Batres y la disputa por la CDMX
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Si entre Batres y Brugada hay una guerra, la razón no deberá buscarse entre los supuestos contendientes, sino en el mánager común al que todo le deben: López Obrador
Conspirador nato, forjado en la política que se libra a dentelladas, con tantas victorias como fracasos estentóreos, Martí Batres se halla, otra vez, al centro de una controversia en la capital del país, el eje único de su vida pública. Esta nueva batalla, sin embargo, puede serle de vida o muerte.
Una polémica fraguada en las últimas semanas refiere las huellas digitales de Batres Guadarrama en otro ciclo de hostigamientos contra Omar García Harfuch, secretario federal de Seguridad. Le atribuye también convulsiones en la ciudad, acoso sobre la UNAM e, incluso, una intentona para derrocar a la jefa de Gobierno Clara Brugada, con quien ha sostenido una alianza por largos años.
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Un tramo sustantivo de esas imputaciones luce verosimilitud. El actual director del ISSSTE ha sido un permanente adversario político de García Harfuch desde que éste asumió la seguridad capitalina en octubre de 2019. Cinco años después fue la figura más visible –junto con el exvocero presidencial Jesús Ramírez– de un bloque pretendidamente radical dentro de Morena que se atribuyó el descarrilamiento de aquél como aspirante a gobernar la ciudad.
Las posturas de Batres lo enfrentaron incluso con la ahora presidenta Claudia Sheinbaum desde que, siendo ella mandataria en la Ciudad de México, llegó en 2021 como secretario de Gobierno con el impulso –como siempre, desde 1997– de Andrés Manuel López Obrador. Luego sería jefe de Gobierno interino (2023-2024), cuando cortó tajantemente comunicación no sólo con García Harfuch, sino con otras figuras identificadas con Sheinbaum; entre ellas, Luz Elena González, secretaria de Administración y Finanzas, actual secretaria de Energía y uno de los personajes más cercanos a Palacio.
Reportes sólidos ligan asimismo a Batres con grupos de choque como el llamado “Bloque Negro”, nutrido por activistas organizados en Ciudad Universitaria de la UNAM. De ahí, según rastreos policiales, salieron el 2 de octubre para herir a policías en el Zócalo. A esas facciones se atribuyen las amenazas y desmanes escenificados en planteles de la casa de estudios, cuyo rector, Leonardo Lomelí, luce acorralado. De ahí que planee reestructurar su equipo el próximo año, en previsión de mayores crisis.
Allegados de Batres, como el diputado local y estrecho aliado Gerardo Villanueva, con base política en Coyoacán, son señalados de sabotear estrategias de servicios y movilidad que implican a esa demarcación, en el marco de los preparativos para el Mundial de Futbol del próximo año. El destinatario central de ese sabotaje ha sido Pablo Vázquez, secretario de Seguridad capitalino, públicamente cercano a García Harfuch, pero en extenso, también el gobierno de la ciudad.
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Las condiciones políticas entre Batres y la mandataria capitalina, Clara Brugada, son más complejas. Su alianza se expresa en el reparto de cuotas de poder en el gabinete local y en el Congreso, con aliados claves del primero en la persona del secretario de Gobierno, César Cravioto; la lideresa parlamentaria, Martha Ávila, y Valentina Batres –su hermana, a cargo de la más importante comisión–, entre otros.
Si entre Batres y Brugada hay una guerra, la razón no deberá buscarse entre los supuestos contendientes, sino en el mánager común al que todo le deben: López Obrador.
APUNTES: RELEVO EN LA ASF
Si no hay cambios de última hora, en los próximos días se confirmará en la Cámara de Diputados que el legislador veracruzano José Manuel del Río Virgen –con el abierto apoyo del líder de la fracción de Morena, Ricardo Monreal– relevará a David Colmenares al frente de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), lo que deberá ser votado y consumado antes de fin de año.
Del Río fue colocado desde marzo en un puesto clave de la Comisión de Evaluación que supervisa las tareas de la ASF. De concretarse, este movimiento será una nueva bofetada al grupo político que encabeza su rival, la gobernadora morenista de Veracruz, Rocío Nahle. Colmenares pasará a la historia como el auditor impuesto por el priista Alejandro “Alito” Moreno.