Cinco problemas de costos para las empresas en el 2023
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Estamos ya prácticamente a un par de meses de terminar el año y es justo cuando las empresas empiezan a realizar su planeación estratégica, cuando empiezan a analizar los impactos de las acciones del gobierno, desde las reformas fiscales hasta los trámites que se requieren para abrir una nueva empresa, por ejemplo.
Sin embargo, para 2023 habrá una serie de problemáticas que afectarán directamente sus costos de manera negativa. Son cinco y hay que estar vigilándolas para evitar que se vuelvan una fuente de razones para desaparecer sobre todo micro y pequeñas empresas que serán las más golpeadas. El primero elemento es la persistencia de la inflación en las materias primas e insumos, por la escasez de componentes claves en las cadenas de suministros como microprocesadores, acero y altos costos de los combustibles. La inflación al productor se ha mantenido con aumentos constantes en 21 periodos consecutivos de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en su último reporte de septiembre. De seguir así la tendencia bien podrían tenerse precios que por un lado, aumenten vía la inflación de los precios de las materias primas y también aumenten vía precios al consumidor. De darse este escenario en el corto plazo, podríamos enfrentar una crisis severa como algunos analistas han planteado en caso de que las tasas de interés no consigan controlar los precios. La variable clave en este caso será la tasa de interés del Banco de México.
El segundo aumento de costos será el que se dé por los salarios el próximo enero. A pesar de que el Presidente de la república ya anunció que el salario mínimo sólo aumentará conforme a la inflación y no conforme a decretos, como se hizo anteriormente, las empresas enfrentan aumentos salariales que van del 8 al 15 por ciento en promedio. Habrá micro y pequeñas empresas que no podrán hacer frente a estos aumentos y tendrán que despedir trabajadores. Otras podrían llegar a cerrar si son dependientes de mano de obra de ese rango salarial. Este es uno de los problemas claves para la economía el siguiente año. Se espera por un lado que aumente por esta razón la tasa de desempleo y baje el consumo; por el otro, habrá una mayor concentración de empresas, lo que creará monopolios regionales y afectará los precios con tendencia al alza.
El tercer aumento viene disfrazado, el aumento en los días de vacaciones de los empleados. A partir del siguiente año los empleados tendrán derecho a seis días más en promedio para los recién contratados quienes irán aumentando sus días de descanso en dos días por cada año trabajado. Como consecuencia las empresas tendrán en términos reales menos horas hombre disponibles por persona contratada. Para las nuevas empresas, esto será un costo difícil de sostener y por ello se espera una disminución de nuevos negocios formales o el incremento de la informalidad laboral a niveles no vistos. La variable de análisis será las horas hombre y desde luego, la productividad, que será la más afectada por este proceso.
El cuarto aumento de costos empresariales será el que tiene que ver con las contribuciones patronales a las afores. Hay que recordar que estas aumentarán de un 3.15 por ciento hasta el 11.875 por ciento en 2030, en promedio un punto porcentual por año. Este costo es importante porque va directamente a las percepciones del empleado y desde luego, contra el costo de la mano de obra. El mercado laboral formal tendrá que hacer ajustes para poder incluir este aumento y ya sea por la disminución de otros costos o el aumento al precio al consumidor, este costo repercutirá tarde que temprano en el mercado y desde luego en el proceso inflacionario. Además, debe notarse que año con año se verá este aumento y por consiguiente las empresas deberán prepararse para este hecho, por medio de un ahorro en costos, que puede ser nuevamente vía el despido de empleados para reducir la nómina o vía el incremento de precios si el mercado lo permite.
El quinto factor de incremento en costos se deriva de los aumentos naturales que están teniendo las tasas de interés derivado del problema inflacionario. Las empresas tendrán que hacer frente a créditos más caros si los llegan a necesitar. Se espera que el Banco de México aumente por arriba de 10 por ciento la tasa de referencia, lo que podría impulsar la tasa de interés comercial por arriba del 80 por ciento en los créditos al consumo. Esto a su vez, podría aumentar los costos operativos de las empresas entre un 5 a un 30 por ciento, dependiendo del nivel de apalancamiento que tengan.
Todos los incrementos que se ven en el horizonte económico de 2023 afectarán directamente a las empresas, no se pueden dejar de lado. Todas en mayor o menor medida se verán afectadas por estos hechos que en el 2023 poco ayudarán a palear la problemática recesiva mundial y nacional que ya presente. Cada empresa tendrá que diseñar una estrategia de acuerdo al número de empleados que tenga, a su mercado y a sus capacidades, ya que el siguiente año será de entrada más complicado que este, aunque el gobierno federal se empeñe en decir lo contrario. A como van las cosas lo más probable es que el país apenes llegue al 1 por ciento de crecimiento, aunque sea, como dicen los más optimistas.