Block de notas (39): Breve antología de ‘la chingada’

Opinión
/ 30 diciembre 2024

Mucha gente me ha preguntado por la genealogía de eso, ‘la chingada’. Aquí voy... que nos lleve la chingada, son de dos libros fundamentalmente: de Paz y Fuentes

Gracias por leerme. Caray, harta respuesta de esta minisaga en este “Block de notas”. Es decir, lo del maestro, el periodista Alan Riding, ha pegado de madre. Si usted no tiene el libro, le pido lo consiga, si acaso no puede, usted me marca, yo tengo dos ejemplares en mi biblioteca y son suyos. Los regalo con gusto para una sola cosa: crecer juntos, usted y yo.

Pero a ver, vamos por partes: lo repito, lo de Alan Riding, al menos un 80 por ciento de su prosa e ideas está ancilado en Octavio Paz, en Samuel Ramos y en Carlos Fuentes. Sí, una tríada, una santa trinidad de miedo, intelectuales, mexicanos, poetas y filósofos. La crema de la crema. Alan Riding los conoció (a los dos últimos) y claro que se puso bajo su manto y cobija.

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Muchos comentarios me han llegado para explorar apenas aristas que he abordado en el par de columnas pasadas: Riding, como buen brasileño ciudadano del mundo, en su libro habla de coas que para usted y para mí son o pueden parecer cotidianas (para mí no, en su momento hice las preguntas pertinentes y nadie me supo responder).

En su libro, Alan Riding se hace algunas preguntas no baladíes, sino con un trasfondo filosófico de miedo: ¿por qué los mexicanos se palmean tanto al conocerse, por qué se palmean tan fuerte en la espalda y por qué se aprietan tanto las manos? ¿Por qué una mujer invita a otra mujer a ir al retrete? ¿Por qué un hombre no invita a otro hombre a ir al retrete? ¿Por qué los mexicanos exhiben su frágil masculinidad madreando siempre a su esposa?

Lo repito: al menos tres o cuatro capítulos de Riding están ancilados en la prosa e ideas de Octavio Paz y de Samuel Ramos. Avanzamos: Debo de tener sus tres o cuatro libros de poesía. Pero lo que sí encontré, muy rápido y a la mano, es una antología que de él regalaron el Día Nacional del Libro de 2017. Ese día se regaló a nivel nacional “Pasa el Desconocido”, fotografías, poemas y entrevistas que se le hicieron en su momento al autor de “Palabras en Reposo”.

Aunque lo fundamental es su creación poética, Alí Chumacero, quien nació en Acaponeta, creció en Guadalajara, Jalisco, para luego instalarse definitivamente en la Ciudad de México, es muy reconocido por su extraordinaria labor como editor por largo tiempo en el Fondo de Cultura Económica. Bajo su mano, dedicación y sabiduría (revisión), se editaron dos libros icónicos mexicanos: “Los de Abajo” y “Pedro Páramo”. Aunque es bien sabido que también estuvieron en su escritorio los originales de “El Laberinto de la Soledad” de Octavio Paz, “La Región más Transparente del Aire” y la eterna, “Muerte sin Fin” de José Gorostiza.

Caray, qué privilegio. Pero a don Alí Chumacero hay que leerlo, nada más. Y la única manera de conocerlo es leer sus libros de poesía. Y la antología arriba deletreada, es un buen puente de acceso para arribar a uno de los poetas fundamentales mexicanos de todos los tiempos.

ESQUINA-BAJAN

Pero bueno, estamos hablando de Alan Riding y su manera muy particular en la cual analizó eso que se llama México y los mexicanos. Y una vez más lo voy a volver a repetir, el buen periodista se cobijó bajo el palio de Paz y Ramos, y retoma aquello del famoso insulto de los mexicanos: “la chingada” o la famosa “mentada de madre”. Pero no retoma aquello de los ibéricos “cagarse en Dios” porque para nosotros eso es ajeno y grave.

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Mucha gente me ha preguntado por la genealogía de eso, “la chingada”. Aquí voy: lo siguiente es una breve y sucinta antología deshilvanada sobre frases sobre la chingada, que nos lleve la chingada, son de dos libros fundamentalmente: de Octavio Paz y Carlos Fuentes. Caray, nada más y nada menos, disfrútelas:

“Oyes los murmullos de las otras oraciones que no escuchan tu propia oración: que no sea nuestra respuesta ni nuestra fatalidad: lávate de la chingada: Te fatigas. No la vences. La has acarreado durante toda tu vida: esa cosa: Eres un hijo de la chingada. Del ultraje que lavaste ultrajando a otros hombres...”.

Carlos Fuentes.

“La voz tiene a demás otros significados, más restringido. Cuando decimos ‘vete a la chingada’, enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado”.

Octavio Paz.

“La chingada a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba pro gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada”.

Octavio Paz.

“Chingón. Adjetivo, México. Dicho de una persona: competente en una actividad o rama del saber”.

Diccionario de la Lengua Española.

“¿A poco no somos los meros chingones? ¿Sabes? Escoge siempre a tus amigos entre los grandes chingones, porque con ellos no hay quien te chingue a ti. Vamos a beber”.

Carlos Fuentes.

“En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón... un chingaquedito... un chingoncito....”.

Octavio Paz.

LETRAS MINÚSCULAS

Sí, está de la chingada. Volveré al tema.

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