las metas de construcción de infraestructura prioritarias al terminar el pasado sexenio, obligó a elevar el déficit a 5.9%, lo cual, como componente de la demanda agregada, tuvo un efecto positivo para sostener el crecimiento económico. Lo anterior generó agudas críticas al gobierno federal. De igual manera, el presupuesto de ingresos y egresos para el año 2025, presentado por el gobierno federal al Congreso de la Unión, ha sido criticado por “comentócratas”, especialistas y por el PRIAN.

Fue sorpresiva la reducción del presupuesto en áreas prioritarias de infraestructura y de gasto social, como salud y educación. El ajuste sería de -7.3%. El argumento de dicha disminución es que en años previos se ejerció gasto en construcción y programas ya concluidos que reducen la asignación, además de reducción de gasto corriente en función de austeridad republicana.

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Para reducir déficit público, el ajuste pasaría de 9.22 billones de pesos a 9.30 bdp de ingresos (5.3 bdp de contribuciones), con reducción de -3.3 en términos reales al incorporar la variable inflacionaria anual. Según SHCP, los Requerimientos Financieros del Sector Público -la medida del déficit- pasarían de 1.99 billones en 2024 a 1.43 billones en 2023, para reducir el déficit fiscal a 3.9 por ciento.

El gasto programable del gobierno federal será el 70.2 por ciento, en 6 billones 527.6 mil millones de pesos (mmdp), mientras que 2 billones 774.4 mmdp será gasto no programable (deuda y participaciones a Estados y municipios). Con reducción presupuestal en: Salud 34.42 mmdp (aunque la atención médica ascenderá a 890.34 mmdp con IMSS, IMSS Bienestar, entre otros); Educación reduce 6.8 mmdp (1 billón 85.9 mmdp ); Cultura 3.9 mmdp (-30.8%); Seguridad y Protección Ciudadana 36.2 mmdp (aún con nuevas funciones, de 110.4 a 70.4 mmdp); nueva Secretaría antes Conacyth con 1.28 mmdp menos (a 34.58 mmdp); defensa menos 118.5 mil mmdd (-43.8% por reducción por menos inversión en el Tren Maya); entre otros.

Rubros que aumentan recursos son: Desarrollo Agrario, 183 por ciento a 38.5 mmdp (para fortalecer el ramo por soberanía alimentaria); Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, 57.6 por ciento más, en 140.8 mmdp (sistema ferroviario nacional); para entidades no sectorizadas 21.4 por ciento más, en 174.6 mmdp (radio y televisión, atención a víctimas de violencia, comunidades indígenas, entre otros).

Los programas sociales -emblemáticos de la 4T- se sostienen presupuestariamente: 483.4 mmdp pensión para adultos mayores; 28.7 mmdp apoyo a discapacitados; 53.86 mmdp Becas para el Bienestar; 1.88 mmdp a Universidades para el Bienestar; 53.86 mmdp para Beca Universal de Educación Básica; 25 mmdp para la Escuela es Nuestra; y 24.2 mmdp para Jóvenes Construyendo el Futuro.

En total, prioritarios para el gobierno federal en el 2025 son 17 programas sociales con 835.7 mmdp y 10 proyectos de inversión con 189 mmdp.

Las perspectivas oficiales sobre variables macroeconómicas para el próximo año son optimistas, contrarias al entorno global y proyecciones generalizadas: inflación en 3.5 por ciento; tipo de cambio promedio 18.5 pesos por dólar; producción de petróleo alrededor de un 1 millón 891 mil barriles diarios con precio de 57.8 dólares el barril, con 892 mil barriles diarios en plataforma de exportación; la tasa de interés en rango de 8.5 por ciento promedio; y el producto interno bruto de 2 a 3 por ciento.

Respecto a la administración pública, en el recién iniciado gobierno federal la transformación continúa. En todo caso el análisis puede versar en varias perspectivas:

1. La austeridad republicana llegó para quedarse y se deberá anular y excluir el gasto suntuoso e innecesario, incluidas las universidades públicas autónomas.

2. El gasto se orienta a demanda agregada en componentes de inversión pública productiva y consumo de familias, para efecto de impulsar el crecimiento económico.

3. Es probable que la reducción presupuestaria en áreas importantes se estructure en estrategia política para análisis y discusión -con todos los sectores- de la necesaria reforma fiscal, para evitar elusión fiscal y que la mayor riqueza contribuya más al erario público.

4. Por lo anterior, impulsar la “prosperidad compartida” para el crecimiento y desarrollo económicos.

Austeridad y demanda agregada. El cambio de régimen avanza. “Por el bien de todos, primero los pobres”.

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